Sobre la Vocación: St. Gregory’s: The Book of Pastoral Rule
El documento está conformado por cuatro capítulos; la vocación, la vida del pastor, el ministerio pastoral y la humildad en el desempeño del oficio pastoral. Se trata de un manual práctico para los pastores de almas.
En el primer capítulo, se hace una referencia clara hacia la vocación del pastor para el oficio pastoral. Enseña sobre el gobierno de las almas que está llamado a una vida de entrega y de servicio. En cuanto a su vida, manifiesta como se debe mantener bajo esa recta intensión; demostrando una buena disposición en su ministerio pastoral, el cual siempre será el de llevar y anunciar el Evangelio. Por lo tanto, él deberá siempre vivir su vocación en una línea constante de humildad. Es importante resaltar la vida de oración que deben tener los pastores, es la base fundamental de la perseverancia de la vocación y prioridad en la vida pastoral. De tal manera que el pastor no debe dejar que la soberbia invada esta vocación llena de dignidad. Por lo tanto, el pastor debe garantizar que en su ministerio se manifieste una autentica coherencia con cristo pastor, para que su acción pastoral no quede sea cada vez más eficaz.
El segundo capítulo, explica lo referente a cómo debe de ser la vida del pastor en el oficio pastoral e invita a que éste tenga limpieza en todos sus pensamientos. Además, que sea discreto y prudente, amante de la contemplación, que sea compasivo y humilde. En esta parte es recalcada la dimensión Espiritual. También menciona que los pastores de hoy en día deben estar disponibles para todas esas ovejas. Es importante estar con el rebaño y oler a esa fragancia característica de la humanidad y del pastoreo. Estas actitudes nunca deben ser despóticas o autoritarias. Ese acercamiento hacia el rebaño o con los fieles debe formar al pastor como un hombre que refleje y viva la bondad, y además la comprensión para con todos los fieles.
El tercer capítulo se enfoca al ministerio pastoral. En este se promueve una forma sencilla y lineamientos claros para la predicación; orientado para muchos tipos de personas, por esta razón es el que presenta más contenido. Resalta que la predicación se debe hacer siempre según el contexto de la realidad de a quien se predica para que así sea eficaz. Predicar bien, predicar a Cristo y no cosas diferentes. En dicho contexto refleja al pastor claramente: “should be ‘heard’ more by his deeds than by his words. Moreover, the footprint of his good living should be that path that others follow rather than the sound of his voice showing them where to go”. (207)
El cuarto capítulo, es la vivencia de la humildad en el desempeño del oficio pastoral. Nos hace un llamado continuo a la práctica del temor de Dios para no llegar a que sea algo personal y solamente complacencia. Mantener las virtudes vivas, porque de lo contrario nos llevara a otros pecados.
Mientras leía este documento resonaba en mi mente el capítulo 10 del Evangelio de San Juan el documento de Pastores Davo Vobis y el sermón 46 de San Agustín que habla sobre los pastores.
Estoy totalmente de acuerdo con el autor después de leer este texto tan fascinante, ya que su actualidad pastoral, espiritual, vocacional es de gran importancia para el ministerio sacerdotal en esta época actual. Mis razones por las que estoy de acuerdo son las siguientes: La vocación del sacerdote deberá ser cuidada por él mismo al máximo, entendida como un regalo del señor para servir. El sacerdote no es un príncipe, no es un rey, no es líder político; el sacerdote es un servidor humilde de la comunidad.
El sacerdote de hoy, debe tener una vida espiritual activa. Para que en sus obras se manifieste la misma obra de Cristo Pastor. Así quien vea al sacerdote, verá el mismo Cristo actuando y obrando en medio de su grey. El sacerdote de hoy deberá en su obrar pastoral acercarse completamente a la comunidad. Ya que su obrar pastoral no puede estar desconectado de la realidad que le envuelve. El sacerdote debe tener un corazón de pastor. El sacerdote deberá cuidar su testimonio de vida frente a sus hermanos; viviendo los auténticos valores de castidad, pobreza y obediencia a imitación de Cristo.
