Principios De La Bioética En El Campo De La Odontopediatría
Como ser humano estamos en la búsqueda constante del equilibrio y bienestar. Nos apoyamos en profesionales que representan un papel primordial, ya que se dedican a investigar y estudiar a un nivel tanto físico como mental la necesidad de estos estados. Ellos como expertos tienen las capacidades y aptitudes para ayudar, y orientar a quienes lo necesiten. Sin embargo, es importante tomar en cuenta no solo su formación académica, sino su forma ética de llevar un consultorio y los valores que aplica en la misma.
En el caso de profesionales dentro del ámbito de la salud, es fundamental la aplicación de estos valores para el manejo de diferentes situaciones. Con este dicho, la bioética es un tema a considerar, ya que como profesionales tienen la responsabilidad debido a la confianza que los pacientes depositan sobre ellos. Para entender más a fondo que es la bioética, según Ferro T., M. J., Chapellin, A., Secola, R., & Zampella, V. la bioética es:
“La Bioética es el estudio de la conducta humana en el área de las ciencias de la salud, bajo una interpretación de valores, premisas y paradigmas, que junto con el conocimiento biológico; tiene como principal objetivo corregir y mejorar las decisiones y actuaciones de quienes se dedican a esta actividad.”
La bioética es la disciplina que rige responsablemente el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los individuos. Uno de los aspectos de la aplicación bioética que puede resultar en un obstáculo son aquellas decisiones relacionadas con grupos más vulnerables, entre los que se encuentran los menores de edad. Se debe tomar en cuenta varios aspectos que al relacionarse con un adulto ya no son necesarias debido a un nivel de madurez y la comunicación distinta la cual los menores tienen. Mientras que con un niño hay que considerar otros enfoques, ya que son más susceptibles a las decisiones y tratos de un adulto.
No se trata de solo la aplicación de la bioética a la pediatría sino, desde un marco general, como juega un rol interdisciplinar en el infante. Además, como no solamente se aplique a nivel de paciente cuando se trata de niños o adolescentes, sino también con la familia. Ellos son los representantes legales del menor edad, y quienes toman acciones por ellos. Por esta razón, ellos son quienes tienen que estar de acuerdo con el trato, el diagnóstico y tratamiento a seguir. Pero por sobre todo lo mencionado anteriormente, son también quienes deben velar por la conformidad del menor para así generar una comodidad dentro del espacio pediatra-paciente.
La bioética es la disciplina que rige en casos como este, y en muchos otros escenarios, la actuación de aquellos responsables del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los individuos. El humano es el fin para estudiar y aplicar métodos médicos, pero no puede ser el medio para conseguir dichos métodos. Para Ferro T., M. J. , Chapellin, A., Secola, R., & Zampella, V. (2012, febrero 17), los principios bioéticos son:
- “Principio de beneficencia: Se basa en el respeto a la persona y sus decisiones, implica responsabilidad, capacidad de obrar, actuación y respuesta hacia las mismas. Se dirige hacia el cumplimiento de los deseos y creencias de cada ser, como una persona individual. Se instaura la aplicación del consentimiento informado ante tratamientos médicos.
- Principio de no maleficencia Es el principio que contempla la actuación del personal de salud; en beneficio de otros. Consiste en el deber de hacer el bien, prevenir el mal, contrarrestar situaciones adversas que comprometan el buen estado de una persona y la no omisión de actuaciones que pudiesen incurrir en daños.
- Principio de autonomía: Significa la abstención en la realización de acciones que puedan perjudicar a un paciente. Estas normas morales implican no inducir el sufrimiento ni discapacidad evitable; debe prevalecer el beneficio sobre el juicio.
- Principios de justicia: Es la disminución de las desigualdades entre las personas. Se logra brindando la misma cantidad y calidad de atención al individuo”
Entendemos la implicación bioética que tiene dentro de la relación médico-paciente, como también ortopedista-paciente. Pero, ¿cómo se aplican los principios bioéticos en la odontopediatría?
