Votación en las Elecciones Como Crítica a los Gobirnos
¿Los votos expresan críticas a los gobiernos?
El sistema democrático actual español está en crisis, una de las causas fue la gran crisis económica que tuvo lugar en 2008 y sus consecuencias políticas, económicas y sociales, además de la desconfianza que provocó. Las medidas que llevó a cabo el gobierno, también fueron duramente criticadas cuando se empezaron a ver los resultados de la crisis. En consecuencia hubo reivindicaciones, como por ejemplo las del movimiento del 15-M.
Las críticas a las reformas que realiza el gobierno, como durante la crisis económica, son un problema tanto para el gobierno como para el sistema político ya que pierde apoyo y la confianza por parte de la ciudadanía. Eso aumenta el descontento que tiene los ciudadanos con las instituciones españolas y, como consecuencia, los votantes utilizan su derecho a voto como protesta. En general, los votantes más insatisfechos con el sistema democrático actual y que más desconfían del Gobierno son las personas de izquierdas debido a que diversos estudios han demostrado que la satisfacción ciudadana es una tendencia más conservadora que progresista.
No debemos confundir descontento político con desafección política ya que son conceptos diferentes que los ciudadanos acostumbran a confundir. El descontento político es la insatisfacción por los rendimientos negativos de un régimen político por la incapacidad para solucionar algunos problemas “básicos”, por ejemplo una crisis económica puede ser un motivo de descontento político. En cambio, la desafección política se mide a través del alejamiento de la ciudadanía con respecto al sistema político, esta puede surgir por el desinterés hacia la política, la ineficacia que sienten que tienen los partidos políticos, la desconfianza que tienen hacia estos o el aburrimiento hacia la política.
Una forma muy habitual, entre los ciudadanos, de mostrar disconformidad ante el Gobierno es a través de las elecciones. En las elecciones, tenemos cuatro perfiles de ciudadanos a la hora de votar, estos ciudadanos se dividen cuatro grupos, los que entregan un voto en blanco, aquellos que se abstienen a votar, los que accidental o intencionalmente entregan un voto que pasa a ser nulo y, por último, los que votan normal a las candidaturas.
En las elecciones, las variables que intervienen a la hora de criticar al Gobierno son el abstencionismo, el voto en blanco, el “votante promiscuo” y el voto nulo intencionado, aunque este último no es tan relevante ya que no podemos distinguir cuando es accidental y cuando no.
Los abstencionistas son aquellos votantes que en unas elecciones deciden no ejercer su derecho a voto. Hay distintos factores que influyen en la abstención.
En primer lugar, depende de la importancia que le den los votantes a las elecciones, por ejemplo, hay una gran abstención registrada en las elecciones europeas que son a las que, generalmente, los ciudadanos conceden menos importancia.
En segundo lugar, según si la percepción de las elecciones es de cambio o de continuidad, cuando se perciben que son de continuidad, estas tienen un valor de abstencionismo mayor que cuando se perciben que son de cambio.
En tercer lugar, la desafección y descontento político son también factores, según los estudios, los votantes con ideología de derechas que deciden abstenerse a la hora de votar es comúnmente debido al desinterés político. Sin embargo, cuando los que se abstienen son de ideología de izquierdas, está más relacionado con la insatisfacción con las opciones políticas existente. De acuerdo con algunos estudios que se han realizado, en un caso de corrupción, los votantes menos politizados suelen abstenerse a la hora de ir a votar.
Otros factores del abstencionismo electoral son provocados por la salud o el trabajo. El voto en blanco consiste en realizar el acto mismo del voto manifestando que ninguna de las opciones planteadas es la adecuada. Para algunos politólogos el voto en blanco es un voto de protesta, un voto que muestra disconformidad con las opciones políticas existentes. Este voto es válido y se computa. Por tanto, tiene un efecto a favor de los partidos mayoritarios y, por consiguiente, perjudica a los minoritarios. Para los comicios generales, hay un umbral mínimo de voto del 3%, mientras que para las municipales ese requisito sube al 5%. Si hay más votos válidos, es más complicado para los partidos pequeños llegar a alcanzar ese porcentaje de sufragios. Con este tipo de voto, los votantes quieren expresar que no se sienten representados con ningún partido, sin embargo, lo que consiguen es actuar a favor de los partidos más grandes.
Hay muchas teorías sobre el voto en blanco, por ejemplo, una de las más “populares” es que el voto en blanco va para el partido ganador, esto es mentira. No obstante, es cierto que si votas en blanco en cierta manera estás ayudando al partido ganador, un partido mayoritario.
El voto a la candidatura también puede expresar una insatisfacción ya que si los ciudadanos que votaron al partido que gobierna en ese momento y no están satisfechos con las medidas y políticas que ha llevado a cabo el partido, estos votantes (promiscuos), seguramente, no votarán al mismo partido en las siguientes elecciones. Lo que era más habitual era ir alternando PSOE y PP pero, este bipartidismo ha cambiado desde que han aparecido nuevos partidos como Podemos y Ciudadanos.
Una gran parte de los ciudadanos está en contra de la ley d’Hont que es la ley que utilizamos para la distribución de los votos en España. Este sistema favorece a los partidos más grandes y perjudica a los más pequeños dificultando su representatividad, por lo tanto, algunos ciudadanos optan por votar a los partidos minoritarios para manifestar la oposición contra los partidos más poderosos e impulsar a los pequeños para que estos puedan obtener escaños.
El voto nulo es un voto con deficiencias, por ejemplo, se realiza con un sobre o papeleta diferente al oficial, o cuando el sobre obtiene más de una candidatura. Este voto, a diferencia del voto blanco, no cuenta en el resultado electoral, es decir, es un voto inválido. El problema de utilizar este voto es que no se puede distinguir entre los nulos intencionados, los de protesta, de los no intencionados, los fallos. Sin embargo, en algunas ocasiones algunos votantes han manifestado sus disconformidades a través de estos votos, por ejemplo, incluyendo una rodaja de chorizo, para denunciar lo chorizos que según sus creencias son los políticos.
Para concluir, podemos afirmar que los votantes manifiestan sus críticas de descontento y desafección política a través de las elecciones. Para ello, utilizan diferentes métodos, la abstención al voto, el voto en blanco, el voto nulo o el voto a otros partidos y el voto a los minoritarios. Sin embargo, es muy difícil relacionar estos métodos con la insatisfacción de los votantes ya que algunos de ellos pueden ser causados accidentalmente o por el desinterés por la política generado por los bajos estudios o incultura, no por la desconfianza al sistema político y Gobierno.