Prosperidad y la Pobreza: Por qué Fallan las Naciones
Introducción
Este trabajo está compuesto por una ficha técnica del libro, tratando de ilustrar los datos más relevantes del mismo. A continuación, se realizará un resumen del contenido de la obra, para pasar en las siguientes páginas a realizar una reflexión crítica de su contenido. Por último, se extraerán una serie de conclusiones obtenidas tras el estudio pormenorizado de la obra.
Además, cabe destacar que el enfoque que se le pone al trabajo es el análisis sobre la teoría de la prosperidad de las naciones, dejando un poco en segundo plano la herramienta que los autores utilizan para darle rigor a su teoría, la historia.
Resumen
El libro “Por qué fracasan los países”, escrito por Daron Acemoglu y James A. Robinson, trata de aportar una nueva y novedosa teoría sobre el desarrollo de los países, tratando de explicar los motivos por los que unos países en la actualidad son ricos y prósperos y por qué otros son pobres, basándose constantemente en la historia como fuente de ejemplos descriptivos para luego sacar conclusiones.
El primer paso que realiza el libro es el de descartar las diferentes teorías existentes sobre el por qué de la riqueza o pobreza de los diferentes países. Estas eran principalmente tres: la geográfica, que defendía que según donde estaban los países se podía conseguir o no el desarrollo, la cultural, según la cual son las diferentes culturas, modos de vivir, religiones y demás factores los que impiden o condicionan el crecimiento, y, por último, la ignorancia, que defendía que los países eran pobres debido a que no sabían qué políticas aplicar para tratar de conseguir el crecimiento.
Una vez rebatidas estas tres teorías, se adentra en el desarrollo de su teoría que se basa en que el factor determinante de la prosperidad es el tener unas instituciones, tanto económicas como políticas inclusivas, plurales, que impidan un poder arbitrario y que la población en general pueda tener un cierto grado de influencia en la política y puedan verse beneficiada de una mejor situación económica, un mejor nivel de vida.
A partir de esta teoría, desarrolla o explica tres conceptos fundamentales para el cambio de las instituciones de los diferentes países, que son los conceptos de: coyuntura crítica, círculo vicioso y círculo virtuoso. El primero se trata de que, a lo largo del tiempo, de la historia, se dan una serie de situaciones, de momentos históricos, que hace que las instituciones de un país puedan o no ser modificadas. Esta modificación depende en gran medida de las instituciones preexistentes en la propia sociedad. Algunos ejemplos serían, entre otros, la peste negra en Europa, la apertura al comercio con las colonias, la revolución industrial…
El círculo vicioso afirma que cuando un país tiene unas instituciones extractivas existen muchos y múltiples intereses a favor de que éstas lo sigan siendo, para seguir ostentando el poder político y, así, lucrarse económicamente. Por otro lado, el círculo virtuoso denota que, en sociedades con instituciones inclusivas, debido a que hay grandes partes de la sociedad que se forman parte del poder y hay múltiples mecanismos de control legales no arbitrarios, resulta también complicado el acabar con estas instituciones que otorgan progreso.
No obstante, estos círculos, como no podría ser de otra manera, no sin inamovibles, por lo que, en coyunturas críticas, podrán ser modificadas. Además, cabe destacar que, para que se pueda dar esta prosperidad sostenida, además de la necesidad de estas instituciones inclusivas, se necesita una centralización política suficiente, es decir, que exista un Estado con capacidad de tomar decisiones, con cierto grado de autoridad a lo largo de todo el territorio.
En definitiva, este libro propone una nueva teoría sobre el desarrollo, poniendo el foco en el tipo de instituciones existentes, y explicando una serie de conceptos por medio de los cuales las instituciones pueden llegar a modificarse o mantenerse constantes.
A lo largo del trabajo, iremos realizando una opinión crítica sobre una serie de aspectos explicados a lo largo del escrito.
Reflexión crítica de la obra
Para empezar, hay que denotar el concepto de instituciones políticas inclusivas. Este concepto no es un sinónimo de democracia. Para que un país pueda crecer y alcanzar la prosperidad, debe favorecer la inclusión de grandes sectores de la población en el proceso de toma de decisiones políticas. Debido a esto, está claro que la democracia es uno de los sistemas que más favorece este tipo de instituciones, pero, dentro de los países democráticos, hay notables diferencias, por lo que unos serán más ricos que otros.
