Abortos En España Y La Situación De Las Menores
Hoy en día uno de los temas que se tratan con mayor frecuencia y más polémica genera; es el aborto. En este ensayo pretendo verter información general sobre el aborto, argumentos y opiniones desde ambos puntos de vista, a favor o en contra; y para finalizar, mi opinión.
Como todos sabemos, el aborto es la interrupción voluntaria o involuntaria del embarazo; es decir; antes de que el embrión esté preparado para vivir fuera del vientre materno. En España se legalizó por primera vez en 1985, y el 5 de julio 2010 entró en vigor la Ley Orgánica 2/2010. Esta nueva reforma, según la regulación de Ley Orgánica “está basada en los derechos fundamentales de las mujeres: derecho al libre desarrollo de la personalidad, a la vida, a la integridad física y moral, a la intimidad, a la libertad ideológica y a la no discriminación”.
Los requisitos para el aborto se encuentran recogidos en el artículo 13 de esta misma ley, entre los que se encuentran:
- Debe ser practicado por un médico especialista.
- Debe ser practicado en un centro público o privado acreditado.
- Consentimiento expreso de la embarazada o de sus tutores legales en caso deser menor.
- En menores de 16 o 17 años no es necesario consentimiento de sus tutores, pero sí que mínimo uno sea informado.
En menores existe excepción en casos de conflicto grave: violencia intrafamiliar, coacciones, desamparo, riesgo de abandono… En los artículos 10 y 15 de esta misma ley se recogen los plazos en los que se permite abortar:
- Antes de las 14 semanas: la mujer debe ser informada de los métodos, derechos, ayudas públicas… y dejar trascurrir 3 días entre el conocimiento de esta información y su decisión.
- Entre las semanas 14 y 22: Nos encontramos en el umbral de viabilidad fetal; es decir; solo se permite abortar si la mujer se encuentra en alto riesgo o el feto presente anomalías.
- A partir de la semana 22: solo es posible si el feto presenta una grave o incurable enfermedad que ponga en riesgo su vida, debe ser confirmado por un Comité Clínico. España es junto con Francia y Alemania, uno de los países donde más abortos se realizan dentro de la UE. Una consecuencia directa en nuestro país es la disminución de la natalidad, si hubiésemos evitado los 2,3 millones de abortos realizados desde su legalización en 1985, no estaríamos tan alejados del reemplazo generacional.
A pesar de que dentro de nuestra sociedad, el aborto vaya siendo cada vez menos tabú, hay 26 países en todo el mundo en los que todavía es completamente ilegal como Egipto, Irak o Mauritania; y otros en los que es legal únicamente cuando la vida de la madre esta bajo un alto riesgo, como es el caso de Venezuela, México o Brasil. Uno de los argumentos más extendidos a la hora de defender el aborto está ligado a la lucha feminista, ya que proclama el derecho de la mujer a decidir sobre su maternidad y su cuerpo.
“Una mujer o un hombre no están obligados a donar un riñón a un hijo que podría salvarlo de la muerte. Sin embargo una mujer está obligada a llevar a delante un embarazo no deseado por el respeto a la santidad de la vida, convirtiéndola en una heroína” Sebastiani, Mario.
También se defiende el aborto desde un punto de vista de clases, ya que en países o zonas pobres hay menor nivel de información sobre sexualidad, enfermedades de transmisión sexual o métodos anticonceptivos, así como como menor capacidad económica para conseguir estos últimos. En relación a este punto, encontramos el término vulnerabilidad social: “Se articula con la vivencia de situaciones de fragilidad en la espera del trabajo, familia o otras relaciones sociales significativas” Kaztman Rubén.
Abortos en España
Dentro de un entorno pobre social económico, suelen originarse conflictos intrafamiliares con mayor frecuencia que en otros entornos con más recursos económicos.
“Las adolescentes que conviven con una familia desestructurada y conflictiva suelen iniciarse antes en el sexo en consecuencia de esta mala relación familiar; lo hacen de forma desinformada” Geldstein, Rosa N., and Edith A. Pantelides.
