Poesía en las Escuelas Primarias: Problemas Educativos por Exclusión de la Literatura en Paraguay

Concienciación sobre la lectura de obras de escritores paraguayos

Las lecturas, en especial las literarias, tienen enormes efectos como en la satisfacción y deleite en el ámbito artístico, desarrolla la creatividad, la imaginación, enriquece el vocabulario, mejora la atención y la concentración, proyecta valores y reflexiones, contribuye a formar la comprensión artística, desarrolla la capacidad de competencia comunicativa – lingüística y ofrece una sutileza del comportamiento ya que refleja la vida, la cultura y costumbre de los pueblos.

Según la fuente “Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes”, la literatura paraguaya es una de las más grandes y desconocidas de Hispanoamérica y según “Portal Guaraní”, las primeras manifestaciones literarias datan del siglo XVI, los escritores más emblemáticos y conocidos fuera de nuestro país son escasos, Josefina Pla, Gabriel Casaccia, Elvio Romero, Rubén Bareiro Saguier y Augusto Roa Bastos. La historia de la literatura hispanoamericana no incluye a ninguna poetisa paraguaya nacida antes del año 1900, aunque el desconocimiento no implica, que no exista una obra escrita.

El siglo XIX es como un patio baldío en la creación literaria paraguaya, la epoca de la dictadura del Dr. Francia eliminó las prácticas literarias en nuestro país.

Posterior a la dictadura del Dr. Francia, sólo se conocen hasta la fecha algunos autores que se han dedicado principalmente a la poesía, como lo es Natalicio Talavera, y algunos literarios aislados, ya que el daño que dejó la Guerra de la Triple Alianza admitió que se interrumpiera estas actividades literarias.

Unos años después, la querida tierra guaraní se ha dedicado a la reconstrucción durante el último cuarto del siglo XIX, emprendió las primeras producciones literarias importantes, pero éstas, fueron apareciendo en pleno siglo XX.  

Durante este siglo, la práctica de la literatura se incrementa lentamente hasta el punto de lograr el máximo exponente en los poetas de la Generación de los 40. Entre ellos se encuentra Augusto Roa Bastos, el escritor más universal de la raza guaraní, y a partir de 1960, fueron apareciendo más obras y en la década de los 80, por primera vez, un conjunto de editoriales favoreció la publicación de nuevos autores.

Desde finales de los 80, se aprecia el aumento notable de la producción narrativa, frente al escasísimo número de obras de este género. Asimismo en este siglo, nace la literatura escrita por mujeres paraguayas, que tuvo mucha importancia, ya que en momentos muy difíciles de sus vidas y la de sus familiares utilizaron las palabras, las hojas y los lápices para describir nuestra nación, la primera poetisa fue Teresa Lamas Carísimo de Rodriguez-Alcala que en su niñez, le gustaba visitar a sus abuelas y tías, quienes le contaban el pasado heroico y trágico de las residentas, en su alma sensible con aquellas historias y con el transcurso de los años sintió la necesidad de escribir lo que le habían contado, fue así que a los 34 años sacó a luz su primer libro de “Tradiciones del Hogar”, el que daba el testimonio de muchas vivencias de la Guerra Grande.

En el mismo siglo, nació la escritora Josefina Plá, una mujer de nacionalidad española, pero ayudó bastante a revivir, destacar y abrir nuevas dimensiones en la literatura de nuestro país. También surgieron como escritoras; María Luisa Artecona, Dora Gómez Bueno de Acuña, Ida Talavera de Fracchia, Carmen Soler, Ana Iris Chaves de Ferreiro y otros.

La escritora Ana Iris Chaves de Ferreiro creció en un momento de auge de las poetisas, de ahí a que se inspiró y se introdujo al mundo de las letras y la cultura. Como escritora, refirió sus obras en los usos y costumbres de nuestro país, lo tradicional, y otras obras en el estado de la mujer guaraní, cuyas obras suelen ser muy amenas y breves. Se le consideró como la protagonista e impulsora de la literatura escrita por mujeres en el Paraguay, ha trabajado en la incorporación masiva de la mujer al mundo de los libros.