Un ejemplo muy claro que pone el libro es el caso del sur de EEUU en relación con la población de color. Pese a que estados unidos haya sido considerado el prototipo de estado democrático, debido a la existencia de esclavos, e incluso después de su abolición, el sur, que es donde se daba este tipo de relación imperativa entre dos personas, ha sido históricamente siempre más pobre, con menos renta per cápita, que el norte.
Esto no es debido a que no sea democrático, es porque no tiene unas instituciones tan inclusivas como las del norte, ya que no tenían igualdad de oportunidades, de derechos civiles o políticos sectores importantes de la población. Si un país segrega y discrimina a un segmento muy importante de la población en el transporte público, en los locales en los que pueden acceder, en si pueden o no votar manipulando pruebas de alfabetización… En este caso, como pasaba en el sur, tendrá como consecuencia que será menos próspero, menos rico que otros lugares que sean más inclusivos, como el norte del mismo país, que aunque tengan el mismo sistema político, no hay discriminaciones.
Para mí, es básico que cualquier país, especialmente si quiere llegar a ser una democracia de calidad, no discrimine por razón alguna a ningún colectivo, ya que pienso que si se les restringen ciertas actividades, especialmente las económicas o políticas, no formarán parte del proceso de destrucción creativa constante para tratar de innovar y progresar económicamente. Esto es debido, principalmente, a dos motivos.
El primero, es que, como ya he afirmado, no podrán, ya que no tendrán los medios necesarios para conseguirlo. Aquí me estoy refiriendo, por ejemplo, al acceso igualitario a la educación y que ésta sea o gratuita o accesible para todos los miembros, para que de este modo todos puedan formar parte de este proceso de destrucción creativa.
El segundo motivo es la falta de incentivos, ya que, bajo mi opinión, si discriminas a un segmento restringiendo libertades civiles diversas, éstos, en cierto modo, tenderán a una menor aportación en esta creación de prosperidad. Un ejemplo podría ser una sociedad donde se persiguiera a los homosexuales, se les prohibiera el casamiento, el derecho a voto e incluso se les encarcelara. En este caso considero que este colectivo no tendría demasiados incentivos para poder ayudar en el progreso económico y, con el tiempo, no lo harían.
Por supuesto, esto parece implicar que cuantos más grupos y colectivos excluyas o discrimines, más exclusivas serán las instituciones y viceversa. Dicho esto hay que destacar el motivo por el cual, pese a obtener más prosperidad si se tienen instituciones inclusivas, los países escogen las extractivas.
La respuesta que defiende y justifica el libro es, bajo mi punto de vista, muy coherente y aceptable, ya que afirma que las instituciones extractivas son controladas por las élites, los cuales controlan el poder y, por tanto, la economía. Debido a esto, estas élites se enriquecen fuertemente, por lo que compran apoyos en los países y se sustentan en el poder para seguir extrayendo recursos de la población.
Además, en estos lugares, no suelen haber derechos de propiedad fuertes, requisito básico para el desarrollo económico. Si no estás seguro de tus inversiones realizadas y de la posesión de los posibles futuros beneficios, la población no va a innovar y, por tanto, la economía se estancará, como ha pasado tantas veces en la historia, como en el caso de la agricultura en el caso de la Rusia zarista, los cuales no introducían en el campo nuevas tecnologías más eficientes, porque no estaban seguros de que les compensaran realizar dicha inversión si, en cualquier momento, el monarca absoluta les iba a quitar dichas tierras.
Obviamente es importante para la prosperidad la seguridad jurídica y los derechos de propiedad, pero hay otros requisitos muy importantes. Para lograr ser de los países más prósperos es, como ya hemos dicho, muy importante la innovación por medio de la destrucción creativa. Para que se dé en sociedades democráticas avanzadas como la nuestra hay algo básico, los préstamos, la financiación a las empresas para que puedan investigar.
Estos préstamos y los tipos de interés que estos tienen, son marcados en nuestras economías, en cierta medida, por el Banco Central, que tiene en su poder la política monetaria para influir en los tipos de interés. Además, hay que destacar que los tipos de interés bajos, fomentan la inversión y, por tanto, la innovación. Debido a esto, bajo mi punto de vista, es muy importante mantener los tipos de interés constantes y asequibles para las empresas.
