Aristoteles Y La Importancia De La Educación En Los Jóvenes
Para Aristóteles, la educación de los jóvenes es un factor importante a tener en cuenta dentro de una sociedad, ya que para todas las facultades se requiere de una previa educación. Y esta es imprescindible tanto para el desarrollo personal como para el de una ciudad.
Y no solo valora la educación sino que también los juegos y el ocio, sabiendo como introducirlos y vigilando el momento de uso oportuno, con un objetivo claro, que sirvan al hombre como medicina.
Todo trabajo que prive al hombre de diversión y ocio es cansado y fatigoso, por lo que requiere de descaso, tranquilidad y placer. Dicho placer se puede alcanzar de diferentes formas, pero la principal que se habla en este capítulo es, la música.
Por otra parte, el legislador es la persona que tiene la obligación de llevar a cabo la acción de educar a los jóvenes y de regular está. Y dentro de cada ciudad o sociedad, la educación deberá de adaptarse a los diferentes regímenes.
Pero aunque se adapte a los diferentes regímenes, la educación ha de ser única y la misma para todos los ciudadanos, con una clara finalidad: crear hombres nobles y buenos. Para ello divide el plan educativo en periodos dependiendo de la edad de la persona, pero siempre dando gran importancia al poder de la música.
La música, primariamente se considerará parte de ese ocio y diversión propia de hombres libres, pero también puede formar parte de la educación. Esta, ayuda a la relajación y tranquilización, pero también puede ser materia de estudio, y es que todo arte tiene su propia utilidad.
Por ello es considerada por Aristóteles como elemento vital en la educación, ya que incita a la virtud y contribuye a la formación y a la purificación, además de a la diversión y al cultivo de la inteligencia.
También da importancia a la gimnasia para el cuerpo, pero insiste en que no se debe trabajar duramente a la vez con la mente y con el cuerpo, ya que se producirán resultados opuestos.
Se debe de tener en cuenta cómo utilizar bien la música, ya que existen diferentes melodías y ritmos que no todas causan al hombre los mismos sentimientos.
Dentro de las melodías se distingue entre melodías éticas, prácticas y entusiastas, y a cada una de ellas se atribuye un modo peculiar. Esta no se debe realizar a causa de un único beneficio. Claro está que se deben de utilizar todas las melodías, pero no todas las debemos emplear de la misma manera. Para la educación insiste en que se debe utilizar las melodías éticas y el modo dórico. Además de que los jóvenes deberán practicar en la formación y ejecución de la propia música, para posteriormente poder juzgarla.
Y es que no solo el músico dota de su aprendizaje para la posterior relajación, sino que debe de ofrecer espectáculo para el descanso de otros hombres.
Luego cada individuo debe de tener en cuenta dentro de sus posibilidades: lo posible y lo conveniente.
