Psicópatas En México: Trastorno O Enfermedad Mental
¿Psicópatas o asesinos seriales?
“Uno de los grandes temas de la psicología es el poder descubrir cuáles son las causas que nos expliquen el comportamiento de los seres humanos, y al mismo tiempo, explicar el origen de distintos trastornos mentales tales como la psicopatía” (López, 2013, p.3). La psicología es el estudio de nuestra mente y nuestra conducta, y también nos puede ayudar a solucionar problemas tales como la depresión, sentirnos tristes, etc.
El caso que me interesa en este breve ensayo es investigar qué es la psicopatía y por qué algunos de los criminales que se suelen llamar “asesinos seriales” poseen ciertas características de personalidad que los hacen parecidos, por eso, en primer lugar, me centraré en mostrar brevemente qué es la llamada psicopatía y posteriormente, mencionaré algunos casos interesantes de psicópatas famosos en México. Por último, realizaré una reflexión final sobre la importancia de las medidas que deben tomarse para ver si es posible prevenir las personalidades psicópatas.
Dentro de la sociedad nos encontramos con el fenómeno de la delincuencia y otros delitos, que entre los considerados más dolosos
está el asesinato. Dentro de esto hay una clasificación sobre los tipos de asesinato, y como dice Sánchez Garrido, entre los asesinatos más sanguinarios y difíciles de considerar están los realizados por personas cuyo perfil de personalidad se ha asociado con la psicopatía (Sánchez, 2009, p.80), y en todo caso con los “psicópatas”.
¿Cómo identificar alguien con trastorno disocial?
Antes de entrar en el caso particular de México debemos revisar de manera general lo que se entiende por psicopatía, entendiendo que se trata de un “trastorno disocial de la personalidad”, que podríamos definir primero como,
El Trastorno Disocial de la Personalidad es uno que, normalmente llama la atención debido a la gran disparidad entre las normas sociales prevalecientes y su comportamiento; está caracterizado por (de los cuales es necesario un mínimo de 3): a) cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía, b) actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales, c) incapacidad para mantener relaciones personales duraderas, d) muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento violento, e) incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo, f) marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo. (López, 2013, p. 4)
En este párrafo se nos expresa que la forma en la que podemos identificar un trastorno de personalidad en alguien es que tiene que ver con la forma en que se comportan con respecto a las “normas o reglas sociales” establecidas. En primer lugar, no se preocupan por los sentimientos de los demás y no son capaces de sentir empatía, o sufrir por ver en dolor a los demás. La segunda característica es importante porque nos manifiesta que son agresivos, o que tienen una tendencia a volverse pronto en individuos violentos, y eso bajo condiciones muy bajas de frustración. Una persona que quizás no puede armar un rompecabezas y de repente lo tira a la mesa porque está enojado debido a su frustración sería una persona con tendencia a ser un psicópata.
También podemos contar la característica de que no son capaces de sentir culpa por sus acciones, o sea que a pesar de haber hecho algo que es considerado malo o negativo, no les causa remordimiento. Esta podría llamarse “falta de remordimiento”. Por último, un psicópata en potencia tiende a culpar a los demás y a tratar de justificar sus acciones, racionalizándolas. Todas estas características están conectadas.
Si bien, como dice Schneider, no se sabe a ciencia cierta de dónde proceden estas tendencias en la conducta; pues algunos han considerado que se debe a factores sociales o de la historia familiar de la persona, mientras que otros han considerado que su origen es biológico o de una desequilibrio químico-cerebral en el sistema nervioso de la persona (Schneider, 1960, pp.38). En particular, se suele pensar que estos individuos son depravados moralmente, en el sentido de que no tienen nociones límites claras de lo que está bien o lo que está mal, y por eso, también podríamos decir que el psicópata no es propiamente un enfermo mental, precisamente como afirma Cristina Campos Urízar,
El psicópata no es un enfermo mental, este sufre de un trastorno antisocial de la personalidad, el cual no le impide distinguir entre el bien y el mal. Los trastornos mentales son síndromes psíquicos y conductuales que causan deterioro al equilibrio
emocional. Toda actividad que genere una alta cantidad de ansiedad o depresión en un individuo puede provocar que esta sufra una desconexión con la realidad, provocando que este padezca algún tipo de trastorno mental o neurológico que podría producir un tipo de demencia o esquizofrenia que promueve una actividad involuntaria que el individuo no realizaría bajo un buen estado de salud mental. (Campos, 2015, 8)
No está claro si la persona con tendencias psicópatas nace o se hace, lo que sí podemos afirmar es que se trata de un trastorno de la personalidad, y que causa un grave deterioro emocional de la persona. Provoca una desconexión y distorsión de la realidad que puede llevar a la demencia y la esquizofrenia.
