Mentalidad Social en “La Rebelión de Las Masas” de Ortega y Gasset
Jose Ortega y Gasset es, junto a Miguel de Unamuno, el filósofo español más representativo del siglo XX. Nació en Madrid en 1883. Pertenecía a una familia burguesa vinculad con el periodismo. Esta estrecha vinculación de su familia con el periodismo motivo que ortega mostrara un especial interés por la actividad periodística; no solo fue un gran articulista de temas culturales y políticos, sino que también impulso alguna de las más grandes empresas periodísticas de la España del siglo XX: fue fundador en 1923 de una revista de contenido cultural, que hoy todavía se edita, llamada revista de occidente y uno de los fundadores del periódico el sol.
Después de realizar estudios universitarios de filosofía y letras en Madrid, se doctoro en 1904 con una tesis sobre “los horrores del año mil”. Posteriormente se traslada a Alemania a continuar sus estudios de filosofía. A su regreso a España obtienen en 1910 la catedra de metafísica en la universidad de Madrid. A partir de ese momento comienza ortega una extraordinaria actividad académica y cultural, que ha tenido como resultado el florecimiento de la escuela de Madrid a la que han estado vinculados importantes pensadores de su tiempo: García Morente, Xabier Zubiri, José Gaos, maría zambrano…
Vivirá en un contexto marcado por los grandes acontecimientos nacionales como la restauración borbónica, la crisis del 98 tras la pérdida de las ultimas colonias, la decadencia política, social y económica como consecuencia de esta gran crisis, la II república, la guerra civil y el franquismo. A nivel internacional se suceden a su vez grandes acontecimientos como el movimiento obrero, el fin del imperialismo de las grandes potencias, las dos grandes guerras mundiales y los totalitarismos. Al iniciarse la guerra civil en España se exilia a argentina y terminada la contienda regresa a España, pero le prohíben enseñar en la universidad. Toma la decisión de enseñar por su cuenta dando clases y conferencias en teatros abiertos a todo tipo de público. Quiere convertirse en el líder que saque a España del retraso intelectual y cultural en que se encuentra a través del cultivo de la ciencia y la filosofía europeas. Hay que europeizar España. De ahí que el estilo de sus obras tenga un marcado carácter divulgativo; escribe de forma directa y clara, aunque elegante. Su género literario preferido es el ensayo. Afirmará: “La cortesía del filósofo es la claridad y la sencillez.” Morirá en octubre de 1955 en Madrid.
Contexto cultural
España sufre un retraso cultural frente a Europa, un elevado analfabetismo, se extienden las ideas de la regeneración. El surgimiento de una serie de generaciones intelectuales de enorme prestigio y proyección a nivel nacional e internacional como:
El krausismo, regeneracionismo y la institución libre de enseñanza, que es una institución basada en una enseñanza creativa, de calidad y en libertad y que en ella se educaron grandes autores como Luis Buñuel o Federico García Lorca entre otros personajes grandes de la cultura nacional. La generación del 98 entre los que se encuentran grandes autores de la literatura y de la poesía como Azorín, Pio Baroja, Antonio Machado, Unamuno…. La generación del 14 con autores como Manuel Azaña, Eugenio D’Ors, Juan Ramon Jimenez, Madariaga y entre los que se encuentra Jose Ortega y Gasset, uno de los autores más célebres de esta generación. En la generación del 27 aparecen también grandes autores como Vicente Aleixandre, Rafael Alberti o Garcia Lorca entre otros…
Las propuestas de estos pensadores, literatos e ideólogos se realizaban en tres espacios culturales concretos: el Ateneo de Madrid, la residencia de estudiantes y la revista de occidente.
