Análisis Descriptivo de la Enfermedad de Parkinson

Introducción

Comenzamos este trabajo hablando del descubrimiento del Parkinson, describiendo la enfermedad, clasificación, síntomas, prevalencia, tratamiento, cuidados y actuación del TCAE con el enfermo de parkinson.

James Parkinson, describió hace 200 años con detalle la enfermedad que a día de hoy lleva su nombre, centrándose tanto en lo trastornos motores como en síntomas no motores que padecen estos enfermos. Los síntomas no motores en pacientes parkinsonianos son prevalentes y obstaculizan en su calidad de vida. En los últimos años se ha tratado de solucionar el inconveniente de su infradiagnóstico a trabes de cuestionarios y escalas. De igual manera, varios de estos síntomas se cree que son anuncio de la enfermedad y se sugiere que personas asintomáticas desde un punto de vista motor que padezcan alguno de estos síntomas no motores, podrían ser dianas de estrategias neuroprotectoras cuando se disponga de ellas. Los síntomas no motores son recurrentes y con gran impacto en la calidad de vida de los enfermos parkinsonianos, por ella es necesario reconocerlos y tratarlos. (Argandoña- Palacios, Perona- Moratalla, Hernández- Fernández, Díaz- Maroto y Gracía- Muñozguren, 2010)

Enfermedad de Parkinson, es una enfermedad neurodegenerativa producida por la perdida de neuronas dopaminérgicas, del componente conocido como sustancia negra compacta y de otros núcleos del troncoencefálico. Se determina por la existencia de síntomas motores, por el almacenamiento difuso de (componente de los cuerpos de Lewy) y por trastornos cognitivos, los cuales se muestran en categoría cambiante entre los 10 a los 15 años de desarrollo, lo cual dilata de manera considerable algún tipo de actuación. Igualmente, algunas veces no se consigue reconocer sí el daño que se observa los pacientes se corresponde con el envejecimiento normal del sujeto o es causado por el desarrollo de la enfermedad. (López- Cortés, s.f.)

Otros la califican como una lesión precisa de las células dopaminérgicas del locus niger, es la alteración neurodegenerativa más común tras el grupo de las demencias. La valoración de la enfermedad se apoya en un grupo de razonamientos clínicos, agrupando,en primer puesto, temblor de reposo, bradicinesia e hipertonía plástica, a estos debemos incluir la sensibilidad a la dopaterapia. La L-DOPA (o levodopa) es el principal método de cura de la enfermedad de Parkinson, aún teniendo efectos secundarios, a pesar de que sean tardíos, e ineficaces para algunos síntomas. La rehabilitación complementa de manera esencial el tratamiento farmacológico.( Zuber, 2002).

Algunos como afección achacada al curso degenerativo idiopático de las vías dopaminérgicas, determinada por temblor, rigidez muscular, acinesia, variaciones de la postura, cambio del equilibrio, marcha festinante, faz sin expresión y exceso de producción de saliva (sialorrea).Hay varias escalas que valoran al enfermo de Parkinson: UPDRS (escala multidimensional, fiable y eficiente con escasos inconvenientes); Hoehn y Yahr (posibilita cotejar poblaciones de pacientes con PD, pero es parcialmente indiferente a las variaciones clínicas de un paciente); Ziegler–Bleton (clasificación simple, progresión de la discapacidad motora); NUDS (valora la discapacidad en las funciones de la vida diaria); de Webster (basada en la Escala de Webster Original); de CURS ( de las más usadas); de la marcha (facilita calcular la aparición de los cambios motrices del paciente); de King College Hospital; Escala de ISAPD ( de la Cuerda, Jiménez, Sánchez y Cabezas, 2004).

Distinguimos varios tipos de parkinson: El Parkinson primario idiopático, empieza lento e insidioso, se desconoce la causa pero se sabe que hay una perdida de neuronas del “locus coeruleus”, pero seguimos sin saber que produce la destrucción neuronal. El secundario es aquel en el que se conoce la causa y puede deberse a otra enfermedad o a un tratamiento.(Parra, Fernández y Martínez, 2014)

El Parkinson no hace distinciones en la edad, raza, sexo y se da en personas de todos los lugares del mundo. Afecta aproximadamente al 1% de las personas mayores de 65 años y al 0,4% de los mayores de 40 años. La edad media de comienzo se sitúa alrededor de los 57 años. Puede iniciarse en la infancia o la adolescencia, se le denomina parkinsonismo juvenil.

