Lucha Feminista Contra La Violencia De Género
Introducción
La lucha feminista contra la violencia de género es un tema que está muy presente en la actualidad. Medir la incidencia de esta violencia es una tarea muy complicada, ya que algunas mujeres ni siquiera saben que están siendo maltratadas. Por lo tanto, hemos de saber diferenciar la violencia en general y las cifras registradas de violencia. Los principales tipos de la violencia son la agresión física y sexual, que son los más obvios, y la violencia psicológica, que es una de las más comunes pero también una de las más difíciles de detectar por parte de la víctima.
Desarrollo
Antes del movimiento feminista, las mujeres que denunciaban ser violadas eran sospechosas de haber consentido tal agresión y además era un deshonor para la familia y un repudio social. Hoy en día las cosas han cambiado, las mujeres han dejado de ser repudiadas por ello. La violencia oculta poco a poco va saliendo a la luz. Si las Administraciones no cuentan con cifras importantes de dicha violencia, sus políticas no serán tomadas en serio, por lo tanto, no se podrá ni prevenir ni intervenir. Por una banda, La violencia doméstica sigue siendo no la que más pero difícil de demostrar.
Muchas víctimas siguen sufriendo hasta quedar destruidas tanto física como psicológica y moralmente. La policía no siempre actúa al recibir estas denuncias y a veces cuando lo hacen ya es demasiado tarde. Otras mujeres prefieren aguantar al agresor para proteger a sus hijos o, ya que temen que tal agresor ataque a los hijos también o porque dependen económicamente del marido. En otros casos la mujer queda destruida psicológicamente y empieza a pensar que se merece que la traten así.
Por lo tanto, esos casos tampoco quedan registrados hasta que desafortunadamente el agresor acaba con la vida de la mujer. La violencia machista no está solo en España ni mucho menos. De hecho, un tercio de las mujeres europeas han sufrido violencia machista y una de cada veinte ha sido violada. Sí que es verdad, que en los países nórdicos hay más registros y datos, ya que presentan un mejor resultado en el índice de igualdad de género. Por otro lado, muchas de las agresiones sexuales han sido en la infancia de las víctimas y estas lo veían como un tema tabú y por eso no denunciaban, porque se sentían avergonzadas.
Conclusión
La sociedad ha evolucionado bastante a la hora de intervenir en casos de violencia machista, pero aún no es suficiente para prevenir nuevos casos. Además, no todas las mujeres son capaces de denunciar o abrirse a alguien para contar la situación de agresión que está viviendo, por lo tanto, no se les puede ayudar. Otras mujeres no son conscientes de que les están maltratando ya sea porque es psicológico o porque están tan mal moralmente que se piensan que se lo merecen. Por suerte, la sociedad va mejorando progresivamente y en unos años estaremos tan concienciados como los habitantes de los países nórdicos.