rol De Géneros En La Anticoncepción: Los Hombres Siempre Saben Menos
¿Qué tan informados estamos los hombres respecto a los distintos métodos anticonceptivos?, en los últimos años me ha llamado mucho la atención, hablando con amigas cercanas y con parejas que he tenido, que normalmente las mujeres de mi edad (establezcamos el rango entre 19 y 27 años) están muy informadas respecto a métodos anticonceptivos, lo cual, eclipsa mucho a lo que he podido percatar respecto a mis congéneres. Al hablar con hombres se observa que, la gran mayoría dice usar condón como método anticonceptivo principal. Algunos de ellos incluso aventuran un poco más y me han comentado no utilizar este último teniendo pareja estable, sino que, sus parejas utilizan las pastillas. No obstante, al hablar con ellos sobre métodos como el DIU o el implante acusan no tener conocimientos de estos mismos, y esto genera la interrogante: si la sexualidad es una responsabilidad compartida, ¿por qué son las mujeres las que se preocupan de los métodos anticonceptivos?
El machismo es, sin lugar a duda, un problema que, en gran parte, genera que los hombres no tengamos un mayor interés en conocer estos métodos. Más de alguna vez escuché a distintas personas (hombres y mujeres) decir frases del calibre: “si hay un embarazo, es porque la mujer no se cuidó”, “eso se soluciona con un “si te he visto no me acuerdo” y fin del problema”, entre otros lamentables ejemplos. Esto nos deja en claro, que una sociedad que históricamente ha sido machista difícilmente puede cambiar sus costumbres de manera rápida, los anticonceptivos existen hace muchos años. No obstante, la responsabilidad de estos siempre se han “delegado” a ser un tema que las mujeres tienen que ver y arreglar.
Otro aspecto por considerar son los dogmas religiosos, que influyen fuertemente en quienes las practican, por ejemplo, los católicos. Es conocido por muchos, especialmente para aquellos que son muy cercanos a la fe, que esta religión históricamente ha sido contraria a los métodos anticonceptivos no naturales. Para ellos no es problema que se utilice el método del ritmo, mas no es bien visto el Coitus Interruptus, no vale la pena hablar respecto al aborto, ya que son 100% contrarios, además de que no es el tema que nos compete. Los testigos de Jehová por su parte postulan que utilizar métodos anticonceptivos no es un problema de fe, y que queda a criterio de cada creyente, por lo que no se involucra la religión para ellos en los métodos en sí. Acá tenemos un claro ejemplo de dos religiones que tienen vistas completamente contrarias entre sí, lo cual nos deja en claro que el factor religión si es un imperante a la hora de pensar, ya sea en la planificación familiar, o, simplemente en la práctica casual del sexo.
Hay hechos históricos que influyen en esta doctrina de religión y machismo que van contra el uso de anticonceptivos, tenemos, por ejemplo, la historia de Margaret Sanger, fundadora de la American Birth Control League, quien tuvo que refugiarse, debido a que, entre otras cosas, repartió información sobre control de natalidad y uso de preservativos, todo esto en el marco de la primera guerra mundial. Este acontecimiento, nos indica que las principales interesadas siempre han sido las mujeres, otra de las mujeres influyentes en este proceso, fue la doctora en Ciencias y PhD en botánica, Marie Stopes.
Tener nociones de una vida sexual responsable y sana desde temprana edad es cada vez más importante, la INJUV en una de sus revistas en línea postula que: “[…] en la juventud, y particularmente en la adolescencia, la salud sexual y reproductiva adquiere especial relevancia ya que es en esta etapa de la vida cuando la sexualidad irrumpe tanto biológicamente como psicosocialmente.” (Rodríguez 5), lo cual nos da indicios de que cada uno de nosotros debería apoyar de manera responsable a los jóvenes para informarse sobre los distintos aspectos que tiene la sexualidad.
Las mujeres con las que he podido hablar estos temas me han enseñado mucho al respecto, cosas que jamás había escuchado y, esto mismo, logró generarme este cuestionamiento, ¿porque ellas saben tanto de estos temas, mientras que una buena fracción de hombres, al menos con los que mantengo un contacto frecuente, normalmente les pasa por alto o directamente no saben nada de métodos anticonceptivos más allá del condón?, varios de ellos incluso no saben realmente cómo funciona la pastilla, siendo esta misma uno de los métodos anticonceptivos más comunes.
Según un estudio publicado en La Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública podemos ver que esta diferencia se genera partiendo desde el enfoque: “Los programas de salud reproductiva han centrado su atención en las mujeres y, por lo general, trabajan poco con los varones.” (Aspilcueta-Gho 480), lo cual empíricamente podemos comprobar, por ejemplo, siendo autorreferente puedo decir que desde pequeño siempre se me habló de que debía cuidarme, y se me dijo que debía usar condón, mas nunca se me comentó sobre otros métodos anticonceptivos, casi como si no existieran, sin considerar que, siendo un joven de mitad de los 90, cuando era pequeño muchos de estos temas eran tabú.
Según la OMS “El uso de métodos anticonceptivos por los hombres representa una proporción relativamente pequeña de las tasas de prevalencia mencionadas. Los métodos anticonceptivos masculinos se limitan al condón y la esterilización (vasectomía)”. No obstante, existen algunos que se someten a un rol compartido, y que son naturales como el coitus interruptus que consiste en que la eyaculación se produce fuera del cuerpo de la mujer, o, también el Ogino-Knaus, o también conocido como el “método del calendario” que consiste, como indica su nombre, en llevar un registro de los días fértiles de la mujer. El problema de estos procedimientos es que en general son poco confiables, ya que de por sí requieren un seguimiento metódico casi religioso, pueden fallar con mucha facilidad, debido a que son muy susceptibles al error humano.
Para resumir, me gustaría dejar una reflexión, si esto es leído por una mujer, espero que sepa la importancia de cuidarse, no sólo por los embarazos, sino que también por las ITS, en caso de ser un hombre informado, me alegra saberlo, en caso de que no, siempre es un buen momento para aprender. Debemos, independiente de nuestra condición socioeconómica, nuestro sexo, nuestra raza, y cualquier otro factor que influya, aprender de forma consciente, utilizando fuentes confiables, y siempre teniendo respeto. Debemos recordar, que la educación sexual y el acto sexual en sí, tienen responsabilidades asociadas, las cuales son compartidas y no son sólo un tema del que la mujer deba hacerse cargo. Esperemos que, a futuro, estos temas dejen de ser influidos por el machismo, las religiones y los tabúes, siempre con mira de una mejor vida para las personas.