Tránsito Amagüaña En La Lucha Por Los Derechos Indígenas.
La lucha por la igualdad de derechos se ha dado a lo largo de la historia en diferentes partes del mundo, a través de revoluciones, levantamientos, huelgas e incluso guerras civiles que han representado un cambio para el futuro de la sociedad que los defiende. Durante la etapa del colonialismo y poscolonialismo en Ecuador el modelo agroexportador representó un cambio importante en la economía del país, sin embargo, el principal sector económico, el sector agropecuario, que estaba dado principalmente por las clases más pobres, mantenía al mismo en un estancamiento ideológico, económico y social. La clase subordinada enfrentó una creciente lucha por la libertad y hegemonía que se les había arrebatado, pero a pesar del duro periodo que tuvieron que enfrentar, se busco obtener la igualdad que estaban buscando. El objetivo de esta investigación es analizar los motivos y consecuencias de la lucha de Tránsito Amaguaña por los derechos indígenas, durante el periodo hacendatario en Ecuador. La pregunta en la que se centra esta investigación es: ¿Qué motivo a Transito Amagüaña a rebelarse contra el régimen hacendatario y que resultados obtuvo?
Se analizaron entrevistas y reportajes, asi tambien como documentos virtuales pertenecientes a periódicos, revistas, libros e investigaciones históricas. He seleccionado dos fuentes, que me parecen de gran importancia. Ambas son investigaciones realizadas por alumnas de diferentes universidades del Ecuador; la primera es una tesis para la obtención del título de Sociologia en la Universidad Central del Ecuador denominada: “Momentos contrahegemónicos en Tránsito Amaguaña frente al orden hacendatario” de Paola Belén Ramos Villacís, que da una pauta de los momentos más importantes de la vida de Tránsito Amagüaña y el mal trato que recibió por parte de sus patrones, describe el contexto histórico y se profundiza en los motivos que la llevaron a sublebarse, además de el análisis de conceptos claves como “orden hacendatario”, “subalternidad”, “hegemonía” y “contahegemonía”; y la segunda es una investigación realizada por Tamia Mercedes Ayala Quinatoa para la obtención del titulo de Licenciada en Antropología Aplicada en la Universidad Politécnica Salesiana (Sede Quito), denominada: “El pensamiento indigena de Dolores Cacuango y Tránsito Amagüana”, la cuál presenta puntos claves para la idea de libertad que nace de Tránsito desde su niñez, además de mostrar investigaciones de campo en las que se dan ideas claves de la su lucha y los frutos hacia la sociedad indigena campesina, y en especial a las mujeres indigenas. Ambas fuentes me representaron grandes aportes pues se describía muy bien el contexto y el motivo de la investigación, se utilizaron las fuentes como bases de la presente investigación, pero se adjuntó información que no poseían a profundidad, como el contexto político de finales del siglo XIX e inicios del XX, además de la incorporación de información sobre las leyes que sobresalen para dar inicio a la investigación.
Investigación Histórica:
Contexto Histórico:
Desde el periodo de las conquistas europeas, ajenas al continente americano, el pueblo ya enraizado con sus costumbres y religión, se mostró debíl frente a un enemigo egoísta y audaz, que le arrebato su territorio, y su cultura. El trato que recibió la gente indigena fue devastador; el dominio del extranjero intodujo en América un nuevo orden social, en donde los que en un principio habían sido dueños pasaron a ser seres suboordinados e indignos, los cuales reconocieron su posición injusta y vivieron en una constante lucha por la libertad que se les había sido arrebatada. La lucha de los grupos indigenas viene de un gran resentimiento desde el punto de partida que tomaron los conquistadores. Uno de los mecanismos de posesión eran las enmiendas que con “instrucción religiosa” quitaba el derecho de libertad de los nativos, y se les brindaba “protección y educación”, además con el mismo se buscaba dar trabajo el cual por su parte nunca fue remunerado.
Durante el periodo post-colonial se mantuvo una etapa hacendataria, en donde los grandes terratenientes contrataban a campesinos indigenas a quienes se les daba malos tratos, poca paga y una carga horaria de trabajo inadecuada. Ecuador ha representado un punto clave para la extracción de materia prima e incluso este sector fue la principal base ecónomica que tenía el país hasta inicios de la década de 1960-1970; a diferencia de varios países américanos el proceso de incorporación al capitalismo se alargo mucho por la manera conservadora e intolerante de pensar de la clase alta que representaba la minoría social frente a la cantidad de indigenas del país. Durante el periodo de Juan José Flores se aprobó una ley en 1833 que manifestaba que el gobierno era responsable de la educación de la sociedad indigena en el país, para la abolición de su condición de ignorantes que había sido consecuencia del colonialismo. En 1856 el tributo que daban los indigenas al estado fue tema de discusión en el parlamento, pues durante ya varías decadas antes del inicio de la República, la clase más desfavorecida aportaba con más ingresos al gobierno por el simple hecho de pertenecer a la raza indígena “el miembro más pobre de la sociedad ecuatoriana se le grava más que a cualquier otro individuo de la nación no porque tiene fortuna sino porque es indígena” (Guarisco, 1995), se produjo un proceso de abolición al tributo, pero no mejoraría la vida de los campesinos quienes se sostenían gracias al trabajo que realizaban en haciendas de grandes terratenientes. Para el año de 1857 tras largas discusiones con debates a favor y en contra la abolición del tributo se aprobó. A inicios del siglo XX se vivió una época de agitamiento y progreso gracias a las políticas liberales de Eloy Alfaro, en donde se permitió la reglamentación del arrendamiento de los criados y trabajadores asalariados buscando así prohibir la esclavitud en la República y disminuir el abuso de los propietarios de las haciendas mediante el decreto dado el 12 de abril de 1899.
