Papel de la Intuición en la Interpretación de los Sueños en "Jane Eyre"

Jane Eyre, la enigmática e interesante novela gótica que muestra como la vida de una joven, es capaz de cambiar de solitaria y triste a una vida llena de felicidad y amor cuando se está con personas que aman como son amados, fue escrita por una de las escritoras inglesas de la literatura mundial, Charlotte Brontë, reconocida por trasmitir en sus obras características propias de la época victoriana, evidenciándolo a través de una novela romántica con un toque gótico. Esta composición literaria fue publicada en un inicio como una autobiografía bajo el seudónimo de Currer Bell en 1847, debido a las consideraciones machistas de la sociedad victoriana; sin embargo, luego de unos meses después de la publicación Brontë reveló su verdadera identidad, luego de eso se la reconoció como una de las primeras mujeres en plasmar el feminismo en la literatura. Jane Eyre, reconocida y aclamada mundialmente, explora el prejuicio, tema presente en la sociedad inglesa, a través de los sueños otorgándole a la protagonista la facilidad de interpretarlos según sus creencias, sin embargo, esa interpretación influirá en la vida de Jane, lo que conlleva a la incitación del lector a interpretar los sueños de la protagonista para entender más profundamente la personalidad de este personaje.

Miss Jane Eyre, joven enigmática que al quedar huérfana desde pequeña, es cuidada por su tío materno como una hija, pero al morir este es criada de forma indiferente por su tía, recibiendo atención y consideración únicamente por las criadas de Gateshead, casa en la que vivía; gracias a ellas, Jane tiene un prejuicio en su mente, y es que soñar con un bebe no puede significar otra cosa que un mal augurio; este tipo de sueños son los que se desarrollan con intensidad en la trama junto a extraños sucesos en la vida de la protagonista; causando así, que Jane cambie su actitud y pensar, cuando se manifiestan aquellos presentimientos.

Según Heráclito “los sueños no tienen significado alguno fuera de los pensamientos de la persona que los evoca”, lo que conlleva a considerar que las personas son capaces de reflejar en estos sus sentimientos y dudas, creando un sueño en el que se muestren todas esas cargas emotivas, que puede resultar impactante para el soñador, quien descifrándolo puede obtener un mensaje que le resulta como una intuición, de que algo está por suscitar en su vida; en la novela, esto toma una gran relevancia, dado que, Eyre experimenta diversos sueños cada uno con distinto significado, pero que para ella representan mucho, como por ejemplo, sueña pesadillas cuando experimenta situaciones aberrantes y cuando se enfrentará a un cambio, tomando así los sueños como una manera de intuir un cambio en la vida de la protagonista.

La intuición o presentimiento se caracteriza por ser, “[…] la facultad de comprender las cosas al instante, sin necesidad de realizar complejos razonamientos.” , lo que significa que los presentimientos nacen de la experiencia de la persona, a través de los susurros del alma; sin embargo, eso no significa, que la decisión a tomar sea la más acertada, ni tampoco que no lo sea; por su parte, Jane nunca a puesto en tela de juicio, a los presentimientos, dado que, ella misma expone en la novela que los ha experimentado las veces necesarias, para creer que no son un simple sentir inconsciente.

Las relaciones con los sueños en esta novela se empiezan a notar desde el inicio de la misma, como en el caso del capítulo tres, donde la protagonista experimenta una pesadilla “en el curso de la cual, veía ante mí una extraña y terrible claridad roja, atravesada por barras negras” (Brontë, 1847), a través de la interpretación de este sueño, se puede entender que Jane sentía miedo y desconfianza del lugar en el que se encontraba; dado que, el color rojo se asocia con el peligro; además, al tratarse de barreras negras, se puede entender, que se sentía encarcelada en Gateshead; por otro lado, soñar con luces representa que un cambio está por suceder en la vida; interpretación que increíblemente se hizo realidad, dado que, Jane se enteró que muy pronto partiría hacia un internado de niñas, además que encajaba con los sentimientos que ella experimentaba en Gateshead. Esto evidencia que según como se interpreten los sueños en la trama, se puede entender al personaje de una manera más profunda.

Un episodio sumamente clave de esta narrativa que sirve para entender el por qué la protagonista no duda de los presentimientos que obtiene de los sueños, es el capítulo XXI, gracias a que, en las primeras líneas de este, la señorita Eyre explica que, a pesar de que le parezca algo realmente extraño, las intuiciones le han sorprendido por la unión que presenta entre lo espiritual y la vida real; llegándolo a comparar con las simpatías espontáneas, que surgen entre personas desconocidas, emergiendo así la conclusión de que ambas cosas “constituyen un misterio del que la humanidad no ha encontrado la clave”  ; lo que quiere decir entonces, que los sentimientos, a pesar de distinguirlos, continúan formando un enigma, que por más qué se intente no se entenderán completamente.

