Significado De Los Gatos En El Antiguo Egipto
Introducción
Los gatos llevan provocando admiración, misterio e intriga en los seres humanos desde tiempos inmemoriales. Remontándose a la época de antes de Cristo, en concreto unos 3.600 años, los gatos en el Antiguo Egipto tenían una relevancia especial. En aquella época, los cuatro animales de compañía eran solo cuatro: el gato o miu, el perro, tysem o iu, el babuino o ian y el mono o ky. Domesticada por los egipcios fue una subespecie manchada del Gato Salvaje Africano, Felis silvestris lybica. Parece ser que las representaciones egipcias muestran gatos similares a la raza Mau egipcio. Y, curiosamente, la palabra ‘Mau’ significa ‘gato’ en egipcio.
Desarrollo
Esta raza tiene una característica ‘M’ en el frente y es la única con manchas naturales. Se caracterizan por la gran fidelidad mostrada tanto a su familia humana como gatuna, su maullido melodioso y el movimiento incesante de su cola. Entre ellos, se encontraban la religión, la mitología y la vida diaria de los egipcios. En todos ellos, los gatos eran ‘adorados como deidades, queridos como mascotas, protegidos por la ley, momificados y extrañados después de su muerte’. (CITA) Forma de vida de los gatos en el Antiguo Egipto El Reino Medio es la época más próspera del Antiguo Egipto, en la que destacan faraones como Amenhotep III (~ 1390-1353 a. C.)
El faraón Amenotep III mandó construir un sarcófago bellamente decorado para su gata Tamit, cuyo nombre significa ‘gata’. Los gatos cumplían diferentes deberes, como mantener controladas las plagas, que proliferaban cerca de las casas. Las plagas eran provocadas mayoritariamente por ratas, pero también por otros animales como escorpiones o serpientes. Otras tareas también consistían en ayudar a cazar a sus dueños. Espantaban a las aves, que alzaban el vuelo, facilitando así el trabajo de caza. Su labor era tan importante que pasaron a ser la mascota favorita de la realeza. Por ejemplo, la diosa Bast, Bastet o Ubastet representaba la protección al hombre al igual que una gata con sus crías.
Su representación más conocida es aquella en la que su cuerpo es de una mujer humana, pero con cabeza de gato. La diosa Bast era la madre de Nefer-Tmu. Mientras que la madre representaba el calor suave y reconfortante del sol, el hijo personifica al mismo sol y su calor. Los gatos eran la criatura sagrada asociada a la diosa Bastet. En los templos de esta diosa se criaba y protegía a los gatos. Sin embargo, usualmente, eran sacrificados y momificados cuando tenían diez meses ofrendas de peregrinos u otros individuos. Entre esos hechos se destacan los siguientes: Cuando fallecía la mascota, los dueños expresan su dolor y pena depilándose una parte del cuerpo. Si la mascota fallecida era un gato, el dueño se depilaba las cejas. Por el contrario si la mascota era un perro, el dueño se depilaba el cuerpo entero.
Las clases más pudientes en ocasiones costeaban el embalsamamiento de sus mascotas. Los egipcios prohibieron la exportación de gatos fuera del reino. Aun así, hace unos 2.500 años aC, los gatos han llegado a Grecia. Los gatos han formado parte de numerosos cuentos, leyendas y novelas literarias. En una leyenda, el gato es representado como una divinidad, como el dios del sol. Este dios-gato está de pie en un árbol celestial y está troceando a una serpiente. No se conoce lo suficiente como para deducir a qué dios representa el gato, por lo que se barajan diferentes opciones. Un estudio sugirió que las poblaciones del Medio Este Europeo convivieron con gatos.
Conclusión
Los gatos han generado sentimientos encontrados. Su independencia puede simular indiferencia, al igual que su andar sigiloso a la par que elegante puede causar preocupación al no saber cuando se aproxima. Sin embargo, su mirada transparente, su mimoso ronroneo y la elegancia que trasmiten, son cualidades apreciadas. Se encontró una doble tumba, de un humano y un gato, enterrados en la isla mediterránea de Chipre hace 9.500 años.