Relación Entre La Comunicación Verbal Y La Comunicación No Verbal

La pretensión de este ensayo es exponer como se relaciona la expresión verbal y no verbal, ya que ambas pueden ser diferentes entre sí, pero en el acto de la comunicación se complementan perfectamente, partiendo del cuadro “Las dos Fridas” de Frida Kahlo. La comunicación ha existido desde el nacimiento de la humanidad, donde se ejercía un gran esfuerzo para hacerse entender. Desde la prehistoria hasta nuestros días, la comunicación ha avanzado y es claro que todos los seres humanos usan estos dos tipos de comunicación, indistintamente de sí se usa más una que la otra.

Primero examinaremos brevemente la expresión verbal, día a día nos es necesario comunicarnos independientemente de que actividad realicemos, para Fajardo (2009), la comunicación entre individuos es muy importante por muchas razones, incluido el acceso y el intercambio de la información, discusiones abiertas de ideas y negociación de diferencias y problemas (p. 124). En general encasillamos la comunicación como la expresión verbal de lo que queremos decir a los demás, no está mal, pero también esta se complementa con la expresión no oral, de la que hablaremos después, hecha esta salvedad podemos continuar nuestro análisis, la expresión verbal a pesar de que, desde mi punto de vista, es la más clara para comunicar el mensaje a nuestro receptor, pero escasa para demostrar por completo los sentimientos y puede estar limitada por varios factores, el ejemplo más representativo es el idioma, si el emisor del mensaje no tiene conocimientos acerca del idioma del receptor, la expresión verbal del mensaje va a ser prácticamente imposible, además del idioma también cabe resaltar que Lo que el hablante dice únicamente puede entenderse si el oyente comparte con él una serie de figuras sociales que le dejen acceder al contexto y a un conjunto de supuestos con los que el hablante se ocupará al implementar preferencias (Fajardo, 2009, p.141).

Ahora veamos la expresión no verbal, que según Valiente (2014) “constituye un elemento importante dentro del proceso comunicativo, pues contribuye a alcanzar una transmisión efectiva del sentido de los enunciados” (p.2). Con esta idea se puede tener un amplio panorama sobre la importancia de dicha expresión, la cual varía entre culturas, ya que, por ejemplo, para nosotros un gesto significa una cosa específica, en otro país el mismo gesto significa una cosa completamente distinta o no se cuenta con el significado de ese gesto, lo que conlleva a la posibilidad de caer en interpretaciones equivocadas del mensaje no verbal transmitido. En la expresión no verbal se han definido varios sistemas, pero dos de ellos son los más usados por su repercusión comunicativa, estos son la paralingüística que “estudia el comportamiento no verbal expresado mediante los elementos fónicos, ej. la voz” y la quinestésica que “se ocupa de la comunicación no verbal expresada a través de los movimientos del cuerpo” (Valiente, 2014, p.4). La expresión oral, a diferencia de la expresión verbal, puede demostrar los sentimientos y emociones camufladas, tomando como ejemplo la obra “Las dos Fridas”, allí podemos ver una historia construida con emociones que vagamente se expresan y comprenden verbalmente, pero haciendo que el mensaje sea interiorizado por otra persona por medio de lo que ve, se logra una comprensión más allá de lo que esta explicito en la pintura.

En conclusión, todos los seres humanos indiscriminadamente de su raza, religión, posición política o social, nacionalidad, entre otros, en el acto de la comunicación usamos la expresión verbal y no verbal, ya que estas van de la mano sin importar el contexto o la situación y que consciente o inconscientemente mientras nos comunicamos acompañamos lo que decimos verbalmente con gestos y/o movimientos del cuerpo, dando una mayor firmeza y credibilidad al mensaje qué estamos transmitiendo, permitiendo también, mayor claridad interpretativa por parte del receptor. Y así no sea usando la expresión verbal, siempre se usa la expresión no verbal, por medio de gestos, comportamientos, arte, entre otros, para mostrar lo que no queremos o no existen las palabras exactas para decirlo, pero que dentro de nosotros brota.