Mi Primer Novio De Adolecencia

Introducción

Algunos me miraban, otros ni siquiera se atrevían a mantener contacto visual conmigo,  después de todo quién querría hablar con una chica como yo. Empezaré desde el inicio de mi historia, era el primer día de clases después del verano, me fijé en Nauzet, un chico de 15 años, más alto que yo, de ojos verdes, de pelo marrón y con una sonrisa maravillosa, pero para mi desgracia era el mejor amigo de la chica más popular de toda mi clase. 

Desarrollo

Para mi Nauzet era un chico inalcanzable, ya que tenía muchas pretendientes mil veces más guapas que yo. Nunca llegué a pensar que se fijaría en mí, pero una tarde haciendo un proyecto con unas compañeras me llamó un número desconocido y lo conteste, no recuerdo mucho lo que me dijo Nauzet y sí, era él, ya que reconocí su voz. El caso es que fue muy rápida la llamada y solo recuerdo que me dijo que me encontrara con él delante del instituto a las seis, decidí ir, ya que a esa hora no tendría nada que hacer. 

Eran las seis y yo ya estaba llegando al instituto, desde lejos podía ver qué había demasiada gente, me asuste un poco pero seguí caminando. Cuando ya estaba en la entrada del instituto, vi a Kenzie, la mejor amiga de Nauzet y a su grupito de amigas, pero a él no lo vi, se me acercó Kenzie y me dijo:

¿Cómo sabías que estábamos aquí? Me pregunto ella con un tono molesto.

Yo me quede callada, bastante desconcertada sin saber que decirle, puesto que sabía que no le gustaría la idea de pensar que Nauzet y yo habíamos quedado. En ese momento pude ver a Nauzet viniendo hacia mí y rapidamente me agarro de la muñeca para alejarme de ellas, me llevó a un parque cercano y me confesó su atracción por mí. Al principio no entendía nada, no me lo creía y además estaba muy nerviosa porque nunca había tenido novio.

Esa misma tarde me llevó a su casa, mis padres iban a estar fuera de casa unos días por su trabajo así que nadie se daría cuenta de que estaba con él, me pidió que me quedara esa noche con él y le dije que no, note que se enfadó conmigo porque quiso que me fuera de inmediato.

Cuando llegue a casa estaba muy confundida, no entendía por qué Nauzet se había enfadado conmigo y le pregunté qué podría hacer para que me perdonara, me dijo que lo único que podía hacer era enviarle una foto de mí enseñando todo mi cuerpo al descubierto, aunque me habían dicho que era muy peligroso enviar este tipo de fotos, no le di importancia porque Nauzet me transmitía mucha confianza y sabía que él no era capaz de difundir una foto asi, y se la envié. Me dijo que ya no estaba enfadado y que todo estaba bien.

El lunes de la semana siguiente fui a clase como normalmente voy, después de todo yo creía que eso de pasar fotos de ese estilo lo hacía toda la gente de mi edad, pero durante el recreo cuando atravesaba los pasillos del instituto podía notar como mis compañeras no apartaban la mirada de mí, y me pareció extraño. Hubo un momento en el que fui al baño y cuando me estaba lavando las manos, entro mi amiga Alicia muy angustiada enseñandome aquella foto, me quede boquiabierta ¡CÓMO ERA POSIBLE QUE ALICIA TUVIERA ESA FOTO!, me dijo que la habían publicado en las redes sociales y que todo el instituto tenía esa foto. Empecé a llorar sin saber qué hacer, sabía que el responsable de todo esto era Nauzet. 

Decidí irme a casa, pero no podía hacerlo sin antes coger mis libros de la taquilla, al abrir la taquilla cayó al suelo una nota en la cual me decían cosas muy desagradables, no sé por qué sabía que las que la habían metido en mi taquilla eran Kenzie y su grupito de amigas. Ya harta de todo esto me devolví a mi casa corriendo, al llegar subí a mi habitación, cerré la puerta y me tiré a mi cama a llorar, mis padres no estaban y me encontraba completamente sola. De repente una voz en mi cabeza comenzó a decirme: ¿por qué no te vas de este mundo, después de todo a nadie le importaría, no crees?, ¿sería mucho mejor si te suicidaras?, ¿por qué no te matas así dejaras de sentir ese dolor en tu corazón?, ¿es la mejor opción, no crees?

Conclusión

Me sequé las lágrimas y decidí escribir una carta de despedida, pensé que sería lo mejor para mis padres, mis últimas palabras. Cuando había terminado de escribir decidí hacerle caso a esa voz de mi cabeza, yo hacía lo que la voz me indicaba, baje hasta el garaje y cogí una cuerda, después subí a mi habitación ate la cuerda a la lámpara de mi cuarto y, me subí a una silla, puse mi cabeza dentro de la soga y después de recordar por todo lo que había pasado con lágrimas  en los ojos, salte y acabe con todo mi sufrimiento en un pequeño instante.