Nos encontramos con síntomas primarios: El temblor, que suele ser el primer síntoma en el 50-80% de los enfermos, rigidez muscular, este síntoma aveces es el único que afecta al paciente, puede afectar a toda la musculatura aunque no tiene porque ser así. La rigidez es progresiva y hace que los movimientos sean cada vez más lentos, la faz se vuelve inexpresiva. Bradiquinesia, es difícil iniciar la marcha. Inestabilidad postural, no es capaz de mantenerse erguido. Alteración del equilibrio, por su falta de estabilidad al estar parado tiene movimiento pendular.

Síntomas secundarios: El habla, se hace monótona y difícil, disfasia o tartamudeo, articulación complicada de las palabras, disminución del volumen de la voz, alteraciones psíquicas, estreñimiento o constipación, seborrea facial, dolores de tipo muscular, limitación de la mirada vertical superior, fatiga, agotamiento fácil y cansancio crónico, problemas sexuales, trastornos respiratorios, de deglución, dificultad para orinar.(Moreno, Hernández- Beltrán, Munévar, y Gutiérrez- Álvarez, 2012).

Algunos creen que la prevalencia es de 0,2% en menores de 50 años y del 2% en mayores de 65 años, siendo más prevalente en el sexo masculino y en la raza blanca.

La enfermedad de Parkinson es un alteración de los ganglios basales cerebrales que cursa frecuentemente con demencia y depresión, se cree que entre el 20% al 30% de los enfermos tienen demencia, que del 30 al 40% tienen deterioro cognitivo. ( de Hoyos- Alonso, Bonis, Tapias- Merino, Castell y Otero, 2016). Tratamiento, se necesita desde el primer momento contar con el apoyo de médicos, familiares y amigos su apoyo moral es importante para que el enfermo acepte vivir con su enfermedad crónica. Hay que animarle desde el inicio a mantener un buen estado de salud y realizar ejercicio físico.

Dicho tratamiento ha de ser personalizado, según la particularidad del enfermo y los síntomas dominantes, el paciente debe entender que ha de seguirlo el resto de su vida. Este servirá para controlar los síntomas, sustituyendo la alteración del neurotransmisor dopamina.

También contamos con el tratamiento quirúrgico, se usa solo en casos muy severos cuando el tratamiento farmacológico no consigue dominar las fluctuaciones ni las discinesias. Pacientes que pueden ser operados han de reunir los siguientes requisitos: Enfermedad de Parkinson de procedencia desconocida, entre 35 y 70 años de edad, incapacidad funcional grave, movimientos voluntarios anormales, no responder al tratamiento para el estadio de la enfermedad. 

Medicina alternativa, multivitaminas, la quiropráctica, el yoga y masajes

Cuidados en pacientes con Parkinson; se atienden aspectos generales como la dieta, el ejercicio etc…es importante una asistencia multidisciplinar en la que se encuentre el logopeda, el fisioterapeuta, la ergoterapia y consejo dietético.

Rehabilitación, su objetivo es conseguir que el enfermo lleve una vida activa e independiente. Hay ejercicios específicos que ayudan a mantener la movilidad y fortalecer los músculos que normalmente son más afectados. Es importante optimizar los recursos y que el paciente aprenda unas técnicas con la ayuda de: fisioterapia, terapia ocupacional, fonoaudiología, musicoterapia, atención psicológica…(Janeiro, Gómez, y Valencia, 2018).

Actuación del TCAE, con enfermos de Parkinson

Ayudarles a mejorar y mantener la movilidad, intentar alargar el tiempo que pueda valerse por si mismo. Para esto evaluara los niveles de movilidad y el tiempo de reacción, esto se repetirá de forma periódica. Enseñarle para ha realizar una deambulación correcta , si tiene problemas para las actividades diarias, se le aconsejara la forma de hacerlo con menor esfuerzo, pero intentaremos no hacérselas, con esto intentaremos que pueda valerse por si mismo durante más tiempo, mantendremos y mejoraremos la comunicación verbal, prevenir infecciones respiratorias , prevenir la infección urinaria y la incontinencia, prevenir el estreñimiento, prevenir úlceras de presión, incrementar la autoestima, (Pascual, 2008).