Este último punto debe ser tenido en cuenta ya que tras un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud en junto con el Instituto Guttmacher, se refleja que entre 1990 y 2014 en los países desarrollados el número de abortos anuales disminuyó de 46 a 27 mujeres en edad fértil2 por cada 1.000 habitantes, mientras que en los países más desfavorecidos la variación solo disminuye de 39 abortos a 37 por cada 1.000 habitantes. En todo el mundo se estiman unos 19 o 20 millones de abortos inseguros según otro estudio realizado por la OMS en 2006; estos abortos clandestinos se realizan en un acto de desesperación con medidas extremas, como introducirse el gancho de una percha en el útero en un intento de extraer al feto o lanzarse por unas escaleras para así golpear fuertemente la zona abdominal y que ese choque desencadene un aborto natural.
Para resumir las opiniones a favor encontramos que la negación del aborto a menores restringe su derecho de opinión y decisión sobre su propio cuerpo y les induce a métodos violentos para interrumpir su embarazo, siendo las jóvenes de peor condición social las más afectadas por este último.
Una de las cuestiones más comentada sobre el aborto es sobre el momento en el cuál se inicia la vida. Los partidarios de esta práctica defienden que durante las semanas en las que está permitido únicamente se están extrayendo células del cuerpo de la niña, así opina Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer( FEIM) : “La discusión sobre cuando empieza la vida es interesante porque con los avances científicos hay cuestiones que en vez de aclararse pueden confundir. Es evidente que debemos diferenciar entre la vida desde el punto de vida biológico-celular y la persona humana. Esta última es más que las células y esto es lo que claramente reconoce la legislación vigente… Y justamente a los fines del derecho la persona humana recién comienza a nacer. Por eso la ley considera a la persona cuando nace y no en la concepción.”
Se considera en edad fértil a mujeres de entre 15 y 44 años. En el lado opuesto, personas con formas de pensar más conservadoras defienden que los niños no natos deberían ser considerados vida humana además de biológica, y por consiguiente tener los mismos derechos que una persona ya nacida. Continuando en esta línea, personas con esta ideología tienden a criticar duramente a los médicos partícipes de esta práctica, ya que en el juramento hipocrático se comprometen a que la salud y vida de sus pacientes sea su primera preocupación.
A sus ojos, el aborto es un genocidio más dentro de la historia del ser humano por ser la causa de que cada año mueran millones de personas en consecuencia de la interrupción de los embarazos; por lo tanto; las personas en contra del aborto consideran que permitir esta práctica es sinónimo de legalizar un crimen. Otro severo impacto negativo que proclaman las personas pro-vida es el económico, debido a que la disminución de la tasa de natalidad convierte a nuestro país en uno envejecido por la falta de niños; según el Eurostat el envejecimiento de la población española será el más acentuado de toda la Unión Europea.
En conclusión, las opiniones sobre este tema se dividen claramente en dos bandos. Yo considero que las menores deben tener derecho a abortar si así lo deciden ya que las consecuencias de un embarazo no deseados son fatales psicológica y económicamente hablando, incluso letales, ya que para interrumpirlo muchas chicas arriesgan su vida con remedios muy peligrosos; además de que cada mujer es la única persona que debería tener la capacidad de decidir sobre su propio cuerpo. Por último, no comparto que permitir abortar a las jóvenes deba considerarse un crimen.
Referencias
- Sebastiani, Mario. “Aborto: Una Opinión, Una Postura.” INMANENCIA, 2016.
- Kaztman Rubén. Seducidos y Abandonados: El Aislamiento Social De Los Pobres Urbanos. Programa IPES, Facultad De Ciencias Humanas, Universidad Católica Del Uruguay, 2005.
- Geldstein, Rosa N., and Edith A. Pantelides. Riesgo Reproductivo En La Adolescencia: Desigualdad Social y asimetría De género. Unicef Oficina De Argentina, 2001.