Opinión Crítica Y Definición De Masculinidad
La masculinidad es una serie de tendencias o reglas que los hombres deben de seguir para autenticar su hombría. Estas reglas se componen de una serie de comportamientos, valores, características, actitudes, etc. Las cuales son atribuidas dependiendo la cultura e historia de cada comunidad o grupo de personas. Por lo tanto, es evidente pensar que podemos encontrar diferentes tipos de masculinidades en las distintas sociedades. Entre estos tipos, destacare uno denominada “micromachismos”, la cual es practicada en la mayoría de grupos y culturas, es definida como una serie de actitudes de violencia y superioridad por parte de los hombres hacia la mujer, sin embargo, tales actitudes son socialmente aceptadas y no vistas realmente como violentas. Entre estas actitudes encontramos a la famosa “caballerosidad”, que en la actualidad es muy aceptada y, de hecho, bien vista. Es aquí cuando surge la problemática a tratar, ¿Es la caballerosidad algo malo? ¿Cómo algo que incluso halaga de cierta manera a la mujer puede ser considerado como violencia? ¿Qué efectos psicológicos causan estas acciones que son las que las llevan a ser violentas? O finalmente, ¿Qué dice esto de la mujer o del hombre?
Empezaremos por definir que es caballerosidad. Según la Real Academia Española, se define como: “hombre que se comporta como un caballero (con distinción, nobleza y generosidad)”. Vale la pena preguntarse entonces si la caballerosidad es un término que solo deba atribuírsele a los hombres, ya que los valores de generosidad, nobleza y distinción, son, de hecho, valores con los que tanto las mujeres como los hombres deberíamos contar. Entonces, ¿Por qué este término es especialmente atribuido a los hombres? Anteriormente, en la época medieval, se denominaba como caballero a aquel hombre de origen noble que, debido a su posición económica, usaba al caballo para desplazarse, lo cual, era algo distintivo de personas con riquezas y poder económico, además de que, precisamente la masculinidad de estos jinetes, consistía en tener características de nobleza, valentía y solidaridad. Y por supuesto, cualquier mujer quería andar con un hombre de tan elevada índole. Cabe recalcar que, para estos tiempos, las mujeres tampoco tenían suficiente valía aun dentro de la sociedad y eran vistas como las encargadas de casa o quienes debían cuidar a los hijos, y por tanto eran los hombres quienes elegían a la mujer con quien querían estar y se encargaban de brindarle protección y sostén para que ella pudiera vivir de manera tranquila. Sin embargo, con el paso del tiempo, solo quedaron las características de estos hombres y se volvieron modelos a seguir para que, como explique qué sucedía en la antigüedad, las mujeres desearan salir con dichos caballeros.
Pero claro, estos comportamientos están ahora adaptadas a los tiempos actuales, ya que evidentemente en estos tiempos los hombres no tratan de hacer lo que un caballero de aquellos tiempos hacían por sus damiselas, ya que simplemente ya no nos encontramos dentro de ese contexto y por lo tanto muchas de las situaciones simplemente ya no se presentan actualmente, pero claro, aun así dichas características no se podían quedar atrás, pero ahora, en lugar de ser actos que se realizaban por mera necesidad debido a la situación histórica, ahora son más usadas en forma de coqueteo y las podemos traducir como: el que un hombre pague la cuenta al salir con la chica, el abrirla la puerta a la chica al llegar a un establecimiento o al bajar de coche, el llevar a la mujer de un lado especifico de la calle, etc. Sin embargo, recordemos que las mujeres han pasado por bastantes luchas para comenzar a hacer valer sus derechos como iguales, para que los hombres y las mujeres vivamos en un espacio de igualdad de género sin distinción alguna, por lo que ninguna de estas actitudes son necesarias ahora y por consecuente, no son acciones que deben de ser únicas de los hombres, sin bien, es verdad que funcionan como coqueteo y hacen sentir a la mujer halagada, no es algo que se deba exigir ni mucho menos contar con ello como una acción que se deba de hacer.
