Maltrato Infantil, Abuso Y Desatención

 

“El maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil”. (OMS, 2014)

El maltrato infantil es un problema que engloba a toda la sociedad, pues a menudo ejerce un impacto negativo devastador en los niños, no solamente durante la infancia, sino que, durante toda la vida; pues este es un problema que ha perdurado desde la antigüedad en donde se manipulaba a los niños, niñas y adolescentes para realizar sacrificios y rituales.

Tipos de maltrato

Maltrato físico:

 Cualquier acción u omisión no accidental que provoque daño físico o enfermedad en el menor o le coloque en situación de grave riesgo de padecerlo.

Por acción: Tales acciones pueden provocar lesiones como: Magulladuras o moratones, quemaduras, fracturas, torceduras, heridas, señales de mordeduras, cortes o pinchazos, lesiones internas, asfixia. Una forma específica es el denominado síndrome de Münchausen por poderes, en el que se provoca o simula en el menor síntomas físicos patológicos que requieren hospitalización o tratamiento médico reiterado y el uso de tóxicos, ingestión de compuestos o sustancias químicas por el menor.

  • Negligencia física: Situación en la que las necesidades físicas básicas del menor no son atendidas por ningún miembro del grupo que convive con él. Tales necesidades físicas hacen referencia a: Alimentación, vestido, higiene personal, condiciones higiénicas y de seguridad del hogar, cuidados médicos, supervisión, área educativa.

Abuso sexual:

 Utilización del menor en actividades sexuales para satisfacer a otra persona. Los tipos pueden ser varios:

  • Con contacto físico: Incesto, violación, vejación, explotación sexual (prostitución, pornografía).
  • Sin contacto físico: Exhibicionismo, lenguaje sexual.
  • Por omisión: Consentimiento pasivo de los tipos anteriores, no dando credibilidad al niño cuando dice haber sido abusado; desatender demandas de ayuda.

Maltrato Emocional: 

Acción capaz de originar alteraciones psicológicas que pueden afectar a las necesidades del menor. Puede ser:

  • Maltrato emocional activo: Hostilidad verbal crónica en forma de insulto, desprecio, crítica o amenaza de abandono, y constante bloqueo de las iniciativas de interacción infantiles (desde la evitación hasta el encierro) por parte de cualquier miembro del grupo familiar.
  • Negligencia emocional: Falta persistente de respuesta a las señales (llanto, sonrisa), expresiones emocionales y conductas procuradoras de proximidad e interacción iniciadas por el niño. Así como la falta de iniciativa por parte de una figura adulta estable de interacción y contacto.

Maltrato institucional: 

Situaciones que se dan en Entidades y/o Centros que atienden a los menores y en las que por acción u omisión no se respetan los derechos básicos a la protección, el cuidado y la estimulación del desarrollo. Pueden ser:

  • Por acción: Burocracia inadecuada, exploraciones médicas innecesarias, exigencias académicas excesivas.
  • Por omisión: Falta de agilidad en la toma de medidas de protección, coordinación, equipamientos, de aquellos servicios que atienden a menores.

Otros: 

Dentro de este apartado, se encuentran formas de maltrato como: 

Corrupción:

  1. Inducción a la delincuencia o corrupción: Los padres facilitan y refuerzan pautas de conducta antisocial o desviadas (especialmente en el área de la agresividad, sexualidad y drogas) que impiden el normal desarrollo e integración social del niño. También incluye situaciones en las que los padres utilizan al niño para la realización de acciones delictivas (por ejemplo, transporte de drogas, hurtos).
  2. Modelo de vida en el hogar inadecuado para el niño: El hogar en el que vive el niño constituye un modelo de vida inadecuado para su normal desarrollo por contener pautas asociales o autodestructivas.

Explotación:

  1. Explotación sexual: La utilización del niño por sus padres o tutores, o por terceras personas cuando aquellos lo sepan y no lo impidan, en la prostitución o en la realización de material o espectáculos de pornografía con el fin de obtener un beneficio, sea económico o de otra índole.
  2. Explotación laboral: Los padres/tutores asignan al niño con carácter obligatorio la realización continuada de trabajos (domésticos o no) que exceden los límites de lo habitual, deberían ser realizados por adultos, interfieren de manera clara en las actividades y necesidades sociales y/o escolares del niño, y son asignados al niño con el objetivo fundamental de obtener un beneficio económico o similar para los padres o la estructura familiar.

Abandono: 

Delegación total de los padres/tutores del cuidado del niño en otras personas, con desaparición física y desentendimiento completo de la compañía y cuidado del niño.

Renuncia: 

Negativa explícita a reconocer la paternidad / maternidad del niño, o negativa a poseer/ mantener cualquier derecho legal sobre éste.

Síntomas

Los niños maltratados quizás se sientan culpables, avergonzados o confundidos. Es posible que teman contar a los demás sobre el maltrato, en especial si quien los maltrata es uno de los padres, otro familiar o un amigo de la familia. Es por ello que hay que estar atento a las señales de alarma, tales como las siguientes:

  • Aislamiento de los amigos o las actividades de rutina
  • Cambios en el comportamiento, como agresión, enojo, hostilidad e hiperactividad, o cambios en el rendimiento escolar
  • Depresión, ansiedad o miedos inusuales, o una pérdida repentina de la confianza en sí mismo
  • Aparente falta de supervisión
  • Ausencias frecuentes en la escuela
  • Rechazo a irse de las actividades escolares, como si no quisiera ir a casa
  • Intentos de huir de casa
  • Comportamiento rebelde o desafiante
  • Daño a sí mismo o intento de suicidio

Los signos y síntomas específicos dependen del tipo de maltrato y pueden variar.

