Unidad Didáctica: Curso Cristología
Introducción
Redacto las tres ideas más importantes de cada unidad:
- La muerte de Jesús ha sido presentada, desde una visión distorsionada por el fundamentalismo, solo como sacrificio y expiación. Y de ahí se acaba deduciendo y concibiendo a Dios como “sádico”, como si él fuese imprescindible la sangre de Jesús para redimir y salvar.
- Con ello, además, se consigue que la vida, mensaje y misión de Jesús parezcan irrelevantes.
- Existe un tipo de religiosidad que confina a Jesús a un espacio reducido e, incluso, vaciado de contenido. Se pretende consumir la parte que interesa de Él y, así, bajo el pretexto de que la humanidad de Jesús tapa su divinidad se acaba convirtiendo la figura de Jesús en ridícula y a su Encarnación en justo todo lo contrario a encarnarse.
- Pero tan grave es falsear la Encarnación, el “antes” de Jesús, como hacerlo con el “después”, es decir con sus seguidores, continuadores de su misión. Se convierte a Jesús en un personaje del pasado, para contemplar en el escaparate de la historia. Realmente solo su seguimiento nos hace compartir sus causas y solo sus causas nos convierten en seguidores.
Desarrollo
- La historia de Jesús puede ser tomada como una historia pasada, solo para recordar, o puede ser utilizada como código normativo, solo para repetir. Pero cabe preguntarse si aquello que Jesús vivió, lo que dijo e hizo es relevante como praxis y como norma. Y ¿lo es todo ello o más bien hay que ser capaces de diferenciar lo esencial de lo circunstancial?
- El estudio de la vida de Jesús puede llegar a tener acentos diferentes que nos pueden, a veces, confundir. El estudio del Jesús histórico se fija en la vida y obra de Jesús de Nazaret mientras que los estudios sobre el Cristo de la fe ponen el acento en una visión más “sobrenatural”, en Jesucristo Hijo del Padre.
- Precisamente para evitar confusiones debemos preguntarnos sobre cuestiones relevantes que se mueven en el terreno de la intersección entre esos dos grandes acentos: ¿Cuál fue la pretensión de Jesús? ¿Cómo entendía su misión? ¿Por qué murió Jesús? ¿Por qué lo mataron?
Unidad Tres
- Jesús predica el Reino de Dios, pero no lo hace desde teorías ni ideologías, sino que lo hace encarnándose en él. Lo hizo desde la actitud, el gesto, la buena nueva, el verbo, el compromiso. Un compromiso con el hombre y su felicidad. Para ello vive Jesús y por ello es crucificado. Se puede decir que el Reino es la causa de la Crucifixión.
- Pero, ¿por qué por el Reino es llevado a la Cruz? Él mismo nos dice que el Reino es una realidad que libera: “los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan sanados y los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Nueva”. (Lc 7, 22). Así, Jesús está comandando todo un movimiento de liberación que devuelve la dignidad a los oprimidos y rechaza los factores de esclavización.
- Pero todo ello no se hace desde un mesianismo “caudillista” que combate con las mismas armas que el mal. Al contrario, es un amor universal que, aunque a los ojos del anti-reino pueda parecer paradójico, amando a todos es capaz, a su vez, de amar preferencialmente a los más débiles, pequeños, humillados y oprimidos.
Unidad Cuatro
- Cuando decimos “Jesús muere en la Cruz” corremos el peligro de olvidar que a Jesús lo mataron, lo ejecutaron en la Cruz. Como el que lo mataran tuvo unas causas que se desprenden de su coherencia respecto de su causa, al olvidar que lo mataron olvidamos por qué fue que lo hicieron. Y así convertimos al crucificado en una imagen aislada de su vida, mensaje, actitudes y obrar.
- Ya no solo es que se olvide que a Jesús lo mataron, es que además se ha convertido a la Cruz, y con ella al hecho que en ella ocurre, la crucifixión de Jesús, en un hecho “meramente” religioso. La Cruz convertida en símbolo, en adorno, ya sea para templos ya sea para colgar en el cuello… pero tantas veces vaciada de contenido, de su sentido más profundo. Una cruz cómoda, que pesa poco, alejada de ella el crucificado y sus causas.
- Jesús es crucificado por subversivo, porque su mensaje y la práctica de él son coherentes y revolucionarios. No es posible un seguimiento del Crucificado ajeno a su causa. Resulta imposible, por mucho que lo disfracemos, creerse seguidor de Jesús y sentirse ajeno del devenir de tantas víctimas, de tantos crucificados.
