Fenómeno de la Teoría del Capital Humano
Introducción
La forma básica de la función personal de ingresos puede deducirse de la simple observación empírica; las personas con mayor formación tienen salarios más elevados, las retribuciones aumentan con la experiencia -aunque a un ritmo decreciente-, y en ciertos sectores se paga más que en otros.
La teoría del capital humano nos ofrece un corpus teórico para comprender por qué suceden estos fenómenos y nos da una razón para incluirlos en el modelo de regresión.
Gary Becker (1964) analiza principalmente 2 tipos de inversión en capital humano: La formación en el trabajo, que a su vez se distingue entre general y específica y la escolarización. Aquí se expone de forma resumida el análisis que hace Becker de los efectos sobre las retribuciones que tienen los 2 principales tipos de inversión en capital humano.
Desarrollo
Formación en el trabajo:
Cuando se habla de capital humano se tiende a relacionar de una manera muy directa este con la educación formal, y se tiende a infravalorar la formación que se lleva a cabo en los puestos de trabajo.
Una gran parte de los trabajadores aumenta su productividad adquiriendo nuevos conocimientos y cualificaciones mientras trabajan, y mejorando las competencias que ya tenían.
El supuesto básico es el siguiente: un aumento en la productividad tiene un coste, ya que si no tuviera costes asociados existiría entonces una demanda infinita de formación. Estos costes pueden tomar varias formas: equipo y materiales que se utilizan para la formación, coste de personal formador, y tiempo de los trabajadores dedicado a la formación.
Supongamos un modelo en el que las empresas contratan a trabajadores por un período definido y que estas operan en un mercado de bienes y trabajo perfectamente competitivos. Si no existiera la formación en el trabajo los salarios se determinarían fuera de la empresa como cualquier otro precio. Según la teoría marginalista una empresa que maximiza beneficios se encontraría en situación de equilibrio cuando los ingresos marginales fueran igual a los costes marginales:
PMt = Wt
Donde PM es la productividad marginal obtenida por la contratación de un trabajador extra, W el salario – coste marginal- del trabajador y el subíndice “t” hace referencia al período. Si W fuera mayor a PM no se produciría la contratación y si PM fuera superior a W en un mercado competitivo se contrarían más trabajadores y subirían los salarios hasta igualar a PM.
Estas condiciones cambian cuando se incorpora la formación en el trabajo y se altera la interconexión entre ingresos y gastos futuros y presentes. La formación, al ser un coste, puede aumentar los gastos presentes como se ha comentado anteriormente, en equipo, formadores, etc. y disminuir también los ingresos presentes personal laboral dedicado a formarse y no producir. Durante cada período los gastos no tienen por qué ser iguales a los salarios, los ingresos no tienen por qué ser iguales a productividad marginal máxima posible, y existirá una relación entre los gastos e ingresos de todos los períodos.
Dado este caso podemos sustituir la productividad marginal y los salarios de la ecuación original por el valor actualizado de los ingresos y los gastos.
∑_(t=0)^(n-1)▒Rt/〖(1+i)〗^(t+1) = ∑_(t=0)^(n-1)▒Et/〖(1+i)〗^(t+1)
Si la formación tuviera lugar solamente durante el período inicial los gastos durante ese período serían iguales a los salarios más el gasto de la formación, los gastos durante cada uno de los períodos restantes serían iguales únicamente a los salarios, y los ingresos de todos los períodos serían iguales a los productos marginales. Nos queda la siguiente ecuación:
PM0 + ∑_(t=0)^(n-1)▒PMt/〖(1+i)〗^(t+1) = W0 + k + ∑_(t=0)^(n-1)▒Wt/〖(1+i)〗^(t+1)
Dónde k representa el gasto en formación.
Nótese que podríamos alargar la formación cuantos períodos fuera necesario.
Se define el siguiente término:
G = ∑_(t=0)^(n-1)▒(PMt-Wt)/〖(1+i)〗^(t+1)
Entonces tenemos que:
PM0 + G = W0 + k
Como k representa solo el gasto en formación no mide completamente los costes, ya que no incluye el tiempo que la persona dedica a su formación y que podría haber dedicado a producir bienes. La diferencia entre lo que podía haberse producido, PM’0, y lo que se produce, PM0, es el coste de oportunidad del tiempo dedicado a la formación.
Si se define C como la suma de los costes de oportunidad y los gastos en formación, la ecuación se transforma en:
PM’0 + G = W0 + C
El término G, el exceso de ingresos futuros sobre los gastos futuros, mide el rendimiento para la empresa de proporcionar formación y, por lo tanto, la diferencia entre G y C mide la diferencia entre el rendimiento y el coste de la formación. Según la ecuación el producto marginal sería igual a los salarios durante el período inicial solo cuando el rendimiento fuese igual a los costes, G=C.
Dentro de la formación en el trabajo podemos distinguir entre dos tipos, la formación general y la formación específica.
La formación general de los trabajadores es útil a muchas empresas, un gestor comercial de un banco que haya adquirido experiencia aumentara su productividad no solo en ese banco si no en cualquier otro al que fuera a trabajar, lo mismo sucede con un médico, un mecánico o cualquiera que sea la profesión.
Por el contrario, la formación específica es aquella que solo es útil dentro de la misma empresa. Conocer la estructura de la organización, saber que tareas se llevan a cabo en cada departamento, familiarizarse con el ERP, conocer los distintos procesos operativos, etc.
Nos centraremos aquí en la formación general, ya que el análisis de esta es la que nos permite construir los perfiles edad-ingreso. Analizar los efectos en las retribuciones de la formación específica nos permitiría hablar de rotación laboral y pérdidas de eficiencia, pero no es el objetivo de este trabajo.
Si una empresa forma -asumiendo los costes- a un trabajador en un mercado competitivo, esta no podrá apropiarse de parte del rendimiento de la formación. Las empresas solo proporcionarán formación general si el coste de esta formación no recae sobre ellas, y son los trabajadores los que costean la formación si esta hace que aumenten sus salarios futuros.
Partiendo de la ecuación anterior:
PM’0+ G = W0 + C
Y como los salarios y los productos marginales deben ser iguales en todos los periodos (excepto en el periodo de formación en el que se ha definido PM0 = W0 +k), entonces sabemos que:
G = ∑_(t=0)^(n-1)▒(PMt-Wt)/〖(1+i)〗^(t+1) = 0
Y por lo tanto:
PM’0 = W0 + C
Como habíamos definido PM’0 como el producto marginal más los costes de oportunidad y C como los costes directos de formación más los costes de oportunidad temporales, nos queda que:
PM0 = W0 + k
Siendo PM0 el producto marginal efectivo y k los costes directos de la formación
Es decir, que, en los períodos de formación general en el trabajo, el salario de los trabajadores sería inferior al de su producto marginal en una cantidad igual al coste de su formación. Este efecto sobre las retribuciones de la formación en el trabajo nos permite entender la relación entre retribuciones y edad.