No obstante, la relación de los sueños con el desarrollo de la trama, toma mayor fuerza a partir de ese momento; puesto que, estos se presentan con mayor frecuencia, además de que cada vez se direccionan más hacia la muerte y el fin, teniendo como apertura la muerte de su tía política y malvado primo, junto a, la disolución de aquella familia; sin embargo, los sueños siguen apareciendo, en ocasiones, pareciera que Eyre no estuviera soñando, lo que significa que la historia está por tomar un giro brusco.

En el capítulo XXV, Jane tiene presentimientos a solo dos días de su boda; estando en el patio esperando a Edward, emerge una efímera luna roja que junto con la quietud momentánea del viento y su pronta ferocidad, le causaron temor a Eyre, por lo que, fue en busca de Rochester y lo encontró llegando a Thornfield, sin ningún daño, lo que significaría que el presagio se cumpliría luego, no obstante, Jane había experimentado otros la noche anterior, en un primer sueño, ella se encontraba en un sendero rodeada de una fuerte lluvia y obscuridad absoluta, además, cargaba en sus brazos un niño pequeño que lloraba desconsoladamente; mientras que, Rochester se marchaba lejos, sumiéndose ella en la soledad; el segundo sueño, trataba de la casa en ruinas, ella encima de una de las pocas paredes con un niño en brazos llorando nuevamente, asimismo, ella observaba a Edward marchándose de su lado, ella por la debilidad causada por el peso del niño no avanza y la pared se derrumba, despertándose; ya en la realidad oscura de la noche, un extraño ser daña su velo y se precipita encima de ella sin dañarla, solo mirándola con cierto odio, luego se marcha; Los dos sueños, ambos con un niño pequeño, sé interpretan como un mal presagio, los cuales, desconoce que eventos malos se avecinan; su rara conexión entre el sueño y la realidad, sugiere que algo malo puede ocurrir, poniendo su integridad en riesgo.

Continuando en el XXVI, poco después de los presagios, llegan las malas noticias, las cuales cayeron sobre su matrimonio con Rochester impidiéndolo, porque él ya estaba casado, con la mujer que Jane había observado aquella noche, pero que estaba fuera de sus facultades mentales; desmoronando así, todas las expectativas que Jane había forjado últimamente, entre eso, su propia felicidad; describiéndose como: “Jane Eyre, que era el día anterior una mujer llena de dulces anhelos, una casi desposada, se había convertido otra vez en una muchacha desamparada y sola, con una vida gris, lleva de desoladas perspectivas ante ella.”  ; evidenciando como los presagios se cumplieron, dándole un trágico rumbo a la historia de la joven.

En conclusión, Jane Eyre es una obra romántica con una narrativa gótica escrita en 1847 por Charlotte Brontë, reconocida escritora inglesa; aclamada por ser una de las primeras novelas feministas, puesto que, resalta el poder de la mujer para hacerle frente a las adversidades; además, de realizar un reclamo por los derechos y capacidades de la mujer en la época victoriana, exaltando que pueden valerse por sí mismas, sin necesidad de tener un hombre a su lado. Esta novela es capaz de mostrar la difícil vida de su protagonista de una manera intrigante, fantástica y misteriosa; explorando los sentimientos más profundos y la caracterización de Miss Jane Eyre; a través de los sueños aquellos viajes a la profundidad del alma, los cuales, mediante su interpretación son capaces de otorgarle diversos presagios.

Charlotte Brontë, logra envolver a su protagonista y a los demás personajes, en un vaivén entre lo correcto, que ha sido totalmente razonado hasta sus últimas instancias, y la intuición que le ofrece su corazón, que nació de un momento a otro y que su duración es tan efímera como el de una estrella fugaz; causando así el futuro de estos, se dicte según lo que escogieron seguir.

 

Bibliografía

  • Brontë, C. (1847). Jane Eyre. Recuperado el 29 de Marzo de 2020
  • Referencias
  • Ortíz, S. (Noviembre de 2009). Los sueños: un viaje al interior del alma. Recuperado el 29 de Marzo de 2020, de ESFINGE: https://www.revistaesfinge.com/filosofia/corrientes-de-pensamiento/item/668-67los-suenos-un-viaje-al-interior-del-alma
  • Pérez Porto , J., & Gardey, A. (2012). Definición de intuición. Recuperado el 29 de Marzo de 2020, de Definicion.de: https://definicion.de/intuicion/
13 Jun 2021
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