Origenes de la Lengua Castellana y su Crecimiento Lingüístico
El presente ensayo pretende identificar los orígenes de la lengua castellana, tema de vital importancia para el ejercicio docente, la comprensión del idioma y la comunicación en los entornos de aprendizaje, sociales y culturales.
La historia del surgimiento de la lengua castellana hace referencia a la descripción cronológica de las influencias históricas, políticas, entre otras que determinan su crecimiento lingüístico.
Según algunos historiadores, La lengua castellana, nace en el año 987. Se tiene registrado que en el Monasterio de San Millán de Cogolla los monjes anotaban al margen de algunos escritos las “traducciones” del latín a la lengua vulgar. Con el transcurso del tiempo el latín se dispersó y dio paso a nuevas lenguas. Es cuando producto de la unión en matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, el castellano pasó de ser un dialecto regional a convertirse en la lengua nacional de España y se le comenzó a llamar lengua española. Por castellano comenzó a entenderse entonces el dialecto de Castilla, Aragón, Murcia, Andalucía, Asturias, Galicia y Navarra. En cambio, el español, o la lengua española, era la lengua hablada en el Reino de España.
Se encuentra que el momento decisivo de la unificación del castellano como lengua se da durante el reinado de Alfonso X “El Sabio”, quien ordenó componer las grandes obras históricas, astronómicas y legales en castellano como lengua culta.
Títulos como “La Celestina” (Fernando de Rojas, 1499) y “La primera gramática del castellano” escrita por (Antonio de Nebrija, 1492), permiten ubicar en el tiempo sucesos de gran importancia como la toma de Granada por los Reyes Católicos y el descubrimiento de América. Durante este tiempo se toma el español como sinónimo de castellano, y es en consonancia con estos episodios que podemos entender que cuando los conquistadores llegan a América, imponen su lengua y la extienden con su poder en gran parte del territorio.
En el siglo XVI se presenta un gran fenómeno en la historia literaria de la lengua española ya que aparecen autores y sus títulos que sientan las bases de lo que hoy se estudia con respecto a los orígenes del castellano y con las cuales se puede conocer con detenimiento el transcurrir de la vida en la época, su cotidianidad, sus sentires, sus batallas, en fin los relatos de sus historias; entre ellos “La Celestina” (Fernando de Rojas, 1499), “El Lazarillo de Tormes” (Anónimo,1555), “Una epístola dedicada a Boscán” (Garcilaso de la Vega,1519), “Cánticos” (San Juan de la Cruz,1577), “Una Canción” (Luis de Góngora,1580) ,“La Arcadia” (Lope de Vega, 1598), “El Quijote de la Mancha” (Miguel de Cervantes Saavedra,1605), y “La Cuna, La Sepultura” (Francisco de Quevedo, 1634).
En el año de 1713, por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, se fundó la “Real Academia Española”; En 1714 Felipe V la colocó bajo su “amparo y Real Protección”. El propósito de la RAE fue “fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza”.
En conclusión llegar a fortalecer la lengua castellana fue un proceso determinado por luchas y expansión de los territorios, sus conquistas y el poderío de los líderes que consideraban culto el lenguaje castellano, lo cual permitió el florecimiento del español como potencia lingüística, literaria, artística, educativa, en fin, producto de esta evolución, hoy es la cuarta lengua del mundo en cuanto al número de hablantes y de los cinco mil idiomas, subdivididos en infinidad de dialectos, que se hablan actualmente en el mundo la lengua española junto con el inglés son las más utilizadas en la comunicación entre personas de diferentes países.
