Nacionalidad Como Factor De Conexión

En las discusiones del derecho internacional, la nacionalidad (ciudadanía) se considera uno de los componentes de la personalidad. Otro concepto relacionado es el estado personal que se discute en el Derecho internacional privado. La orientación de la nacionalidad se determina en función de cómo los individuos, las personas jurídicas o físicas, se colocan en diferentes países del mundo, sus materiales y aspectos espirituales, su estatus político y su nacionalidad original o adquirida a través del nacimiento o el matrimonio

El término ‘nacionalidad’ tiene muchas connotaciones legales, así como su connotaciones teóricas y políticas. A los fines de esta discusión, el término ‘nacionalidad’ se utiliza según lo definido, con bastante éxito, por Marida kis: La nacionalidad es un vínculo de derecho público entre un individuo y un país o estado, según el cual ese individuo pertenece a las personas de ese país o estado.

Como se mencionó, la nacionalidad es importante en varias áreas del público. ley. Aquí, discutimos la nacionalidad como un factor de conexión que designa el ley aplicable al estado personal de un individuo (persona física).

El concepto de origen (origo) se remonta al grecorromano veces, aunque los conceptos adoptados en las antiguas leyes y costumbres de Grecia y Roma no corresponden a los términos modernos de nacional (ciudadano) o extranjero (no ciudadano). Sea como sea, la identidad de un persona como ‘ciudadano’ de una ciudad-estado griega o del Imperio Romano significaba que las leyes privadas de la patria de esa persona se aplicarían a cuestiones de estado personal. El mismo concepto de origo resurgió más tarde, durante los siglos V y VII d. C., cuando el ámbito de aplicación de las leyes medievales de las tribus francas y germánicas (leges barbarorum) dependían del origen tribal de una persona

El concepto de nacionalidad tal como lo conocemos hoy apareció cuando el Se crearon estados modernos. A partir de 1800, la nacionalidad jugó un papel importante. papel importante no solo para el cultivo de una ‘conciencia nacional’ y ‘Identidad estatal’, pero también por razones de política migratoria. Como personas estaban en movimiento a través de continentes y océanos en busca de un mejor vida, algunos países, como los Estados Unidos y el Reino Unido dom, se convirtieron en países de afluencia de población, mientras que otros países

Los intentos, como Alemania y Grecia, fueron países de salida de la población. Lation. Elegir la nacionalidad como factor de conexión se convirtió en un importante Tant decisión política para los últimos países de salida, ya que mantuvo el vínculo de esa persona con la patria. Por lo tanto, un inmigrante griego a Estados Unidos tomaría la ley griega con ella. A los ojos de Grecia ‘, la ley griega se seguiría aplicando como ley personal de los griegos Residente en el extranjero. La aplicación de la ley griega nacional fue considerada trató de ser parte de la herencia de ese inmigrante

Esa herencia también pasar a la posteridad de esa persona. Por lo tanto, el sistema de jus sanguinis prevaleció en cuanto a la adquisición de la nacionalidad griega. Una persona nacido de padres griegos en cualquier parte del mundo adquiriría automáticamente la nacionalidad griega

Como factor de conexión, la nacionalidad dominó la escena en el pri‐ vate derecho internacional de Europa continental. Las normas de la ley sobre el matrimonio, los incidentes de matrimonio, el divorcio, los hijos y la sucesión señalaron la ley nacional (lex patriae), mientras que la ley de domicilio conservaba una función subsidiaria, aplicable solo en casos de apátridas o en los raros casos de ausencia de los cónyuges ‘ domicilio común. 

Sin embargo, en la década de 1990, un cambio en la demografía global comenzó a hacerse más evidente. Países de salida de población, como Grecia e Italia, se convirtieron repentinamente en países de afluencia masiva de inmigrantes del este. Pronto, los países del Mediterráneo se convirtieron en los principales puertos de entrada para los migrantes que cruzan de Asia a Europa. Las leyes de inmigración y asilo en Grecia han sido enmendadas varias veces en los últimos veinte años para hacer frente a la nueva realidad social.

También se realizó un cambio significativo en la ley de nacionalidad, incorporando El principio doublejus soli. Pero, las reglas de elección de ley promulgadas en el Código Civil griego de 1946, que se basaban en el principio de nacionalidad, permanecieron sin cambios. Con base en estas reglas, un juez griego recibió instrucciones de aplicar la ley de la nacionalidad de un migrante, como La ley aplicable a las cuestiones de estado personal. Para determinar la validez de un matrimonio o un testamento, o la existencia de un divorcio, o los requisitos de paternidad con respecto a un migrante en Grecia, el juez griego tuvo que tomar nota y aplicar la ley nacional de ese migrante. Pronto griego los jueces tenían que conocer la ley albanesa, la ley afgana, la ley siria, la ley turca o la ley de la sharia, según sea el caso Varios comentaristas en Europa continental identificaron rápidamente la necesidad de alejarse de la estricta aplicación de la ley de nacionalidad.

Lo cierto es que ha ido evolucionando el trato que se le da a los extranjeros en todos los países del mundo. Desde la etapa donde no se conocía el elemento extranjero, en la que se trataba con agresión a los que no pertenecían al país respectivo, ello luego cambió a la llamada hospitalidad a los extranjeros que se practicaba en la antiguedad, posteriormente aparece el derecho de aubana, que también se le conocía como albana o ius albinagii era el derecho que se instauró en la época feudal, donde el señor feudal reconocían la herencia de una persona que no era del territorio (extranjero) muerto, entonces en general, de esas formas es como se planteaba la igualdad que hay entre las personas nacionales y los extranjeros, para que así hagan uso y goce de los derechos que pertenecen al país específico.

Es importante entender que los factores de conexión son tomados en consideración y sopesados ​​por los tribunales y los árbitros, al determinar la ley adecuada que  se aplicará al decidir el caso o disputa.

En Latinoamérica, los países tienen actualmente una legislación más avanzada al respecto, porque reconocen que los extranjeros y los nacionales tienen los mismos derechos civiles, y es con ello que se está instaurando el principio de igualdad, pero ello tienen límites porque está prohibido que las pretensiones de los extranjeros superen a lo que se reconocen en el ordenamiento jurídico del estado específico, y si se llega a eso sería ilegal.