Rasgos de Violencia Contra Las Mujeres y Prevención de Feminicidios
Ahora, nos podemos dar cuenta de que el feminicidio en México está presente, y siempre lo ha estado. ¿Somos los únicos? No. Esta es la realidad en muchas más partes del mundo y va en aumento año con año. A continuación, veremos algunos datos sobre Alemania y El Salvador este tema para poder tener una comparación del tema con la situación en nuestro país.
Alemania
Alemania es considerado como de los países más desarrollados en cualquier sentido a nivel mundial, a pesar de eso en 2015 Aleida Luján encontró que “se registraron 415 victimas de asesinato y homicidio en el ámbito de la pareja. De esas, 311 eran mujeres, es decir, casi una mujer es asesinada cada día en Alemania.”.
Hay un aumento de feminicidios en Europa, esto está preocupando a las distintas organizaciones que están en cargo de los distintos. En 2014 el Convenio de Estambul entro en vigor, este está enfocado a nivel europeo en violencia hacia las mujeres y violencia doméstica. Alemania firmo este convenio, pero por las cifras que podemos observar este no ha sido de mucha utilidad.
El Salvador
El Salvador, según cifras del Instituto de Medicina Legal (IML) “entre el año 2015 y 2016 el total de homicidios de mujeres ascendió a 1097”. A nivel mundial El salvador se encuentra ubicado en el tercer lugar por su alta tasa de homicidios, solo por debajo de Siria y Lesoto.
Ima Guirola, de Cemujer (organización feminista), señala que “quienes terminan con la vida de las mujeres buscan controlar su vida, su voluntad porque así les resulta más fácil usarlas en los hechos delictivos, muchas mujeres son utilizadas como mulas para llevar drogas, otras para recoger la extorsión” esto nos dice que las mujeres que son asesinadas se utilizan por lo general en el mundo de los “carteles”, situación que en México es alarmante.
Otra cifra que nos otorga la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de El Salvador, es que “entre enero del 2016 y junio del 2017 menores de edad cometieron el cinco por ciento de los delitos de todo el país; sin embargo, niños fueron partícipes de 80 feminicidios, es decir el 50 por ciento de los casos judicializados en ese período.” La jueza dice que el perfil de los victimarios está representado en su mayor parte por una baja escolaridad y desintegración familiar.
Tal y cómo se observa, este no es un problema específico de un lugar, sino una terrible situación presente en todo el mundo, sin importar la educación, cultura o tipo de gobierno del país. Las mujeres son propensas a sentir miedo aquí o en Europa a diferencia de los hombres que no suelen temer a cosas como salir solos por las noches o regresar a casa en un taxi durante la madrugada. Poco a poco, esto va trayendo consigo consecuencias directas para el desarrollo social de cualquier país, es decir que las consecuencias de seguir viviendo con historias escalofriantes de mujeres que han sido víctimas afectan indirectamente a la población.
Pensemos por un minuto los posibles panoramas que el deceso de una mujer provocaría.
Las primordiales son niños y niñas sin una madre con quien vivir ni relacionarse; tener cultura de la violencia dentro país; depresión en algunos sectores de la sociedad; miedo y temor de llevar acabo ciertas acciones cotidianas; choques familiares emocionales. Todas estas situaciones con el paso del tiempo conducirían a otros problemas que afectan de manera secundaria a la sociedad. Es por esto que se debe buscar solucionar el problema sin importar el costo.
Solucionando el problema
¿Existe una solución a este problema? Hay muchas variables y derivaciones de este problema que deben ser tratados, pero antes de eso se le debe de dar prioridad a otras para así poder arreglar el problema desde la raíz. La solución básica en la que todo el mundo piensa al buscar una solución es brindar información sobre el tema mediante conferencias, talleres, clases en relación a esto, etcetera; sin embargo, todo esto sólo es útil para contextualizar, no soluciona nada. Se podría decir que es tan solo una pequeña ayuda para prevenirlo, pero no para combatirlo.
La realidad, es que para realmente enfrentar esto, es necesaria una gran inversión de dinero por parte del gobierno para así poder contar con recursos para darle cara al problema y buscar una solución para el mismo. Pero no solo es cuestión de dinero, sino que involucra cambiar el pensamiento de las autoridades y la sociedad, así como la educación. Podremos lograr un cambio si realizamos diferentes acciones que serán enlistadas a continuación.
- Platicas que inculcan la prevención para las mujeres.
- Mejor y mayor vigilancia dónde haya registro de eventos de este tipo ocurridos anteriormente.
- Lugares para brindar apoyo que cuenten con los recursos necesarios, es decir, enfermeras, seguridad, personas con conocimientos sobre el tema, etcétera.
- Que las escuelas se enfoquen mucho en enseñarles a los varones que a la mujer se le respeta, protege y nunca se le hace daño.
- Publicidad, conferencias, platicas de condominios acerca de todos estos problemas.
- Según la Secretaria de Gobernación (2017) una medida para garantizar los derechos humanos sería, “elaborar un diagnóstico estatal sobre todo tipo de violencia contra las mujeres para identificar los problemas específicos de cada región, con la finalidad de generar acciones específicas de prevención, en coordinación con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim)”.
Sin duda alguna un actor esencial para la erradicación de los feminicidios dentro del país es el Estado, que, en lugar de elaborar nuevos protocolos, debe garantizar que verdaderamente se apliquen; tampoco es necesario cambiar tanto las leyes, sino garantizar que se sigan. Esto debido a que en México hay una deficiencia en la política pública de procuración de justicia. Por otro lado, solucionar el problema implica que, con la información obtenida por denuncias, averiguaciones previas, delitos, sentencias y sentenciados, se prean variables que permitan a las autoridades valorar y tomar las medidas necesarias para eliminar los riesgos. Obteniendo así la garantía de vida y libertad para las mujeres.