Trastornos Mentales en Adultos Mayores
Muchas veces los trastornos psicológicos son más perjudiciales que los físicos, y generan una precaria calidad de vida para las personas. Existen ciertos intervalos de edad en los que estos problemas son más recurrentes. Las personas mayores tienden a ser muy perjudicados por estos problemas, ya sea por soledad, enfermedades, o factores genéticos. Ellos requieren de un cuidado mayor al de un adulto normal, por lo tanto se recomienda firmemente la continua revisión de este grupo etario para garantizarle una mejor calidad de vida en sus últimos años.
Posteriormente, se revisan en términos generales algunos problemas mentales recurrentes dentro de este grupo etario, además de las complicaciones que existen en su tratamiento y cuidado.
Las personas mayores tienen algo que los jóvenes no, y es la experiencia de una larga vida llena de recuerdos, momentos malos, enfermedades que aparecen por la vejez. En general, los ancianos tienen más cosas en su cabeza de las cuales preocuparse, y muchas veces dejan de hacerlo y generan una indiferencia por su vida y su salud.
La vejez puede llegar a ser uno de los peores momentos de la vida si lo vemos como una fase donde aparecen todos estos tipos de problemas mentales, sumando las enfermedades físicas que tienen que soportar por la edad. Además de esto, podemos sumar el maltrato en hogares de ancianos y en sus propias casas por sus hijos o familiares, algo que es muy común de ver en nuestro país. Los problemas soportados por las personas mayores son tantos, que fácilmente pueden desencadenar trastornos y enfermedades.
La demencia es un trastorno frecuente entre los ancianos, estudios demuestran que el alzhéimer es un gran porcentaje de los casos de demencia (poco más del 50%), y se presenta más a menudo después de los 65 años. La causa de esto puede ser variada, mayoritariamente ocurren por malos hábitos en su vida cotidiana como exceso de tabaco y/o alcohol.
Las personas tratantes de alzhéimer son de mucha importancia, y es necesario una gran preparación para poder ayudar adecuadamente al adulto mayor. Se han visto muchos casos en los que las personas encargadas de esto son poco eficientes, y se frustran al tratar diariamente con el paciente enfermo, dando a entender la poca vocación de estos profesionales. El alzhéimer es una enfermedad difícil de tratar, sin cura conocida y por lo mismo las personas que conviven con el paciente tienden a perder la paciencia o simplemente no saben cómo tratarlo, y eso desencadena maltrato psicológico que afecta aún más al adulto.
Este trastorno mayor no es el único que afecta a la población adulta, existen otros tipos de enfermedades mentales comunes que también afectan a este grupo de personas, tales como la depresión, bipolaridad, trastorno obsesivo-compulsivo, etc.
La depresión (mayor o menor) afecta en menor cantidad a los ancianos, “Se considera que hasta un 2% de la población adulta mayor puede experimentar TDM, las mujeres representan más de la mitad de esta cifra” (Steffens et al. 601-7), aun siendo así, está presente en este grupo etario. Si hablamos de suicidios, según Raue, la conducta suicida en ancianos es la siguiente:
Mujeres de 60 años, o más, presentan un índice más alto de intentos suicidas que su contraparte masculina, pero la prevalencia de suicidios consumados es más alta entre los varones, llegando a ser hasta dos veces mayor que la de la población general. (466-70). Esto es algo que no se puede perder de vista. Las causas de estos intentos suicidas son variados, Raue indica que pueden ser desde un duelo prolongado, poca interacción interpersonal, hasta problemas financieros.
Si hablamos de tratamiento, Tello-Rodríguez señala que: Existe acuerdo en que el mejor enfoque terapéutico es la adecuada combinación de estrategias psicofarmacológicas y psicosociales. Este tipo de manejo reduce niveles de morbilidad y mortalidad, así como exigencias o derrotismo por parte de familiares, agencias de salud y servicios sociales. Esto nos señala la actitud de las personas encargadas de los ancianos, y a su vez una mejor manera de tratarlos, para sacar adelante su salud y su estado anímico. La estrategia psicofarmacológica se refiere a los medicamentos, especialmente usados para la depresión, en cambio la psicosocial son terapias conductuales entre otras. En ese sentido la geriatría (encargada no solo de la salud mental de estas personas, sino también en las enfermedades comunes de estas personas como falta de movilidad, diabetes, hipertensión, etc.) funciona, pero tiene que usarse de una forma adecuada.
Por esto es suma importancia que la familia invierta en la salud de estas personas, no solo con medicina, sino también con apoyo familiar, cariño y paciencia, para que puedan disfrutar de esta fase tan complicada del ciclo vital.