En su cuento titulado “El Guerrillero” trata de una persona llamada Jorge, quien participó de una guerra donde las balas pasaban como silbidos encima de su cabeza, y de tanto miedo que tenía, pensó que ahí dejaría de vivir, su lucha, el deseo que tenía de que ahí se acabaría. Una persona, ¿Tendría miedo de que lo mataran?

¡Por Supuesto!, Ana Iris Chaves al momento de escribir este cuento, se puso en el lugar de Jorge, un hombre que sabía que las balas buscaban su cuerpo, buscaban tumbarlo boquiabierto en la arena polvorienta, pero también la escritora sabía que una persona que tiene coraje de enfrentar a los oponentes, lo haría pensándolo bien.

Entonces, calificó a Jorge como una persona valiente, al igual que sus compañeros, porque tenían en cuenta que la consigna es “seguir adelante, siempre adelante” nunca ser una faena de cobardes aún sabiendo que la muerte los estaba abrazando poco a poco. En este cuento narra la valentía, el poder decisivo y el espíritu aventurero de un hombre en los lugares y momentos de mucha tensión, de peligrosos y de extrema incertidumbre, que el miedo es solo un estado de circunstancias, que pensar bien antes y decidir por una estrategia ideal para luego proceder, es lo esencial para lograr un objetivo deseado.

Valores humanos en la literatura

La literatura es una aventura infinita que ofrece una amplia escala de valores humanos. Expresa belleza, deleita y enseña. La literatura es la suma de todo lo que mejora, enaltece y hace más humana la vida del hombre; aunque no tenga una función utilitaria, promueve satisfacciones espirituales.

La literatura ofrece los siguientes valores:

1. Sensibiliza a las personas hacia otros seres humanos.
2. Nutre la conciencia del lector y ofrece elementos de reflexión que estimulan su desarrollo personal y social.
3. Reflexiona acerca de la condición humana, la vida, la muerte y nuestro paso por el mundo.
4. Es un medio eficaz para interpretar la realidad, dar a conocer formas de pensamiento, expresar contenidos espirituales. Invita al lector a desear una realidad mejor.

Las obras literarias propugnan: 

• Una actitud hacia la vida: Tanto la poesía como la narrativa, aunque traten temas intrascendentes de la vida cotidiana, pueden transformase en una actitud frente a la realidad cotidiana. Quien tiene el hábito de la lectura, ve la vida diferenta de quien no lo tiene.
• La literatura sensibiliza; el lector adopta siempre una actitud más humanitaria luego de leer, sobre todo, las obras que presentan el sufrimiento colectivo, la opresión, la miseria. Por ejemplo, el poema titulado Los nadies de Eduardo Galeano no puede dejar de sensibilizar a quien lo lea:
• Que la vida del novelista sea la literatura y que haya optado por entregarse a ella se podrá tomar como una excentricidad más del talante artístico que ataca a poetas y escritores, pero al referirme ahora a un tema en el que me siento tan involucrada, trataré de ser objetiva y hablar de literatura como si fuera algo ajeno a mí, un fenómeno extraño o extranjero, aun a sabiendas de que para convencer al lector de que la literatura es una de las cosas más importantes de la vida no tengo otra opción que hacerlo desde la literatura misma.
• Literatura, al contrario de lo que esta sociedad mediática está empeñada en hacernos creer, no es sólo pasatiempo de lunáticos, vividores y holgazanes. Literatura es la única forma de vida posible para cualquier persona con afán y voluntad de ser algo o alguien en el mundo.

Aprender literatura es tan básico como leer y escribir con la finalidad de tener conocimiento práctico y estético. Y sin embargo, los burócratas de la pedagogía insisten en apartar la literatura de la educación primaria, secundaria y universitaria con el argumento de que la era informativa y tecnológica debe excluir de las aulas (y en consecuencia, de las casas y lugares de trabajo) aquellos libros nacidos de los sueños de novelistas y poetas. Aseguran los mediocres que la mal llamada biblioteca electrónica (resúmenes de resúmenes de libros) y los chats han convertido en algo inútil y caduco el arte del dominio de la idea y de la palabra. Nada más equivocado y absurdo. Los lectores estamos convencidos de que los sabios y profesionales que destacarán en años venideros serán aquellas personas capaces de trabajar la información con las leyes elementales, aunque no fáciles, del arte literario.