Pensar Y Escribir: Razones Para Ello
Originalmente escribí este texto para mi blog, pero lo comparto como una forma de expresarles mi proceso de catarsis entorno a la escritura, espero poder ir generando una especie de autoretrato literario para luego pasar a algunos de mis textos, si hay críticas, las recibiré abiertamente.
Les indico, soy disléxico, tengo una fuerte tendencia a cambiar sílabas en palabras por sílabas que suenan igual pero se escriben diferente, pero de esto les hablaré luego, acá el texto que les presento hoy.
Pienso que me gusta escribir porque me gusta pensar, escribir exige poner el pensamiento en orden, hacerlo coherente y darle un sentido, podría escribir como Lispector y que las ideas caigan como el agua de los altísimos saltos, o como los poetas que antaño escribían versos como incesantes olas de un mar que aborda la playa.
Me gusta Whitman porque es un ser humano, y me gusta Massiani por la misma razón, dicho de esta manera puede sonar ridículo, pero no, ahora hay científicos de la poesía y escriben bajo formula un poema que se replica incesante, que toca como toca la cocaína, el lsd o la marihuana, afectando el alma del testigo, de manara artificial, como haciendo un masaje cardíaco a un cuerpo muerto, pero el neurótico poeta confía que esta formula esta haciendo algo real que los latidos sobre su mano son de vida y no su propia mano obligando al músculo a contraerse y expandirse, esto no es humano y no sé que sea.
Hace un rato abuela me dio café y un pedazo de pan sin sal, humedecí el pan y me lo lleve a la boca, sentí nostalgía y me puse a ver un video de Benigni en que decía como se hizo poeta en una película, quise pensar en que momento me hice poeta, pero no lo recordé, no hubo un punto de quiebre, solo sé que cuando me hice consciente ya quería ser escritor y mago, pero no cualquier mago quería ser sabio, lo de mago tal vez nunca lo logre, lo de escritor lo hago con mucho afán y mucho deseo, con mucho esfuerzo y mucho tesón, pienso que me cuesta más que a los demás aunque a la mayoría les parezca que escribo fácil. No entienden que yo vivo haciéndolo, por ejemplo, ayer en la noche llego un señor a pedirme trabajo para que le pagara ‘algo’ para darle comida a sus hijos, yo pensé que no tenia nada, y era cierto, que ya no había nada que yo lo pusiera a hacer para trabajar, pensé que tenía la voz de un hombre honrado y muy diligente, que andaba sucio y con un saco, signos de que había intentado conseguir dinero trabajando, que sus niños lo esperaban, que debían dolerle los pies porque los zapatos estaban deshechos y que bajaba ligeramente la mirada, casi imperceptible, pero sentí que era un signo de leve suplica, pensé en el 24 y pensé en los niños, y pensé en lo injusto y pensé en mi debilidad, pensé que podría escribir algo, pensé que la escritura no lo salvaría a él, que la escritura no salva del hambre y luego tras apenas un segundo le dije que solo podía darle agua, la bebió y se fue, yo pensé en muchas cosas y me arme una historia, cuando escribo a veces solo recuerdo una de estas historias, por ejemplo al escribir esto pienso en Bastián Baltasar Bux y su biblioteca, por lo cual vuelvo a Massiani quien en su Carta a la juventud que escribe dice que escribir es cuestión de la memoria.
Por eso, sobretodo por eso, yo soy atemporal en mis deseos y perenne en mis convicciones, cada palabra escrita la he pensado hasta disolverla en mi interior, no tengo nada que pedir o renegar, he escrito mal y bien, y lo he hecho siempre siguiendo mi máximo deseo, me leí la carta de Asimov y se me quedó grabada la frase de que el ser escritor es superior a ser presidente, leí a Eduardo Liendo y leí a Hemingway, leí El lugar del escritor de Victoria de Stefano, leí las cartas que Rilke escribió a Kappa, sentí tan mio el prologo del Gabo a 12 cuentos peregrinos y pensé que los escritores siempre quieren multiplicarse, quieren darle a otro un poco de luz, que esa era una forma de ser mago, porque la magia a diferencia de la ciencia puede hacer de algo de la nada, entonces pensé en Jonuel Brigue, pensé que podíamos ser cada uno a momentos el pequeño arquitecto del universo.
Pienso que me gusta escribir porque me gusta pensar, que pienso cosas muchas y que busco hacer poesía, y a veces, por un pequeño accidente, lo logro.