Método

La información de este trabajo ha sido obtenida de diferentes bases de datos científicas, entre los utilizados destacan: Redalyc y Dialnet…. Y se ha realizado una búsqueda bibliográfica en Google Académico, con los siguientes descriptores “Parkinson”, “enfermo de Parkison”, “ síntomas”, “prevalencia”, “tratamiento”.

Las lecturas y artículos seleccionados, fueron aquellos que abarcan un periodo de tiempo desde el año 2002 hasta el 2018 , omitiendo aquellos con datos ya obtenidos previamente o en diferentes idiomas.

Resultados

El Parkinson es la segunda enfermedad degenerativa tras el Alzheimer. Se cree que en España afecta 70.000 personas, si consideramos una incidencia de 16/ 100.000 personas. Establecer cifras precisas es muy difícil.

Según datos del Ministerio de Sanidad, hallamos cifras que nos dicen que 1 de cada 400 enfermos neurológicos, están enfermos de párkinson, se descubre en personas de más de 50 años , un caso de párkinson por cada 1.000 habitantes al año. Tener una cifras exactas de esta enfermedad es difícil, puesto que en sus inicios el enfermo suele confundir los síntomas con un deterioro normal causado por la edad, por lo cual no suele acudir al médico en las etapas iniciales de está enfermedad, lo cual explica el por que de que en algunas bibliografías encontremos los datos de 1% de la población incluso el doble en individuos mayores de 60 años.

Puede ser difícil de diagnosticar, pues existen otras enfermedades que causan síntomas del párkinson, y no hay una prueba que nos diga con exactitud si lo padecemos, esto es uno de los mayores problemas de esta enfermedad.

Aveces el párkinson es confundido con otros trastornos, por ejemplo la depresión, ya que un 40% de estos enfermos suele mostrar depresión, hay individuos que presentan enfermedades parecidas y que pueden llegar a sufrir un diagnostico equivocado.

En España los afectados llegan a ser unos 79.000, podemos obtener pues una prevalencia de 3,19 enfermos cada mil habitantes. Sabemos que las mujeres son las más afectadas unas 3,42 por cada 1.000 cifra más alta que la obtenida en hombres que es de un 2,93.

Según la EDDES, entre los 30 -39 años las personas afectadas son de un 0,02 por cada mil habitantes, entre los 40-49 la prevalencia es de 0,2 y entre los 50-59 es de 0,5, llegando a las edades de 60-69 los afectados son de un 3,5 aquí vemos un aumento llamativo en relación con las edades anteriores. Según aumenta la edad, crece el número de personas que pueden ser afectadas por está enfermedad, también es llamativo que a partir de los 70 en los hombres donde el índice a padecerla aumenta.

En ocasiones puede presentarse en personas muy jóvenes, a este se le llama Parkinsonismo juvenil,suele ser hereditario.

Está es una enfermedad que afecta a personas mayores de 50 años en adelante normalmente, aunque en los últimos años, se ha observado un incremento de está enfermedad en personas de menos de 40 años, que estos son entre un 5 y un 10% de los afectados, entre los 40 y 60 años afecta más a las mujeres, pero a partir de los 70 cambia y en pieza a ser más frecuente en los hombres,( García, 2008).

Es necesario conocer y cuantificar la dependencia, inconvenientes y requisitos que va a provocar esta enfermedad, tratar los aspectos negativos que esta acarrea. El destrozo que causa en la vida del enfermo, el cual reduce su grupo social y familiar, también su actitud hacia ellos cambia. La vida de quienes lo cuidan también da un giro y asumen una gran carga tanto física como emocional.

Esta es una enfermedad difícil de diagnosticar, aunque hay síntomas que deberían hacer sospechar de su aparición muchas veces no es detectada. Hasta el 2013 no hubo protocolos que ayudasen al médico de atención primaria, normalmente son los mismos enfermos y mayormente sus familiares quienes se dan cuanta de los síntomas, sin sospechar que se trata de Parkinson.

Se inclinan hacia una valoración longitudinal, (observando la evolución). Así que cuando se confirma la enfermedad esta suele estar ya avanzada,(Menéndez y Morgenstern, 2013).

Cobclusión

La intención primordial es saber y cuantificar la supeditación, inconvenientes y problemas que acarrea la enfermedad, aclarar las efectos sociales de las mismas, en las diferentes fases de su desarrollo. Según evoluciona la enfermedad, las limitaciones, problemas y necesidades de apoyo son cada vez mayores y variadas, haciéndose más palpables las alteraciones en los roles familiares.