Unidad Cinco
- La Resurrección de Jesús es un hecho de dimensiones poliédricas que puede ser considerado desde sus diferentes planos: histórico, hermenéutico, teológico, cristológico, soteriológico, eclesiología y escatológico. Confundir e, incluso, enfrentar estos planos solo nos lleva a distorsionar a Jesús y su Resurrección.
- Por tanto, la Resurrección de Jesús es un hecho histórico, pero no solo es eso, es más que eso. Pero, a la vez, que sea más que eso no quiere decir que no sea también eso. Por ello, aunque trasciende y va más allá del hecho histórico también es un hecho histórico. La Resurrección de Jesús ocupa un espacio en el tiempo, tiene su momento histórico.
- La Resurrección de Jesús no es un hecho que excluya la humanidad de Jesús. Y mucho menos excluye a su humanidad crucificada por las causas de su predicación y actitudes. También sus causas resucitan con Él.
Unidad Seis
- La Iglesia como seguidora discípula de Jesús solo tendrá sentido si es fiel al significado original y real de la vida de Jesús, su crucifixión y su resurrección. Si, en cambio, hacemos del seguimiento de Jesús arqueología nostálgica o simple ideología, entonces, no será auténtico, coherente y fiel a Jesús.
- Ese seguimiento, por tanto, solo será creíble si hace lo que Jesús y si es como Jesús. Es decir que ya no solo se trata de pensar y decir lo que dice el Evangelio de Jesús, sino que es necesario, imprescindible, que el estilo de Jesús impregne nuestra praxis.
- Y para ello será muy importante superar el llamado monofisismo, es decir ese nuevo “dualismo” que pretende separar, a modo de binomio imposible de converger, la divinidad y la humanidad de Jesús.
Redacto las diez ideas esenciales del curso
- Los reduccionismos y fundamentalismos son el gran peligro a la hora de afrontar el estudio de la figura y la trascendencia de Jesús de Nazaret
- Se deben conjugar los acentos del Jesús histórico y el Cristo de la fe de manera que, lejos de ser antagónicos e incompatibles, se puedan complementar como diferentes perspectivas de una misma realidad.
- Jesús o se predicó a sí mismo si no que predicó un Reino que libera y compromete.
- El Reino de Dios es reino de amor, que se hace presente en la buena nueva a los pobres, en la liberación a los oprimidos.
- A Jesús lo matan en la Cruz por los que dijo e hizo, por mantener coherentemente la praxis del Reino.
- Es imposible querer mantener que se es seguidor de Jesús si no se es seguidor y practicante de sus causas más que evidentes en el Evangelio.
- La Resurrección de Jesús es un hecho de dimensiones poliédricas. Admite más de una mirada y, además, realmente son necesarias esas miradas complementarias para poder hacer una verdadera aproximación.
- La Resurrección es un hecho histórico y, a su vez, es más que eso. Pero ese “ser más” no anula la base histórica.
- El seguimiento de Jesús no puede ser ni simple memoria arqueológica ni mera ideología “un día de moda y otra pasajera”.
- La Iglesia solo será creíble como discípula de Jesús si hace lo que hizo Él y si es como lo fue Él.
Conclusión
En primer doy la gracia al profesor, por dejarme presentar las unidades didácticas dos, tres y cuatro, fuera de plazo habida cuenta mi enfermedad neurológica, debidamente justificada con la aportación de la baja médica y con autorización de usted (correo de fecha 30/11/18), sin que en estos momentos hayan sido calificadas
Atendiendo a las calificaciones de la unidad uno (antes de la enfermedad), cinco y seis, en situación de tratamiento, Kepro y Vimpat y control médico amen de pruebas neurológicas debo de encomendarme al buen saber del profesor, ya que este periodo de control médico con sus altibajos y cambios de medicación, me resulta algo imposible. Debo reconocer que su atención hacia mi persona ha sido exquisita, los tiempos de entrega y demás cuestiones debe de adjetivarse como convenientes
El curso de Cristología me ha formado en: Jesucristo es el centro, la culminación y la realización plena del plan de Dios. Me ha dado la respuesta a la pregunta: ¿conocemos verdaderamente a Cristo? Podemos conocer su vida y su personalidad como sujeto histórico, pero debe estudiarse a la luz de la fe, reflexionando sobre todo lo que ha dicho y enseñado, llegando a una visión teológica del misterio de su persona y de su obra salvífica. ‘Hacer cristología’, esto es, conocer a Jesucristo