“La historia del paciente que se convertirá en psicópata criminal comienza desde muy niño, a muy temprana edad y lo hace manifestándose a través de actitudes prematuras de destrucción y violencia de una forma persistente (por ejemplo, maltrato de animales, tendencia a la promiscuidad sexual y fracaso escolar, tendencia a peleas, fuertes discusiones familiares, pequeños robos y hurtos, actos vandálicos, etc.), mentir constantemente y una notable indiferencia hacia a los sentimientos de los demás” (Garrido, 2009, 326).
Los asesinos en serie que solemos ver en la televisión o en reportajes manifiestan muchas de estas características en su personalidad, y pues los psicópatas suelen ser ejemplo de actos atroces y que infringen gran dolor a sus víctimas.
Desde la psicología clínica se construye un perfil de personalidad y en algunos casos algunos psicópatas han pasado o tiene la habilidad de ser funcionales y parecer personas completamente normales, por decir, disimular esa falta de empatía y sus tendencias agresivas y violentas. Ahora que hemos mostrado algunas características de lo que es la psicopatía desde la psicología, pasaremos a considerar algunos casos de psicópatas en México y veremos si encajan con el perfil que hemos mencionado, o si presentan algunas o todas las características mencionadas.
Psicópatas en México
De acuerdo con un estudio de Virginia Sánchez (2016), en México podemos hablar de que existen alrededor de 900,000 personas que sufren el trastorno de psicopatía, lo cual nos habla del estado de salud mental que existe en nuestra población. Los psicópatas manifiestan sus síntomas en tres esferas diferentes: en primer lugar, lo hacen en la esfera interpersonal, donde son individuos que utilizan a los demás para lograr sus propios fines, sin importar las consecuencias que pueda tener para las otras personas; en segundo lugar, tenemos la esfera de la parte emocional, pues son personas que tienen problemas para experimentar las emociones de los demás, como ya hemos dicho, por eso muchas veces utilizan a las personas para sus propios fines y son individuos egocéntricos y son superficialmente encantadores. En este sentido es como decíamos al final que pueden pasar incluso desapercibidos pues tienen gran capacidad de aparentar (López, 2013, pp.9).
“En México solemos asociar a los psicópatas con personas violenta, capaces de una crueldad de la que nosotros no nos consideramos capaces, y por eso la figura social a la que suele atribuirse esto es a los delincuentes, pero especialmente, a los narcotraficantes o llamados sicarios” (Herrera, 2015, p.107). Un psicópata en México es aquel que usa la violencia de diversos tipos, o que puede causar daño a los demás sin remordimiento de conciencia, y en general, los criminales, pero más las personas que se dedican al ámbito delictivo son quienes se suele asociar más con este tipo de conductas. Como hemos visto, este tipo de cualidades manifiestan una personalidad que tiende a violar las reglas establecidas, o a transgredirlas o no tomarlas en cuenta.