“La relación médico-paciente en Pediatría, reúne tres componentes: el pediatra, el niño y su familia y la sociedad. El niño y su familia actúan guiados por el principio moral de autonomía; el pediatra por el de beneficencia; y la sociedad por el de justicia. El respeto por la autonomía no es equivalente a beneficencia. “Dicho por Castañeda García, C. M. (2012, Junio 14)
La odontopediatría debe velar por los Derechos Humanos de los Niños que se observen dentro del consultorio. Asimismo, encontrar herramientas para poder transmitir el bienestar del paciente a su familia, y la importancia de que ellos puedan continuar con este tratamiento dentro del hogar. El concepto de esta relación, considera como paciente al niño y a su familia (teniendo en cuenta sus valores), el cual conlleva la responsabilidad, por parte de la odontopediatría de ofrecer a los padres información adecuada y participación en decisiones terapéuticas. Esta aplicación puede empezar con pequeños pasos como es instruirles a lavarse los dientes.
El profesional debe abordar el tratamiento del niño cuidadosamente, respetando de que este tiene sus propios valores, que son formados muy lentamente, es decir que hay que iniciar cada procedimiento dando la mayor cantidad de información posible. No se puede esperar de forma inmediata su comprensión del tratamiento a seguir y resulta necesario reforzar a diferentes estados del tratamiento las instrucciones a seguir.
La odontopediatría también tratan un aspecto que tiene mucho impacto a nivel de autoestima. Los dientes son considerados como una formar de también evaluar la estética de una persona, y para así ayudar a sentirse conforme con su imagen. Por la misma razón, también hay que ser cuidadoso con el mensaje a transmitir, ya que a esta edad afecta a grandes rasgos. No solamente a nivel de comunicación, sino aplicando el tratamiento.
Es de suma importancia no asumir que el paciente conoce todos los conceptos compartidos y tratar de utilizar un lenguaje lo más simple posible, ya que se trata de niños y adolescentes. Al mismo tiempo, como profesionales se debe aclarar toda expectativa del paciente, y viceversa para tener una comunicación transparente.
Al no tener una canal de comunicación clara, se puede encontrar los siguientes obstáculos, propuesto por (Abed Avila, M. T., pg. 23):
- “Los niños no comprenden lo que les dicen y no actuarán apropiadamente de acuerdo con lo que se desea de ellos.
- Estarán convencidos de que su doctor no está preocupado por sus necesidades y comprenderlos ni por ser comprendido y de que no valora sus necesidades y sentimientos. La comunicación implica tanto transmitir, como escuchar.”
El consentimiento es un proceso que está centrado en la relación profesional-paciente, quienes en este caso son: el odontopediatría-menor-padres. El dilema del consentimiento se encuentra entre el principio de la autonomía del paciente y el principio de beneficencia del médico.
Es lógico que los menores no tengan noción sobre el tratamiento que vayan a seguir, sin embargo, cuando ya alcanzan una edad donde tienen capacidad para entender las implicaciones, su asentimiento para continuar con el proceso es obligatorio. Es tomar en cuenta su afirmación como parte del consentimiento.
En su práctica diaria, el médico se ve obligado a encontrar maneras distintas de poder abarcar el tratamiento de su paciente. La toma de decisiones médicas va de la mano sobre sus implicaciones éticas, y las mismas siempre se tienen que tomar en cuenta para medir el impacto que vaya a tener en el paciente. Esto no solamente aplica a médicos en todos sus diferentes ámbitos, pero tiene más auge como se mencionó anteriormente cuando se trata de grupos más vulnerables como es en el caso de los niños y adolescentes. Como profesionales, siempre se tiene que velar por la búsqueda del mejor interés del niño, tomando en cuenta la opinión, deseos y sentimientos para que su tratamiento se maneje con el mayor nivel de comodidad.