Signos y síntomas de abuso físico

  • Lesiones inexplicables, como moretones, fracturas o quemaduras
  • Lesiones que no coinciden con la explicación dada
  • Signos y síntomas de abuso sexual
  • Comportamiento o conocimiento sexual inapropiado para la edad del niño
  • Embarazo o una infección de transmisión sexual
  • Sangre en la ropa interior del niño
  • Declaraciones de que sufrió abuso sexual
  • Contacto sexual inapropiado con otros niños

 

Signos y síntomas de maltrato emocional

  • Desarrollo emocional tardío o inapropiado
  • Pérdida de la confianza en ti mismo o de la autoestima
  • Aislamiento social o pérdida del interés o el entusiasmo
  • Depresión
  • Evitar ciertas situaciones, como negarse a ir a la escuela o tomar el autobús escolar
  • Búsqueda desesperada de afecto
  • Bajo desempeño escolar o pérdida de interés en la escuela

Pérdida de las habilidades de desarrollo previamente adquiridas

Signos y síntomas de la negligencia

  • Crecimiento deficiente, o aumento de peso o sobrepeso; higiene deficiente; falta de ropa o suministros para satisfacer las necesidades físicas; tomar alimentos o dinero sin permiso; ocultar alimentos para más tarde; registro de asistencia escolar deficiente; falta de atención adecuada de problemas médicos, dentales o psicológicos o falta de una atención de seguimiento necesaria;
  • Comportamiento parental: A veces, el comportamiento o la conducta de los padres envía señales de advertencia sobre el abuso infantil. Las señales de advertencia incluyen a un padre que:
  • Muestra poca preocupación por el niño
  • Parece incapaz de reconocer la angustia física o emocional del niño
  • Culpa al niño por los problemas
  • Constantemente menosprecia o reprende al niño, y describe al niño con términos negativos, como “inútil” o “malvado”
  • Espera que el niño le brinde atención y cuidado, y parece estar celoso de que otros miembros de la familia reciban atención del niño
  • Ejerce una disciplina física dura
  • Exige un nivel inadecuado de rendimiento físico o académico
  • Limita duramente el contacto del niño con los demás
  • Ofrece explicaciones conflictivas o no convincentes para las lesiones del niño o no ofrece ninguna explicación en absoluto. (Mayo Clinic, 2019)

Los expertos en salud infantil reprueban el uso de la violencia en cualquier forma, sin embargo, algunas personas siguen utilizando el castigo físico, como los azotes, como una forma de disciplinar a los hijos, lo cual puede dejar cicatrices emocionales. Los comportamientos de los padres que causan dolor, lesiones físicas o traumas emocionales, incluso cuando estos tienen lugar en nombre de la disciplina, pueden ser abuso infantil.

Consecuencias del maltrato

Puede tener consecuencias a largo plazo ya que genera estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, como depresión, obesidad, comportamientos sexuales de alto riesgo, embarazos no deseados, se vuelven adictos a sustancias como alcohol, tabaco y otras drogas. De igual manera el maltrato puede contribuir a las enfermedades del corazón, al cáncer, al suicidio y a las infecciones de transmisión sexual.

El maltrato psicológico que recibe el niño a consecuencia del maltrato que se realiza sobre él, puede afectar su desarrollo en la infancia y si no se tiene un tratamiento psicológico podría tener consecuencias en la vida adulta; ya que puede generar en el niño una baja autoestima, problemas en el rendimiento escolar, ser introvertidos, pueden llegar a ser más agresivos, comportamiento más hostil y llegar hacer poco afectivos. Además, es frecuente que estas conductas se repitan en sus relaciones interpersonales, llegando a ser muy hostiles o dependientes hacia el otro.

Estas situaciones de maltrato psicológico, obliga a los niños a utilizar una gran cantidad de energía psicológica para desarrollar mecanismos de adaptación. Como por ejemplo en las relaciones interpersonales caracterizadas por la dependencia y el rechazo; ésta aparece por la indiferencia de los padres, por lo que el niño puede convertirse en un ser muy dependiente de los signos de afecto de cualquier adulto, llamando su atención para procurarse un poco de afecto, exponiéndose permanentemente al peligro del abuso sexual o del rechazo.

Las consecuencias que vive un niño, niña o adolescente maltratado empiezan desde que pasa por esa situación y pueden extenderse por largo tiempo, incluso años o décadas y llegar a complicar su vida adulta.

En general, el niño maltratado no cumple con el progreso de las metas de su crecimiento y desarrollo, es decir, autoestima, felicidad, salud, creatividad, solidaridad, autonomía y espiritualidad en un ambiente bidireccional de construcción entre los padres y los niños. Estas habilidades se ponen al servicio del fomento del tejido de la resiliencia, que es la capacidad humana para triunfar de cara a la adversidad. 

17 Jun 2021
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