Analisis Conceptual: Manejo Conductual De Los Celos
Introducción.
El término celos proviene del griego Zealous alude a la emoción que tenemos ante la sospecha que creamos ya sea real o imaginaria de la amenaza a una relación que consideramos valiosa tratándose de un mecanismo clave tanto para hombre como para mujeres. Los hombres y mujeres pensamos diferente ante las infidelidades, sexual o emocional que son estudiadas por dos grandes teorías: la sociocultural y la evolucionista. La evolucionista defienden la preocupación que tienen los hombres ante la infidelidad sexual y un mal emocional femenino.
Por otro lado la sociocultural plantea la función social de los celos que consiste en preservar la intimidad de uno mismo. Por otro lado para los psicólogos se trata de una relación de cuatro donde se incluye el rival, miembro de la pareja, el componente de la relación víctima de los celos y la comunidad, que tiene la función de vigilar el cumplimiento de las reglas que a lo largo de los años hemos ido normalizando e inhibiendo los comportamientos que contradicen estas conductas. Nuestra cultura es la encargada de determinar qué situación es amenazadora, cuándo esa situación es realmente un peligro y en qué condiciones se requiere la manifestación de la emoción de celos. Por lo tanto, la estructura social en la que vivimos es un factor determinante en la percepción de la amenaza.
Desarrollo.
Desde su nacimiento, el ser humano desarrolla un primer vínculo que con el tiempo se va traduciendo en un vínculo romántico. Este apego no siempre es seguro y tranquilo, en ocasiones surge la inseguridad, la duda y el miedo de perder a la persona y con ello una preocupación obsesiva por esta. Los celos son universales, existen en todas las culturas e incluso en relaciones no románticas. Los celos son una respuesta de malestar innata que surge ante la amenaza de la pérdida de una relación.
A pesar de ser considerados negativos, pueden verse por el sujeto como algo favorable. Los celos parten de la noción de posesión, inseguridad y temor a la pérdida. El papel de los celos en la vida humana es mantener la exclusividad de las relaciones emocionales. En término de las diferencias sexuales, se han encontrado que los varones reaccionan en mayor medida ante la infidelidad sexual; mientras que las mujeres son más sensibles ante la posible pérdida de atención y recursos emocionales.
Ahora bien; el amor sano y constructivo no acepta ni exige una absorción por el otro, sino que espera compartir experiencias; no sobre idealizar ni acepta incondicionalmente el amor, sino que pretende una relación de mutua ayuda; no provoca dolor ni incertidumbre, sino una manifestación de alegría. Cuando realmente se ama, el otro no es imprescindible aunque sí muy importante. El amor adictivo destruye la autoestima de la persona que no puede sobrellevarlo, la persona puede llegar a tener una obsesión disfuncional por el otro. Una relación es adictiva cuando produce daño, perjudica a la salud física y emocional o representa laberintos sin salida o historias que solo pueden terminar mal.
En estas relaciones el mecanismo de control se basa en los celos, y parte tanto del miedo de perder a la persona como del mito de creer que si no somos especiales para esa persona no valemos o no somos lo suficientemente buenos o atractivos. Los celos que trataremos serán los celos sexuales que, al igual que la infidelidad, tienen muchos significados. Los celos sexo-afectivos están conformados por un conjunto de sentimientos y emociones dolorosas que se plantean alrededor del miedo a la pérdida de la persona y llevan a la persona afectada a ser muy vigilante e intrusiva con su pareja.
Un ejemplo relacionado con los celos asociados a la infidelidad sería la creencia que todavía perdura en nuestra sociedad de que los celos en una relación miden el amor hacia la otra persona y que estos son inseparables al sentimiento del amor. Para ejemplificar esta situación podemos citar frases que se escuchan aún hoy día en nuestra sociedad como: ‘si me amas me celas o me celas porque me amas’ a lo que la otra persona respondería: ‘te celo porque me importas.
La persona que siente celos recibe una sería de amenazas que serían las siguientes; el celoso percibe a las personas externas a su relación como una constante amenaza que quieren dañar la estabilidad de su relación y culpa a la pareja de conceder la oportunidad a otros de entrometerse en la relación. Otra razón puede ser que la pareja infiel provoque celos a su pareja para reasegurarse a sí mismo que la otra persona sigue interesada en su persona.
En estos casos la persona a la cual le son provocados los celos no culpa a su pareja de que estos hayan sido provocados por ella, sino que culpa al rival, es decir, a esa tercera persona que se entromete en la relación, esto se utiliza para que en el caso de que la relación continúe se mantenga la cohesión con el otro.
Podemos añadir a nuestro estudio de los celos la violencia de pareja justificada por estos, los estudios dirigidos hacia las características de la psicología de los hombres violentos hacia su pareja demuestran que estos tienen dificultades para expresarse emocionalmente y estas pueden estar asociados a problemas para establecer relaciones íntimas y la tendencia dentro de estas a actuar violentamente.
La violencia en la pareja es el resultado de un conjunto de actitudes como son; un estado emocional intenso muy relacionado con actitudes de enemistad, carencias en la capacidad de comunicación además de la suma de factores problemáticos como estrés, consumo de alcohol y drogas. Estos individuos son más posesivos y celosos que los que no tienen el comportamiento violento. A veces los celos justifican un acto de violencia, por el hecho de que no es percibida de una forma tan negativa.
Esto se debe a que los celos están vistos como un acto de amor comprensible en una relación estable. Algunos estudios realizados con parejas que sufren este tipo de violencia, confirman que tienden a percibir los celos como indicadores de amor y compromiso con la relación. Sin embargo, los celos no forman parte del amor.
Es más en una sociedad como la actual apenas se vislumbran las ventajas evolutivas (económicas) del compromiso, puesto que la mujer de hoy ya no necesita la figura ancestral del varón para alimentar a sus hijos. Argumentos pro-reproductores o de inversión marital se despojan de sentido porque la situación social a su vez es diferente. La mujer no necesita el compromiso del varón para su supervivencia económica. Si está junto a él es porque quiere, no porque lo necesite.
A pesar de que cada vez es más común las infidelidades en la pareja y los celos dentro de estas que quizás indican que ambas personas estarían mejor separadas o en una relación abierta podemos afirmar que la mayoría de las personas consideran a la monogamia como el estado ideal. Objetivos de un programa dirigido a jóvenes sobre el amor y la prevención de la violencia en la pareja Nuestro objetivo es concienciar desde la temprana juventud la diferencia entre el amor y la violencia en la pareja.
En cuanto al programa que llevaremos a cabo consistiría en una pequeña obra de teatro en el que se muestran situaciones que ocurren diariamente en las parejas en las que destacan los celos y a veces estos derivan en violencia de pareja. Creemos que al mostrar situaciones corrientes con las que pueden sentirse identificados también puedan tomar las medidas adecuadas para prevenir las situaciones.
Conclusión.
Para finalizar cabe destacar que la conducta de los celos, la infidelidad o el simple miedo a perder a la persona que nos atrae o nos gusta está muy relacionado con el hecho de que la monogamia no es algo natural sino algo que hemos creado artificialmente en nuestra sociedad, en la cual se ve mal tener una relación estable con una persona y acostarse con otras ajenas a la relación.
Para concluir se llevará a cabo una pequeña reflexión sobre la obra en la que se expondrá lo perjudicial que son los celos y las graves situaciones de violencia en las que pueden derivar. Amor nunca es poseer a alguien ni decidir lo que puede hacer o no. Los celos no justifican la violencia. Entonces, ¿vas a dejar que alguien te controle? Y tú, ¿vas a intentar controlar a alguien para sentirte con más poder?
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