Conflicto filosófico
Conviene citar determinadas corrientes de pensamiento y autores cuya influencia fue notable en Ortega. Una de las más importantes fue el existencialismo de Heidegger y Sartre. Filosofía que describe la angustia, la náusea y el absurdo de la existencia humana. El vitalismo de Nietzsche, dejando como lo más importante que no es la razón pura sino la vida. El historicismo de Dilthey, que defendía la historia como la realidad esencial, y en ella lo seres humanos y la sociedad se van constituyendo y desarrollando. El neopositivismo, que pretendía encontrar una manera segura, exacta y precisa para tratar los asuntos que el hombre puede dilucidar con su mente pensante, y encuentran la racionalidad científica. Por último, la filosofía analítica de Wittgenstein y Russell con la que establecen la teoría de que el problema del conocimiento debe plantearse en el marco de las relaciones entre el lenguaje y el mundo. Así ortega hace una síntesis de estas corrientes en la que priman los valores de la vida.
La producción literaria de Ortega y Gasset
La obra literaria es enorme y alcanza unas cotas altísimas de calidad artística. Además de infinidad de artículos para periódicos y revistas, es un autor, entre otras de las siguientes obras: Meditaciones del Quijote (1914); España Invertebrada (1921); El Tema de Nuestro Tiempo (1923); La Rebelión de las Masas (1930); Historia como Sistema (1935) y Meditación de la Técnica (1939).
Teorías fundamentales de su filosofía
La filosofía es para Ortega y Gasset, un saber que tiene como tarea ofrecer una concepción racional de la totalidad de lo existente, es decir, del universo (principio de pantonomía o universalismo), frente a la concepción parcial y especializada de las ciencias. Esta tarea no es sencilla ya que, aunque el filósofo aspira a abarcar la totalidad de lo existente, lo único que se le ofrece y muestra, en un principio, son hechos concretos y particulares. En este sentido, cabe decir que el filósofo es un héroe intelectual ya que cumplir el empeño que se ha propuesto constituye una gran hazaña y aventura intelectual.
Por otra parte, aunque la filosofía es un saber teórico que aspira a comprender la totalidad del universo, la filosofía no es una actividad desinteresada, es decir, no es simplemente una actividad que se realice solo por un mero afán intelectual o teórico (conocimiento teórico de utilidad existencial). Es también una necesidad vital. De la misma manera que para el ave es vital y necesario volar y para el pez nadar, para el hombre es vital y necesario filosofar.
La filosofía es algo vital y necesario para el ser humano porque s ele permite salir de la inseguridad en la que se encuentra. Ortega sostiene que todo lo que nos rodea este envuelto de incógnitas y de preguntas y el hombre necesita orientarse, encontrar un sentido a las cosas y los datos que se le ofrecen en su experiencia, “hacer pie”, hallar algo firme que le dé el reposo y la tranquilidad que el hombre necesita para salir de esa inseguridad. Ortega llama verdad a eso que nos da la calma y la tranquilidad y nos saca de nuestra inseguridad.
Ortega no se conforma solo con definir la filosofía, sino que señala que su particular interés como filosofo es retomar la filosofía, es decir, dotar a la filosofía de un dato radical nuevo, distinto al que tuvieron la filosofía antigua y la filosofía moderna, y este dato radical será la vida. Dicho de otra manera, Ortega pretende superar toda la filosofía anterior sentar la filosofía sobre bases y cimientos nuevos. Para ello va a seguir el método intuitivo (influencias de Descartes y de Edmund Husserl, fundador de la fenomenología), el conocimiento humano descansa en principios muy básicos que se alcanzan mediante actos simples de conocimiento a los que llama intuiciones.
El raciovitalismo
El raciovitalismo es una doctrina filosófica original de Ortega que se fundamenta en el concepto de “razón vital”, y que pretende ser, fundamentalmente, una crítica superadora del racionalismo filosófico y, también del irracionalismo vitalista de filósofos como Nietzsche, ya que Ortea considera que ambas posiciones no son adecuadas para conocer la realidad.