En lo referente al mismo asunto, el Estado también debe ser un agente activo en la innovación, por lo que debe dotar de ayudas al I+D+I para así ser más prósperos y contribuir a un mejor bienestar común, debiendo realizar una redistribución de la renta efectiva vía impuestos directos y realizando un gasto social notable para ofrecer a la población servicios sociales de calidad.
Es decir, que, bajo mi punto de vista, pienso que los países que serán más desarrollados deberán tener, por supuesto, estas instituciones políticas y económicas inclusivas, pero también tratar de mantener asequibles los tipos de interés y fomentar el gasto público en I+D+I, así como unos servicios sociales de calidad.
Estos servicios sociales son un motor de la prosperidad, ya que permiten que la población en general tenga acceso efectivo a ciertos servicios, lo cual te asegura un cierto nivel mínimo de bienestar. Además, especialmente si hay servicios de educación públicos de calidad, la población estará mejor formada y podrá, por tanto, ayudar en el proceso de destrucción creativa y así compensar con dichas innovaciones al estado en su conjunto. No obstante, hay que destacar que los impuestos a las empresas, que son el motor de la innovación en la actualidad, son un factor que desincentiva dicha innovación.
Por tanto, pienso que hay que conseguir un equilibrio en esta relación de servicios sociales y tipos impositivos para lograr que el país innova y, en definitiva, sea más prospero. No obstante, un primer paso para poder construir o realizar dichas políticas económicas es la construcción de un sistema bancario. En los países más subdesarrollados, como puede ser el caso de Sierra Leona, directamente hay una carencia de un sistema bancario fuerte, por lo que es difícil conseguir la prosperidad. Pero, no obstante, tal como nos demuestra la teoría explicada en el libro, antes de construir dicho sistema hay que conseguir dos cosas fundamentales: la centralización política y unas instituciones mínimamente inclusivas en lo referente a la política.
Para seguir con el ejemplo y tal como afirma el libro, es básico un mínimo de centralización política. Esto es, bajo mi punto de vista, lo más básico, el requisito mínimo, no solamente para conseguir la prosperidad, que también, sino para la vida, la supervivencia de un Estado.
Si no se da esta centralización, nadie tiene la potestad en el territorio para poder emprender reformas, ni para dominar y extraer recursos de la población y someterla, como en el caso de las administraciones más extractivas, ni para poder realizar políticas a favor de la participación ciudadana en el poder político y una creación y redistribución efectiva de la renta, como en el caso de los países con instituciones más inclusivas. Por tanto, habría que explicar cómo se consigue.
A mi parecer, poder lograr la centralización pasa por tener, dentro del territorio, capacidad suficiente para poder tomar decisiones y poder ser aplicadas, con posibilidad de ser impuestas de forma forzosa a quienes las incumplen. Para ello, tristemente, se realizará por parte, generalmente, de un líder carismático capaz de captar suficientes apoyos para hacerse con el control del estado.
Cuando consiga el poder, sería lógico pensar que conformará unas instituciones que defiendan sus intereses y, posiblemente, de los de algunos apoyos que tuvo para conseguir el poder. En otras palabras, creará unas instituciones políticas extractivas, acompañadas de otras económicas del mismo tipo para poder obtener recursos de la población y lucrarse.
Una vez estabilizado, es difícil, debido al círculo vicioso que se consiga abolir dichas instituciones extractivas y conseguir unas instituciones inclusivas. Inicialmente, donde hay que poner los esfuerzos es en conseguir que las instituciones políticas consigan ser inclusivas. Es muy plausible pensar que, si por medio de una serie de acciones, dentro de un país conseguimos instituciones económicas inclusivas, la situación del país objetivamente mejorará. No obstante, si este cambio no viene acompañado de unas instituciones políticas inclusivas, siempre existirá la posibilidad de que el gobernante, debido a la ausencia de instituciones que limiten su poder, abola dichas instituciones económicas inclusivas y vuelva a instaurar las extractivas, ya que, como ya hemos dicho, es beneficioso para su persona en particular, pero muy perjudicial para la población en general. Apoyándonos en lo expuesto, es importante el conseguir en primer unas instituciones políticas inclusivas para después conseguir las económicas y conseguir así un mayor grado de prosperidad.