Desarrollo:
A pesar de los intentos de igualdad que buscó el estado para darle mayor importancia a la característica que tenía que tener un país repúblicano, el periodo hacendatario mostró a los indígenas la única base de subsistencia que podían tener, obteniendo como resultado una relación hacendado – peón, formalizando alianzas que favorecían a los terratenientes, como el huasipungo, que era el terreno que el hacendado le entregaba a un campesino con la condición de que trabaje para él, pero se suponía que este podía vivir y utilizar los alimentos que trabajaba a cambio de dinero y vivienda. Tambien se caracterizaron por formar alianzas esclavistas, en donde el peón por falta de dinero aceptaba tener que trabajar para su patrón hasta que la deuda quede sellada, pero aquella paga le costaba la vida e incluso pasaba a su familia.
La niñez de Transito Amagüaña se desarrollo en este entorno, “sus padres Mercedes Alba y Vicente Amaguaña trabajaron en la Hacienda “La Chimba” ubicada en Pesillo, Cayambe fundada el 26 de Septiembre de 1911, adscrita a la Jurisdicción de Pesillo y asentada en el callejón de entrada a la Casa de Hacienda propiedad de la comunidad Mercedaria”. (Villacís, 2018), con la ley de expropiación de tierras pertenecientes a las entidades religiosas dadas por el regimén Alfarista los padres Mercedarios tuvieron que salir de sus propiedades, para darle paso a el arrendamiento a manos del estado que ubico como dueño a Aquiles Jarrín; tras las leyes de educación indigena Transito Amagüaña logra prepararse en la escuela de la hacienda en donde es criticada por ser de orígen indígena. Cabe recalcar que la huelga de los brazos caídos que se realizó durante el año de 1919 por parte de los trabajadores de Quito, resultó en solo una paga “anual de un costal de cebada, al siguiente un costal de papas, al subsiguiente un costal de trigo. Y a las mujeres un rebozo y un centro blanco.” (Villacís, 2018). La adolescencia y niñez de Rosa Elena Amaguaña Alba o más conocida como Transito, estuvo marcada de una incipiente huella de esclavismo y violencia, pues estaba acostumbrada a observar el maltrato que sufrían sus padres por parte de mestizos que dirigian parte de la hacienda. Además de que presenciaba el maltrato que recibiá su madre por parte de su esposo Vicente Amagüaña; a los catorce años contrae matrimonio con José Manuel Alba quién era mayor a su esposa por once años, el resultado de su compromiso fue más maltrato y dolor y a pesar de trabajar en los terrenos, no se reemuneraba su trabajo, por el hecho de ser mujer.
A partir de sus quince años, Transito decidió unirse a las filas del partido comunista, las reuniones se mantenían en secreto y se realizaban en las chacras a los grupos indígenas, varias veces partió a Quito para reunirse con el Doctor Paredes, Rubén Rodríguez, Alejandro Torres, Eliodoro Noboa y Luís Chávez, miembros del partido comunista que buscaba una mejor calidad de vida para los obreros y trabajadores indígenas del país. El partido comunista había sido fundado el 23 de mayo de 1926, y había tomado como base las reformas del Viejo Luchador Eloy Alfaro, además obtuvo más auge cuando se dio la crisis económica en 1920 que acuño a una crisis del cacao que afectó gravemente al país, se buscaba llegar al poder, para poder darle al país y a su mayoría obrera una igualdad total, Transito Amagüaña es considerada una de las líderes del Partido Socialista, pues participó en las marchas de los índigenas hacia Quito para reclamar derechos sociales y territoriales, se dio paso a la primera huelga de trabajadores agrícolas, en donde se quemó las chozas de los líderes indígenas. La lucha de Transito Amagüaña buscaba terminar con el maltrato de la sociedad indígena y la equidad de género, así también como la educación gratuita y bilingüe para los niños y niñas, la expropiación de tierras que les habían sido arrebatadas a los campesinos, y el reconocimiento de los indígenas como ciudadanos, dignos de derechos civiles.
En 1944 los ideales de Transito pudieron cumplirse de manera premiosa, gracias a la fundación de la Federación de Indios (FEI), la cuál fue la primera organización de origen indígena del país. En la década de los 50’s, se había reconocido a Tránsito como una líder en su entorno social, y junto a Dolores Cacuango, otra dirigente indígena deciden iniciar con la fundación de escuelas bilingües (quechua-español).