Critica al racionalismo filosófico
Para ortega, el racionalismo filosófico es una filosofía que arranca con los griegos y llega hasta Kant, pasando por los racionalistas como descartes. Según Ortega, el racionalismo filosófico es demasiado abstracto, y por ello es incapaz de captar precisamente aquello que Ortega considera “dato radical del universo”: la vida. La razón construye conceptos, ideas permanentes y estáticas, muy alejadas del constante cambio al que está sometida la vida; la vida es un “fluir constante” que no se deja atrapar fácilmente por los conceptos que la razón elabora para poder comprenderla (en esta critica coincide con Nietzsche)
Critica al irracionalismo vitalista
Por lo expuesto en la critica anterior algunos pensadores han adoptado una posición irracionalista. El irracionalismo vitalista es una filosofía que sostiene, básicamente, dos cosas; en primer lugar, que el conocimiento racional no es la mejor manera de conocer y comprender la realidad y que hay un conocimiento superior: la vivencia intima, la intuición, los sentidos (desde este punto de vista, la poesía y el arte, por ejemplo, nos proporciona una visión de la realidad muy superior a la que nos ofrece la ciencia); en segundo lugar, que la vida, en cuanto que es algo espontaneo y cambiante, no se somete fácilmente a los dictados de la razón. Frente al irracionalismo vitalista, ortega defiende que no se puede prescindir de la razón ya que es un instrumento útil para la vida (el pensamiento es una función vital, como la digestión o la circulación de la sangre, dice Ortega) si la entendemos de forma adecuada, como razón vital.
El concepto de “razón vital”
La crítica del racionalismo filosófico y del irracionalismo vitalista lleva a ortega a proponer un nuevo concepto de “razón”: la razón vital. Al hacer esto ortega pretende encontrar una vía intermedia entre ambas actitudes filosófica: ni la razón, ni la vida, sino la razón vital, pues la razón no puede concebirse al margen de la vida, ni la vida humana al margen de la razón. Razón rigurosa, capaz de aprehender la realidad temporal de la vida. Renunciar a la vida o renunciar a la razón son dos modos de renunciar a ser hombre: tan irracional es alejarse de la vida, como vivir esclavizado por sus dictados al margen de la razón. La vida humana es un proyecto que solo puede alcanzar su plenitud con la colaboración imprescindible de la razón.
La política
Según Ortega y Gasset, el capitalismo del siglo XIX ha contribuido a arruinar y desmoralizar a la humanidad, y por esa razón surge el marxismo que asume esta realidad aliente, con una formula limitada, al proponer apoderarse de los medios de producción para mejorar los salarios y no para re cuperar la dignidad del hombre. La teoría de Marx tenía sentido, pero no el marxismo, porque para Marx, el socialismo tiene el objetivo de auxiliar al capitalismo. El socialismo marxista es amigo intimo del capitalismo porque los extremos se juntan y terminan siendo la misma cosa.
En lugar de la ética en la sociedad, priman el interés y la utilidad, objetivos que no alcanzan para el mantenimiento del equilibrio social sin la posibilidad de generar un poder espiritual. Hay que rebelarse, acabar con el “hombre-masa”, que ha caído en la apatía y el puro egoísmo de esta sociedad burguesa, y construir un mundo donde sean los mas preparados (recordando al rey-filosofo) dirijan a ese hombre para que no se masifique y se le pueda conducir al pleno sentido de los que es el sentido mismo de la vida individual y social.
Coincide con las ideas de defensa de la individualidad de Nietzsche en un cierto análisis social (masa-rebaño) y en la necesidad de una “moral” que de perspectiva vital al pensamiento y a la renovación humana. Ortega cree que en España esta vertebración entre elites y masa no se ha conseguido históricamente, tal como plantea en su obra la rebelión de las masas (de la cual profundizare más adelante). De ahí su esfuerzo por introducir en la política una dimensión filosófica y moral. Nietzsche va mas allá, y plantea que la masa no es algo externo, sino interno al propio sujeto escindido entre un sujeto-cuerpo cuyo instinto y sentidos están plenos de posibilidades, más allá de su “humanidad”, y una serie de identidades postizas religiosas, morales, sociales, que le reducen a ser lo que la sociedad de masas ha establecido como su destino y del cual habrá de resurgir, tras una transmutación, como un hombre nuevo, con voluntad de poder. Ambos fueron muy críticos con los grandes movimientos de masas (marxismos o, en el siglo XX ortega, fascismos).