Para acabar con las instituciones extractivas y dejar atrás el círculo vicioso, es muy importante que sean segmentos muy amplios de la sociedad los que presionen al poder instaurado a dar un cambio en las instituciones, para así que estos grandes sectores de la sociedad, tengan una cierta capacidad de toma de decisiones dentro de las decisiones políticas del país en cuestión. Esto es lo que defiende el autor, en grandes rasgos en el Capítulo 14: “romper el molde”.
Desde mi punto de vista, esta idea es muy sensata. Para conseguir que grandes sectores de la población tengan acceso a dicho proceso de toma de decisiones, es importante que estos colectivos luchen, se reivindiquen para conseguir alcanzarlos. Este ha sido el único modo efectivo de la conquista de derechos, como se puede observar en múltiples ejemplos.
El movimiento sufragista de las mujeres para la conquista del voto, sin el cual nunca lo hubieran obtenido, la lucha por sindicatos y partidos marxistas y de otra índole con apoyo social para su legalización, la consecución de derechos de huelga, de reunión, de sufragio… Todos ellos han sido obtenidos gracias a la lucha por parte de grandes sectores de la población, nunca se lo han concedido aquellos que ostentan el poder sin ningún tipo de presión, ya que sería tener una peor posición que la que ostentaban anteriormente.
Es decir, que para poder cambiar de instituciones hacen falta estos sectores o colectivos amplios dentro de la sociedad, pero, no obstante, hay veces que no son suficientes debido a la ley del hierro de la oligarquía. Esta, que es un pilar fundamental de la obra, afirma que, hay veces que se derrocan unas élites que tienen el poder, pero, en vez de otorgar el poder a amplios segmentos de la población, lo que ocurre es una sustitución de élites: se cambian unas por otras, pero siguen siendo las instituciones igual de extractivas. Un ejemplo sería la revolución rusa en 1917, ya que se cambió de una monarquía absoluta a un régimen comunista totalitario, con unas instituciones, incluso más extractivas, aunque lo hacían “por los intereses del pueblo”.
Un aspecto el libro que me ha parecido muy interesante ha sido el de las ayudas internacionales. El libro afirma, en grandes rasgos, que las ayudas que los ciudadanos de países desarrollados envían a los subdesarrollados no son efectivas ya que son gestionadas por el poder de esos países, que tienen instituciones exclusivas, por lo que la diferencia entre la cuantía enviada y la recibida por las personas que lo necesitan es muy grande.
Por eso, yo pienso que lo que habría que efectuar sería un sistema de incentivos internacionales para que los países desarrollen unas instituciones inclusivas políticamente, e incluso que sea un requisito necesario para poder obtenerlas. No obstante, este sistema tampoco pienso que sea muy efectivo, ya que, a lo largo del libro se describen países, especialmente en Latino América que, pese a tener un sistema constitucional aparentemente muy moderno, luego en la práctica no se ejecutan. Un ejemplo concreto que expone el libro es el aumento del número de magistrados del Tribunal Supremo del país para que todas las medidas que propugne sean acordes conforme a derecho.
Por tanto, este requisito puede que ayude, pero debido al círculo vicioso, lo más probable es que no se consigan imponer estas instituciones inclusivas. Por tanto, se deberían diseñar, por los líderes de los países democráticos avanzados un sistema por el cual se consiga de forma efectiva este cambio de instituciones, que es la única forma eficaz de traer el progreso a los diferentes países.
La última parte del libro la reserva para hacer predicciones conforme a su teoría. Según estas, los países prósperos lo deberían seguir siendo. Asimismo, la mayoría de los países del África subsahariana, de la misma forma que Colombia, no deberían progresar, ya que no tienen o bien centralización política o bien instituciones extractivas. Para China, afirma que si sigue con este crecimiento bajo instituciones extractivas, este debería detenerse, ya que el crecimiento bajo instituciones extractivas es finito debido a la falta de destrucción creativa y al no haber una seguridad jurídica fuerte.
Con respecto a las predicciones hechas, bajo mi humilde punto de vista, dependerá de las diferentes coyunturas críticas que se den en cada país y como éstas influyan en las diferentes instituciones existentes, pero, en groso modo, pienso que el futuro tenderá a la democratización progresiva de los países, ya que, en este contexto global las instituciones globales tales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario internacional tenderán a dar mayor liquidez a los países con instituciones más inclusivas, debido a que las principales potencias del mundo, la Unión Europea, EEUU, Japón o Canadá son democracias avanzadas consolidadas.
