Violencia en el Deporte Base y sus Normativas

El deporte base (o de base) se caracteriza por su carácter formativo, donde el rol protagonista lo ocupan los niños y jóvenes que sueñan con ser deportistas profesionales. Pero, ¿cómo se regula legalmente el deporte base en España? ¿Rigen las mismas normativas que orientan la práctica deportiva de carácter profesional?

A continuación, analizamos los objetivos del deporte formativo, y abordamos la polémica aplicabilidad de la ley anti violencia en este ámbito.

¿Qué es el deporte base?

El deporte base, también conocido como deporte formativo, consiste básicamente en las disciplinas deportivas practicadas por niños y adolescentes con el objetivo de formarse técnicamente y psicológicamente; el objetivo sería competir en los máximos niveles del deporte profesional. Por lo general, estos entrenamientos se desarrollan en clubes deportivos e instituciones educativas. En los estados Unidos, por ejemplo, es muy famoso el programa de becas deportivas en las universidades para la formación de atletas de elite.

Ya en fútbol, casi todos los clubes de primera y segunda división tienen sus propias escuelas de base (o inferiores) para formar a sus futuros jugadores. Además, los deportistas de base pueden competir por las selecciones nacionales o provinciales en competiciones oficiales.

Trabajo formativo del deporte base: más allá del entrenamiento físico

Este carácter formativo o preparatorio consigue que las instituciones que se dedican al deporte base sean conocidas popularmente como canteras. En este sentido, es importante evidenciar que esta preparación va más allá de optimizar la capacidad física y estimular la vocación o el talento de cada juvenil.

Un óptimo trabajo en el deporte base necesariamente incluye la formación educacional y el apoyo psicológico, para que los atletas desarrollen plenamente su mente. La ayuda financiera también permite que estos jóvenes puedan dedicarse al entrenamiento y auxiliar a sus familias,  además de encontrar en los centros deportivos una contención social.

El deporte base también es una oportunidad para los clubes

Más allá de representar una gran oportunidad formativa y económica para los jóvenes, el deporte base también ofrece importante beneficios para los clubes, principalmente si hablamos de fútbol. Este trabajo significa, por un lado, la posibilidad de formar sus propios jugadores según su propia filosofía, sus necesidades y visiones a futuro.

Pero además, las divisiones de base en el futbol son una importante fuente de ingresos para los clubes. El mercado de pases internacional concreta anualmente contratos cada vez más atractivos; muchos equipos grandes optan por reforzar su plantel con los jóvenes que se destacan en el futbol de base.

Igualmente, también los deportistas de base representan una importante posibilidad de ahorro, ya que no necesitan dispensar grandes sumas de dinero para renovar su plantel. Y además, pueden disminuir el impacto de la renovación entre generaciones de jugadores.

Las normativas anti violencia en el deporte de base

Una de las cuestiones legales más polémicas en el deporte base es la validez de la llamada ley anti violencia. En un principio, parecería lógico que las mismas normativas que visan combatir cualquier forma de discriminación, intolerancia o actos de violencia en el deporte, también fueran aplicables a los semilleros. No obstante, esta cuestión no es tan simple como podríamos imaginar y te explicamos brevemente el porqué. Originalmente, la prevención de actos violentos e intolerantes en los recintos deportivos era expresado en el título IX de la Ley del Deporte (ley 10/1990).

Como su título habilitante estaba comprendido en el de ‘seguridad pública’ de la Constitución Nacional, se subentendía que sus determinaciones eran validas en todo el territorio español.  Y ello, lógicamente, incluía los recintos deportivos y sus alrededores durante todo tipo de competición, ya fuera del deporte profesional o débase.

Pero en 2007, se publica la Ley 19/2007, conocida como la ley ‘antiviolencia’ en el deporte, que pasa a sustituir el mencionado titulo IX. Y la problemática surge gracias a su artículo 1.2, que expresa: “El ámbito objetivo de aplicación de esta Ley está determinado por las competiciones deportivas oficiales de ámbito estatal, que se organicen por entidades deportivas en el marco de la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte, o aquellas otras organizadas o autorizadas por las federaciones deportivas españolas”.

A esta norma sumamos la determinación del artículo 32, que deja claro que el régimen disciplinario ‘anti violencia’ solo es aplicable a quienes dispongan de licencia estatal o autonómica homologada. Con ello podemos concluir que dicha ley no contempla el ámbito autonómico y las competencias deportivas territoriales. Por lo tanto, su alcance no llegaría al deporte base. Pero la problemática no queda aquí….

La cuestión se vuelve aún mas contradictoria si consideramos que la Ley Orgánica 1/1992 de seguridad ciudadana, que sigue vigente; esta norma determina que todos los eventos y competiciones deportivas quedan sujetos a las medidas de prevención detalladas en el titulo IX de la Ley del Deporte de 1990.

Por todo ello, quedaría evidente que la regulación del deporte base, al menos en materia de seguridad pública, necesita una normativa más clara y transparente. No solo para establecer reglas claras que orientan su práctica, como también para cuidar a los jóvenes que recién ingresan al mundo del deporte.

27 April 2022
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