No yo: Individualidad como Parte de la Identidad
En una sociedad en la que se espera que uno se ajuste a las masas, mantener la individualidad puede ser una tarea difícil. También es, sin embargo, una tarea vital para la identidad de un individuo. En el mundo, hay personas que simplemente siguen a la manada, y luego están aquellas personas que se esfuerzan por liderar y ser su propia gente. El primer grupo de personas se pierde en la confusión de la vida; intentan integrarse, y tienen éxito, haciéndolos casi invisibles. El segundo grupo, sin embargo, exige el respeto de la sociedad y, en última instancia, comprende mejor su identidad. Si bien se respeta la individualidad, pasar tu vida tratando de ser como otras personas te hará perder de vista quién eres realmente. En efecto, la individualidad es similar al liderazgo, mientras que la conformidad es similar a ser un seguidor.
Una persona que es un individuo tiene varias características clave. Una de ellas es su mentalidad, que parece decir: ‘Acéptame como soy. Si no puedes hacer eso, entonces eres tú quien se está perdiendo, no yo’. Al mantener esta actitud, las personas nunca sienten que deben tratar de impresionar a nadie o actuar de una manera que otra persona lo haría para complacerlos. Una segunda característica del individuo es la autoconfianza. El individuo está satisfecho con quién es, y eso es suficiente para ellos. El individuo no se avergüenza de sus defectos y aspectos únicos y, por lo tanto, a menudo puede utilizar estas cosas de una manera positiva. Además, la confianza que los individuos tienen en sí mismos exige el mismo tipo de confianza y respeto de quienes los rodean.
A veces, un actor puede estar tan inmerso en un papel que se ‘convertirá’ en su personaje. Del mismo modo, las personas que pasan su vida tratando de adaptarse a un molde terminan perdiendo su identidad. Trabajan arduamente para reprimir sus propios pensamientos y deseos con el fin de encajar, y, finalmente, simplemente olvidan estos pensamientos y deseos. Cuando cada pensamiento en la cabeza de una persona es contrarrestado por una vocecita que dice: ‘¿Eso me hará parecer estúpido?’ o ‘¿Eso es lo que todos los demás piensan?’ la persona comienza a cuestionar inconscientemente todo lo que piensa. El resultado es que los pensamientos que finalmente se expresan (si es que lo hacen) han pasado por una serie de revisiones y no son los verdaderos pensamientos de la persona en absoluto. Si una persona revisa constantemente sus pensamientos de esta manera, sus propios pensamientos verdaderos se vuelven superfluos para él, permitiendo que su identidad se deslice entre sus dedos como la arena a través de un colador.
Como su individualidad es una parte importante del mantenimiento de su identidad, debe tomar medidas para mejorar su actitud hacia usted mismo. Primero, debes reconocer, admitir e incluso abrazar tus defectos. Esto te ayudará a aprender a amarte a ti mismo por lo que eres, en lugar de sentirte inseguro por lo que no eres. A continuación, debe llegar a la conclusión de que lo que usted piensa de sí mismo es mucho más importante de lo que piensan los demás. Finalmente, debes desarrollar confianza en ti mismo y en tus ideas y encontrar el coraje para poder expresarlas. Nunca debes tener miedo de ser tú mismo, porque la vida es demasiado corta para ser como otros quieren que seas.