Por ello es que se suele decir que hay personas con una tendencia violenta innata, y que, por eso, decimos que nacieron con ese gen. El sicario, según Nancy Flores (2019) una figura delictiva con distintas motivaciones que lo orillaron a elegir el asesinato como forma de trabajo. Pero como hemos considerado, no tiene sólo que ver con una cuestión social o de vida, sino que tiene que haber cierta tendencia natural, química, cerebral que es la que ese “orillamiento” sea mucho más sencillo y fácil que en las demás personas. Como observa Campos, la cuestión de las sustancias del cerebro también es importante, a la hora de diagnosticar la psicopatía,
Se corroboró que un cerebro psicópata es diferente a un cerebro normal, y esto es por el lóbulo frontal, que es el responsable de los procesos cognitivos complejos, en dichos procesos intervienen cualidades muy diversas, como la inteligencia, la atención, la memoria y el lenguaje que sirven para que podamos elegir, planificar y tomar decisiones voluntarias y conscientes. También en el lóbulo frontal está involucrado el procesamiento de emociones que tienen que ver con nuestros valores morales (Campos, 2015, p.12).
Por eso, es una opinión muy sencilla decir que alguien se ve orillado a realizar actos de delincuente o conductas que rompan las reglas o normas sociales. El cerebro de un psicópata, como observa, Campos, es diferente de un cerebro normal, debido a que lleva a cabo los procesos cognitivos de distinta manera, y sus emociones e inteligencia funcionan de diferente manera. La moral y nuestros valores se procesan diferente si ciertas partes de nuestro cerebro funcionan de manera diferente. Por eso es importante tomar en cuenta también el aspecto psicológico y no sólo el social.
¿Trastorno o enfermedad mental?
Como conclusiones podemos enumerar las siguientes: en primer lugar, la psicopatía es un trastorno mental, y no una enfermedad mental que se puede diagnosticar desde que somos niños, a muy temprana edad, pues las actitudes o comportamientos se pueden ver desde la niñez. Un psicópata presenta como actitudes principales una falta de empatía y desinterés por el dolor y los sentimientos de los demás, y por eso se le ve usando a las demás personas para lograr sus fines, como si fueran herramientas solamente.
En segundo lugar también podemos decir que llega a disfrutar el dolor ajeno, y que tiene una tendencia a volverse violento bajo frustraciones muy simples, o a reaccionar de manera agresiva. Podemos concluir también que hay factores tanto sociales como biológicos (cerebrales) que determinan si alguien es psicópata o no, pero para ello se requieren estudios. Y en tercer lugar o por último, en México se suele asociar tal perfil al criminal que denominamos como “sicario” y que es un asesino a sueldo, aunque no descartamos y es claro que un psicópata puede incluso llegar a asesinar por puro placer, y con rasgos psicópatas, cosa que sería necesario seguir investigando.
Mi conclusión final es que los psicópatas no solo son los personajes que aparecen en las películas o series de televisión si no que en la vida cotidiana podemos hasta convivir con ellos y sin siquiera saberlo ya que son demasiado hábiles para engañar y para las mentiras, e incluso algunos son demasiado persuasivos o sociales o esa es la cara que dan ante la sociedad, ya que como ellos mismos están conscientes de su trastorno lo usan a su conveniencia.
Bibliografía utilizada
- Campos, C. (2015). El origen del mal. Investigación sobre la psicopatía. Itesba Colegio. México.
- Flores, N. (2019). Contralínea. “Sicarios mexicanos: marginales, antisociales, psicópatas y sádicos”. México. Recuperado de: https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2018/09/03/sicarios-mexicanos-marginales-antisociales-psicopatas-y-sadicos/
- Garrido, V. (2009). El rastro del asesino: el perfil psicológico de los criminales en la investigación policial. Paidós. España.
- López, S. (2013). “Revisión de la psicopatía: pasado, presente y futuro”. Revista Puertorriqueña de psicología. Vol. 24. No. 2. 1-16.
- Sánchez, V. (2019). “Psicopatía en los Mexicanos”. México. Dirección general de comunicación social UNAM. Recuperado de: http://dint.unam.mx/blog/index.php/item/3242-psicopatia-en-mexicanos
- Schneider, K. (1960). Las personalidades psicopáticas. Ediciones Morata. España.
- Dolosos: Es la voluntad deliberada de cometer un delito a sabiendas de su ilicitud