Según pasa el tiempo los problemas se vuelven más graves, estos no remiten ni permanecen estacionados. Es una enfermedad degenerativa por lo tanto seguirá evolucionando, aveces se puede creer que con tiempo se llega a mejorar, al inicio pasa frecuentemente, no se acepta la realidad , negar enfermedad y diagnostico, suele llevar un esfuerzo es normal, cuesta hacerse a la idea de que va ir a más.

Hoy en día tenemos como apoyo ciertos medicamentos, (Levodopa, Carbidopa, Benserazida, Agonistas Dopaminérgicos, IMAO–B, ICOMT,Amantidina, medicamentos anticolinérgicos) que ayudan al enfermo de Parkinson a suavizar parte de sus síntomas, en conjunto con distintas técnicas fisioterápicas encaminadas a atenuar la rigidez, el dolor, ayudan a mantener una correcta posición, recuperar el equilibrio, la coordinación y la marcha, desarrollar la motilidad orofacial y las transferencias, y aumentar la función cardiorrespiratoria e intestinal, ayudan al enfermo de parkinsoniano a llevar una vida más admisible y digna.

Referencias

  1. Argandoña-Palacios, L., Perona-Moratalla, A., Hernández-Fernández, F., Díaz-Maroto, I., & García-Muñozguren, S. (2010). Trastornos no motores de la enfermedad de Parkinson: introducción y generalidades. Revista de Neurología, 50(Supl. 2), 1-5.
  2. Argandoña-Palacios, L., Perona-Moratalla, A., Hernández-Fernández, F., Díaz-Maroto, I., & García-Muñozguren, S. (2010). Trastornos no motores de la enfermedad de Parkinson: introducción y generalidades. Revista de Neurología, 50(Supl. 2), 1-5. (Chana y Alburquerque, 2010)
  3. Chana, P., & Alburquerque, T. S. D. (2010). Enfermedad de Parkinson. Chile. Universidad de Santiago de Chile. CETRAM. (De Hoyos- Alonso, Bonis, Tapias- Merino, Catell y Otero, 2016)
  4. de Hoyos-Alonso, M. C., Bonis, J., Tapias-Merino, E., Castell, M. V., & Otero, A. (2016). Estimación de la prevalencia de demencia a partir del análisis de bases de datos sobre uso de fármacos. La situación en la Comunidad de Madrid (España). Neurología, 31(1), 1-8./.
  5. (De la Cuerda, Jiménez, Sánchez y Cabezas 2004) de la Cuerda, R. C., Jiménez, A. M., Sánchez, V. C., & Cabezas, M. M. (2004). Escalas de valoración y tratamiento fisioterápico en la enfermedad de Parkinson. Fisioterapia, 26(4), 201-210./.( García, 2008)
  6. García, B. G. (2008). La situación de los enfermos afectados por la enfermedad de Parkinson, sus necesidades y sus demandas./. (Janeiro, Gómez y Valencia, 2018)
  7. Janeiro, M. E. S., Gómez, M. A. H., & Valencia, L. E. (2018). A propósito del Parkinson: un plan funcional de cuidados multiprofesional en Atención Primaria. Ética de los Cuidados./.(López- Cortes, s.f.)López Cortés, VA – gredos.usal.es/. 
  8. (Menéndez y Morgenstern, 2013)Menéndez, M. A., & Morgenstern, L. F. (2013). Dependencia e impacto social de la enfermedad de Parkinson. Revista española de discapacidad, 1(2), 25-49./ . 
  9. (Moreno, Hernández- Beltrán, Munévar, y Gutiérrez- Álvarez, 2012). Moreno, C. B., Hernández-Beltrán, N., Munévar, D., & Gutiérrez-Álvarez, A. M. (2012). Dolor neuropático central en enfermedad de Parkinson. Neurología, 27(8), 500-503. 
  10. (Parra, Fernández y Martínez, 2014) Parra, N., Fernández, J., & Martínez, Ó. (2014). Consecuencias de la enfermedad de Parkinson en la calidad de vida. Revista Chilena de Neuropsicología, 9(1-2), 30-35.
  11. (Pascual, 2008) Pascual, A. (2008). LA ESTRATEGIA EN CUIDADOS PALIATIVOS DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD. Psicooncología, 5.
  12. (Zuber, 2002) Zuber, M. (2002). Enfermedad de Parkinson. EMC-Tratado de Medicina, 6(1), 1-5.
07 July 2022
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