Principios de las Personas y el Código Ético según el Relativismo
Introducción
Según la Teoría de Posición Ética las diferencias individuales en los juicios éticos en los individuos se basan teniendo en cuenta dos factores básicos: relativismo e idealismo (Schlenker y Forsyth). El relativismo es el grado en que un sujeto no posee una tendencia a adoptar a principios morales universales en su sistema ético personal. Para el relativismo, los absolutos morales deben ser rechazados, y las reglas morales existen en un contexto situacional, dependiendo de factores como el tiempo, lugar o cultura. Una persona que es altamente relativista creerá que los códigos éticos universales o los principios morales no son importantes al hacer juicios éticos.
Desarrollo
Dicha persona antepondrá en su análisis ético factores contextuales. Mientras, Aquellos con bajo nivel relativista enfatizarán más la importancia de la adhesión rígida a los códigos éticos, absolutos morales al hacer juicios morales (Forsyth) El segundo factor es el idealismo, que se define como el grado de preocupación de un individuo por el bienestar a los demás. Las personas con alto grado de idealismo conciben que el daño a los demás es evitable y prefieren no elegir entre el menor de dos males, por ejemplo, pues al elegir uno, igualmente tendrá efectos negativos para otras personas. Por otro lado, las personas con menor grado de idealismo, aceptan que a veces el daño a otros será necesario para producir el bien.
Así, estas dos dimensiones influyen en los juicios de cuestiones morales (Forsyth). Por ejemplo, Las personas altamente idealistas siempre tratan de evitar dañar a los demás y no ejecutará una acción que tenga un impacto negativo en otros. Por otro lado, un alto grado de relativista las personas sienten que las acciones morales son situaciones y dependiente individual, y al hacer decisiones que consideran la situación más que el principio ético que fue violado. Es importante además señalar que ambas dimensiones no son dicotómicas pues son conceptualmente diferentes. A causo de esto, las personas pueden tener altos grados o bajos en ambos factores.
Se pueden cruzar los dos factores para dar paso a una taxonomía de cuatro posiciones éticas donde las personas pueden adoptar uno de esos enfoques que son situacionismo, absolutismo, subjetivismo y excepcionalismo. La inclusión en uno de estos grupos está determinado por si una persona adopta valores idealistas o no idealistas por un lado, y cree las reglas morales son universales o no por otro lado. Los situacionistas: Los situacionistas son individuos que evitan los principios morales universales, ya que cuentan con un alto relativismo, pero que insisten en que se debe producir consecuencias positivas que den beneficio a todos los involucrados cuando se evalúa una situación que supone un matiz ético.
Los subjetivistas: Este tipo de personas poseen un alto relativismo pero bajo idealismo. Dado esto, rechazan las reglas morales universales, pero a diferencia de los situacionistas poseen un perfil egoísta en el cual no se orientan hacia el beneficio de los demás sino el interés propio. Absolutistas Poseen un bajo nivel de relativismo y alto nivel de idealismo. Consideran que uno debe esforzarse por producir consecuencias positivas y al mismo tiempo tener un estricto apego a los principios morales generales. Por ello condenan las acciones que por un lado afectan a la gente y a la vez violan absolutos morales fundamentales.
Conclusión
Excepcionistas: Según la teoría de posición ética, estas personas poseen un bajo grado de relativismo y de idealismo. Creen en principios morales universales, sin embargo también consideran que a veces esos principios causan unos daños inevitables y justificables, por ello dichas excepciones son permitidas. Para Forsyth contextualiza dichas posiciones en el contexto empresarial dando ejemplos en dicho entorno. Por ejemplo, cuando un empresario debe decidir si retener o dejar ir a un empleado que viola una regla de la empresa, arguye que un situacionista preferirá recopilar información antes de tomar una decisión.