Ahora, tampoco esto es algo por lo que deba culparse a los hombres, ya que ellos simplemente están cumpliendo con estas reglas que mencionaba en un principio, haciendo referencia a las masculinidades. Estos comportamientos son enseñados desde el núcleo familiar, con el simple trato diferente que dan los padres hacia sus hijos o hijas, y son reforzados en la convivencia con otros hombres, quienes, a la vez, por el deseo de ser aceptados en los distintos grupos de varones, los refuerzan aún más, copiando a su vez, actitudes los unos de los otros, y es en este punto, donde pude llegar a surgir un machismo mucho más dañino, debido a crecimiento o reforzamiento que dan a estas actitudes. Y cabe decir que, de hecho, lo mismo sucede con las mujeres, quienes también son enseñadas desde un inicio a que los hombres deben de tratarlas de una cierta forma. Por tanto, podemos comenzar a sacar la conclusión de que esto no es más que el resultado de la imposición de la sociedad sobre los individuos, ya que, como dijo Simone de Beauvoir: “los hombres no nacen, se hacen”.
Y finalmente, responderé a la interrogativa de por qué ahora estos actos son mal vistos o tomados de una manera negativa en algunas ocasiones, que efectos psicológicos tienen estos, o que podrían querer dar a relucir. Como lo mencioné anteriormente, los caballeros en la edad media se encargaban de brindar protección a sus mujeres, esto debido a que ellas no tenían realmente palabra o valía en la sociedad, entonces, actualmente se podría llegar a pensar lo mismo acerca de esto. Se tiene la idea de que los hombres lo hacen porque no creen a la mujer sea suficientemente capaz, la ven como débil y como si fuese su deber protegerla. Y no solo esto, sino que también podríamos relacionar con este hecho la supuesta superioridad masculina. El hombre, al ser superior en cuestión emocional, mental y física, debe encargarse de la mujer, lo cual es una idea ya bastante ambigua y errónea que, precisamente se intenta erradicar de las nuevas generaciones. Lo que quiero decir con esto, es que esto puede reflejar en muchas ocasiones la desigualdad de género viendo al hombre superior y a la mujer inferior. De aquí radica la molestia de muchas personas y sobre todo, de hecho, feministas, que precisamente luchan para acabar con esta distanciación entre ambos géneros.
Como conclusión, las masculinidades son una serie de características, casi normas, que la sociedad impone para dar valía a la masculinidad de un hombre que entre ellas podemos encontrar la caballerosidad, la cual comienza a hacerse un tema bastante tocado y discutido en la sociedad debido al supuesta discriminación que se hace a la mujer con esto actos. Recordemos que si en la antigüedad estos actos eran realizados era debido a la necesidad que de hecho había en estas época, pero actualmente ya no está, ni se ve bien el tomar estas actitudes, sean o no aceptadas por la sociedad. Tanto a mujeres como a hombres se nos inculca el tomar estos principios, pero es hora dejar de reproducirlos y comenzar a hacerlos no exclusivos de los hombres, ya que la gentiliza, valentía y nobleza no son valores que solo ellos deban platicar, si no que todos juntos debemos comenzar a usarlos para mejorar nuestra convivencia como sociedad.
Finalmente, yo considero que estos actos, aunque si bien son bastante halagadores y personalmente yo no los veo y nuca los he visto mal, si son algo que podría marcar una clara desigualdad entre géneros lo cual implica un enorme problema, ya que no está solo en la convivencia los unos con los otros si no que también la podemos ver a la hora de querer realizar cierta actividad, practicar cierto deporte y trabajar en cierta área. Así que si este caballerismo solamente está fomentando esta separación y diferencia entre hombre y mujeres, lo mejor será dejar de practicarla lo antes posible y esto se empieza con la educación de lo más pequeños. Dejemos de fomentar estas prácticas como exclusivas del hombre, ambos géneros podemos cumplirlas.