Análisis de la sociedad
Desde la razón histórica, vemos como el hombre se encuentra viviendo a una altura determinada de los tiempos: en cierto nivel histórico. Su vida esta hecha de una sustancia peculiar, que es “su tiempo”. La historia tiene una estructura precisa que es la de las generaciones concretas de cada época y circunstancias. Ortega se va a centrar en hacer un análisis de su sociedad. En 1929 se comienzan a publicar, en forma de artículos, en el periódico “El Sol”, una serie de reflexiones que posteriormente se publicaran en formato libro, dando lugar a una de sus obras más significativas “La rebelión de las masas”.
En este análisis de la sociedad ortega va a diferenciar tres grandes conceptos:
- La sociedad-masa, pues se define por la falta de diferenciación interna que caracterizaba a las sociedades del pasado y la homogenización actual que se debe a la abundancia económica, al desarrollo tecnológico y a la igualdad política.
- Este fenómeno era atribuido desde la óptica marxista a la proletarización de la sociedad mientras que la teoría de la sociedad masa lo atribuye a la influencia de los medios de comunicación. Provoca un nivel económico mas desarrollado y un desarrollo tecnológico
- El hombre-masa producto de la sociedad-masa, que le conduce al primitivismo, se caracteriza por estar desligado de las tradiciones, se deja llevar. Además de no tener unos valores trascendentales, es decir, no se plantea ninguna cuestión critica de individualidad infantil carente de empatía
Para Ortega, el hombre-masa “es todo aquel que no se valora a si mismo por razones especiales, sino que se siente como todo el mundo’.
Y, por último, una minoría selecta, con la que se refiere a aquellas personas que realizan exigencias difícilmente abarcables a los demás y que, posteriormente, no se aplican a si mismas esas pretensiones. “.. al que se exige mas que los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores”. Dedica unas breves palabras hacia la aristocracia y explica que no le parece nada bien que uno sea ensalzado por lo que hicieron sus mayores, tal y como pasa actualmente con los títulos de nobleza, y le parece infinitamente mas razonable lo que hacen los de ascendencia oriental, que cuando realizan algún acto de importancia dignifican a sus antepasados (aunque sea un ejemplo sin la mayor trascendencia, describe a la perfección la opinión de Gasset). Por contrapartida dice también que el mundo occidental debe gran parte de su singularidad a que los “ilustres” lo han guiado con corrección.
Concibe la división de la sociedad en masas y minorías selectas no como una división de clases sociales sino de clases de hombres. Ortega advierte que si los hombres son sociables son también insociables (Kant). Es decir, la sociedad no existe nunca se un lado estable, sino como esfuerzo por superar la disociación y la insociabilidad; es siempre problemática. Y de ahí su carácter terrible, sus conexiones con el mando, la política o el estado. Por lo tanto, junto a la vida individual es menester comprender la vida colectiva, porque lo colectivo le pasa al hombre en su vida individual.
¿Por qué, entonces, estamos asistiendo a la rebelión de las masas?: Ortega responde a esta pregunta a largo de toda la obra, pero su pensamiento se puede enunciar de la siguiente forma: la proliferación del hombre-masa en la sociedad de la época había provocado que lujos considerados exclusivos para minorías fuesen considerados de dominio público. Se puede considerar entonces como una rebelión de la misma para cambiar la situación. Hay otro aspecto que el autor considera revolucionario, consistente en que era la primera vez que la masa tenia poder sobre si misma y hacia valer los derechos que tanto esfuerzo había costado conseguir a lo largo de los siglos. Es lo que llama “Imperio de las Masas” y realmente merece el calificativo de rebelión, después de muchos años de desigualdades. A Ortega todo esto no le parece mal en un principio y lo ve lógico de la ascensión del nivel de vida, pero lo ve un tanto peligroso en el sentido de que las masas son fácilmente manipulables y además la historia viene demostrando que solo actúan de forma violenta. Es decir, las masas no son peligrosas de por sí, sino que pueden ser manipuladas y los actuantes pueden tener malas intenciones.