No obstante, también hay que tener en cuenta que los grandes países con instituciones extractivas, especialmente China y Rusia, serán los más díscolos a realizar una apertura de sus regímenes y aceptar estos cambios en las instituciones.
También hay que tener en cuenta el auge que están teniendo partidos de extrema derecha en Europa, los cuales ponen en peligro la democracia en dichos países. Por último, cabe destacar la progresiva globalización que está teniendo lugar, la cual pienso que favorecerá el proceso democratizador.
Conclusiones
Tras el análisis crítico de la obra, es la hora de señalar los diferentes aspectos con mayor interés y los pensamientos derivados de los mismos. En primer lugar, queda claro la vigencia de esta teoría sobre el progreso, dejando a las teorías preexistentes, la geográfica, la cultural y la de la ignorancia en un segundo plano porque no son capaces de explicar los hechos pasados y los presentes tan bien como lo realiza la primera.
En segundo lugar, cabe destacar el gran número de situaciones que esta teoría ha sido capaz de explicar a lo largo de la obra, teniendo en cuenta aspectos como: las instituciones preexistentes, las situaciones críticas y los círculos tanto viciosos como virtuosos que se desarrollan en cada uno de los países. Por todo esto, queda claro su gran utilidad y eficacia a la hora de explicar los hechos pasados y presentes, por lo que es la teoría más acercada a la ”verdad” en estos momentos, por lo que deberá ser revisada, como todas las teorías, para tratar de mejorarla y completarla a lo largo del tiempo.
La tercera conclusión radica en el hecho de que nos aporta una serie de motivos o razones por las que no hay “recetas mágicas” para que los países consigan obtener instituciones inclusivas. Es decir, que rechaza totalmente las soluciones fáciles para afrontar problemas complejos, que es algo que comparto fervientemente. Es decir, que para que se den unos cambios en las instituciones, harán falta una serie de factores, los cuales provocarán una reacción de las instituciones preexistentes y todo ello, actuando a la vez, dará como resultado un posible cambio institucional.
La cuarta conclusión hace referencia a su capacidad de predicción. Como cualquier teoría, su fin último, después de explicar los hechos ocurridos, es realizar una serie de predicciones futuras para incluso llegar a ser capaces de cambiar dichas predicciones por medio de actuaciones en el presente.
Esta es la parte que queda más floja de la teoría. Ésta, como la inmensa mayoría de las teorías dentro del ámbito de las ciencias sociales, son relativamente capaces de explicar los hechos pasados, pero fallan en la predicción de hechos futuros, debido a que en este ámbito entra en juego el factor humano, cuyo comportamiento es impredecible. Además, en el caso concreto de esta teoría, entra en juego las coyunturas críticas, las cuales, bajo mi punto de vista, son prácticamente imposibles de predecir.
No obstante, esta teoría debería servir de base para, a partir de aquí, tratar de construir un conjunto de actuaciones complejas para tratar de orientar, poco a poco, los diferentes países hacia instituciones inclusivas, para así tratar de conseguir un mayor nivel de prosperidad. Soy perfectamente consciente que esto que acabo de explicar es sumamente complicado, debido a los factores anteriormente expuestos, pero, se deberían concentrar los esfuerzos en tratar de progresar en esta teoría, ya que, en la actualidad, muchísimos millares de personas están viviendo en este tipo de países con instituciones extractivas en unas condiciones paupérrimas.
Esto se puede observar en acciones como en las que se dan en estos días: la inmigración masiva de diferentes lugares del mundo, especialmente de centro América y África hacia EEUU y la Unión Europea. Es decir, se está produciendo un éxodo de los países con instituciones extractivas hacia los países con unas inclusivas, ya que en estos últimos el nivel de vida en notablemente mejor. Por ello, los países con instituciones inclusivas deberían hacer este esfuerzo en los países de origen, que tienen las instituciones más extractivas, para así realizar un esfuerzo de mejora de sus instituciones para mejorar la vida las personas.
En definitiva, esta teoría es un claro avance sobre el progreso de los diferentes países pero, sin embargo, se debe seguir progresando paulatinamente para tratar de conseguir un fin último: tratar de conseguir cambios institucionales efectivos para mejorar la vida de las personas en los países con instituciones más extractivas.