Aprendiendo A Escribir Ensayos Para Una Buena Educación

Muchos estudiantes sufren ocasionalmente de ansiedad cuando sus profesores les asignan la tarea de escribir un ensayo. Comienzan de ahí las preguntas: ¿Qué es un ensayo?, ¿Cómo se hace?, ¿Seré capaz de hacerlo?, ¿Será como hacer un resumen de lo más importante del tema?, ¿Es un comentario personal?

El propósito de este ensayo es ayudar a los lectores en el proceso de redacción de ensayos académicos o argumentativos, por lo cual nos enfocaremos en dos elementos fundamentales: Primero, la definición del ensayo; segundo, el proceso de construcción y estructura de los ensayos.

Existen muchas definiciones del término ensayo, algunos conceptos son generales como éste: “Ensayo: Acción y efecto de ensayar. Escrito en prosa, de carácter didáctico, que trata de temas filosóficos, artísticos, históricos, políticos, etc.” . Sin embargo, hay conceptos más amplios que brindan mayor información al respecto:

Ensayo: Género literario que consiste en exponer de manera general, y sin procedimiento riguroso (aunque pueda estar bien fundamentado), ideas originales y de interés. Los ensayos están dirigidos a un amplio número de lectores que no precisa conocimientos especiales para comprenderlo, pues debe reflejar la cultura personal del autor como base para la creación ingeniosa. No se pretende pronunciar la última palabra sobre ningún asunto, sino ofrecer un punto de vista personal, inteligente y sugestivo. Época: A partir del siglo XVIII y sobre todo en XX .

De los conceptos anteriores podemos subrayar tres características importantes: Una, que los ensayos son escritos que requieren de mucha práctica y que en definitiva nunca podrá afirmarse que un determinado ensayo está totalmente terminado, pues siempre subyacerá la idea de que se está “ ensayando”. En segundo lugar, es necesario recordar que los ensayos llevan el sello personal de su autor; es decir, que cada ensayo tendrá un estilo diferente porque cada persona posee un estilo particular. Las ideas expuestas, el estilo de redacción, el lenguaje utilizado, están ligadas al escritor de cada ensayo. En última instancia, debemos recordar que los ensayos versan sobre todo tipo de temas, los cuales, preferentemente, deben ser elegidos por el autor del ensayo pues el goce en la escritura tiene mucha relación con la pasión que el tema despierta en el autor.

Una vez aclarado el concepto del ensayo, procedemos a referirnos al proceso de redacción, así como a la estructura de los mismos. James Chapman, en su libro Grammar and Composition III, sugiere seis etapas para este proceso: 1) Selección del tema, 2) Delimitación del tema, 3) Organización de ideas y selección del material bibliográfico, 4) Redacción del primer borrador, 5) Redacción del segundo borrador y 6) Redacción de la versión final.

Con relación a la primera etapa, es importante señalar, como habíamos mencionado anteriormente, que la selección del tema debe hacerse tomando en cuenta el interés que despierta en el autor, así como el interés potencial que puede despertar en el lector.

Una vez seleccionado el tema, debe proseguirse a su delimitación ya que cuanto más amplio es el tema, más difícil resulta su abordaje. Para el caso, si se escoge el tema “La educación”, éste debe delimitarse, por ejemplo en “ La educación prebásica en Tegucigalpa”, pues quizás de esta manera es posible aportar ideas nuevas, originales e interesantes. Hablar de “La educación” en general sería como hablar de los océanos; mientras que hablar de “ La educación prebásica en Tegucigalpa” sería como hablar de un riachuelo. Como se ha dicho por ahí, “es mejor hablar más de menos que menos de más”. En esta etapa es imprescindible además, definir el propósito o tesis central del ensayo; este aspecto es la brújula que guiará todo el camino. El autor debe enunciarlo desde su introducción para que el lector sepa qué esperar del texto en su totalidad.

La siguiente etapa propuesta por Chapman es la de la organización de ideas y material bibliográfico de apoyo. En este momento es preciso hacer una lista de las ideas que se tengan y una vez hechas las consultas bibliográficas, deben seleccionarse las citas de apoyo. Todo este material debe estar correctamente citado (títulos, autores, números de páginas, ediciones, direcciones electrónicas si el material es de Internet, etc.) Luego se sugiere elaborar un bosquejo con las ideas seleccionadas. Un bosquejo es una especie de esquema que organiza los diferentes elementos a ser desarrollados en el texto.

Ha llegado entonces el momento de redactar el primer borrador de nuestro ensayo, el cual debe contener tres partes fundamentales: La introducción, el desarrollo y la conclusión. En todo momento debemos recordar, que es importante cuidar la coherencia, cohesión, unidad temática, claridad, progresión textual y la ortografía en nuestra redacción.

El propósito de la introducción es interesar al lector en el tema seleccionado. Puede elaborarse esta sección un hecho, una anécdota; citando una frase u opinión, etc. Al final de la introducción debe enunciarse el propósito o tesis del ensayo. En el desarrollo debemos abordar detenidamente y con argumentación lo que hemos propuesto en la tesis. Para el caso, si el propósito de este ensayo es por una parte aclarar el concepto del ensayo y por otra referirnos al proceso y estructura del mismo, entonces éstos y no otros serán los aspectos a trabajar en el desarrollo del ensayo. Finalmente llegamos a la conclusión, que puede ser una síntesis breve de lo propuesto o un párrafo donde se enfatice lo que el ensayo ha demostrado. Luego de la conclusión debe aparecer-en una página aparte- la bibliografía citada o de consulta.

Las dos últimas etapas propuestas por Chapman se refieren a la revisión que debe hacerse al primer borrador y luego a la versión final. De lo que se trata es de releer el documento tratando de verificar que no existan errores de ortografía, gramaticales, lógicos, de coherencia, etc. Es importante leer cuidadosamente y de ser posible pedirle a alguien que lea el escrito para tener la impresión de una segunda persona. Una vez revisado el primer borrador, se hacen las correcciones respectivas y se procede a elaborar un segundo o tercer borrador, dependiendo del estado del texto. Cuando creamos que el texto está listo para ser entregado, hacemos una última revisión y en este momento- si no lo hemos hecho- colocamos el título al ensayo, tratando de que sea un título interesante y que refleje en alguna medida la temática desarrollada en el ensayo.

A manera de cierre diremos que la redacción de un ensayo es un proceso que requiere de mucha dedicación y paciencia, sabiendo que al final no tendremos un producto completamente terminado, pues siempre será un “ensayo” y con nuevas relecturas, probablemente surgirán elementos que mejorar. Sin embargo, la satisfacción de ver el producto de nuestro esfuerzo; el organizar y plantear nuestras propias ideas; el dar a conocer nuestro estilo personal a otros, es la mejor recompensa al trabajo realizado. No hay entonces porqué ser presa de la ansiedad al recibir el reto de escribir un ensayo; sigamos las recomendaciones propuestas en este trabajo y ¡a ensayar se ha dicho!