Arte De La Guerra Y Diferentes Tácticas Militares
El libro del arte de la Guerra de Sun Tzu es una obra que abarca aborda diferentes tácticas militares, muestra el proceso de un conflicto o guerra desde su inicio, transcurso y fin, con el objeto de llegar a ser victoriosos en él. Este texto ha inspirado numerosas eminencias históricas tales como Napoleón y Maquiavelo. es señalado como un tratado que instruye la estrategia suprema de aplicar con inteligencia y sabiduría el conocimiento de carácter humano en momentos de conflicto y confrontación.
El objetivo de este gran compendio de estrategias es el de comprender el origen de un conflicto y ayudar a encontrar una solución a él. Sun Tzu señala que el núcleo de su filosofía a cerca de la guerra se basa en dos profundos principios: “Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño”, y “El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar”. Estos se aplican no solo en una guerra civil, sino también en negocios, deportes, diplomacia y el comportamiento de una persona.
Sun Tzu aborda su filosofía en trece capítulos. El primero de ellos se denomina “Sobre la evaluación”, y abarca a la guerra, la cual es el dominio de la vida o de la muerte, es forzoso manejarla bien y valorarla en cinco factores, la doctrina, la cual hace que el pueblo este en armonía; el tiempo, que se define como los polos opuestos, verbigracia, el Ying y el Yang; el terreno, que implica distancias; el mando, que abarca la sabiduría, la sinceridad, la benevolencia, el coraje y, la disciplina, que se define como la organización. Aquella persona que domine, siempre vencerá, la persona que no, será derrotada. En un conflicto, siempre se debe tomar en consideración la situación, y se debe actuar de acuerdo con lo que otorgue una ventaja. “El arte de la guerra se basa en el engaño”, se debe poner trabas al enemigo, y se debe atacar cuando no está preparado.
El segundo capítulo se denomina “Sobre la iniciación de las acciones”, menciona que no se debe movilizar a las personas más de una vez por conflicto, inmediatamente después de obtener la victoria no se debe regresar al mismo lugar para rehacer otro conflicto. Cuando se agotan todos los recursos y el poder, se arruina el país, se priva a las personas de sus ganancias. Un líder o general inteligente lucha por agotar los recursos del enemigo, y a él siempre le arrasará la imprudencia. Si utilizas al propio enemigo para derrotarlo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas, a esto se le llama vencer al adversario e incrementar por añadidura tus propias fuerzas.
El tercer capítulo se titula “Sobre las proposiciones de la victoria y la derrota”, alude que es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo, la persona que consiga que se rinda sin luchar, es el mejor maestro del Arte de la Guerra. La prudencia y la firmeza llega a cansar y a dominar, y si conoces a los demás y a ti mismo, ni en cien conflictos correrás peligro. “Triunfan aquellos que saben cuándo luchar y cuándo no, saben discernir cuando utilizar muchas o pocas tropas, tienen tropas cuyos rangos tienen el mismo objetivo, se enfrentan con preparativos a enemigos desprevenidos y tienen lideres competentes y no limitados”, estas son maneras de conocer a un futuro vencedor.
El cuarto capítulo es nombrado “Sobre la medida en la disposición de los medios”, nos enseña que hacerte invencible significa conocerte a ti mismo, esperar para descubrir la vulnerabilidad del enemigo significa conocer a los demás. Si una persona solo es capaz de asegurar un triunfo enfrentándose a un enemigo en un conflicto armado, ese triunfo es duro. En cambio, si una persona es capaz de ver lo sutil y se da cuenta de lo oculto, irrumpiendo antes del orden de batalla, el triunfo es fácil. Los triunfos destacan siempre de poder gana con seguridad. Las reglas militares son medición, que da lugar a la valoración, está a los cálculos, estos a las comparaciones y las comparaciones dan lugar a la victoria.
El quinto capítulo se titula “Sobre la firmeza”. La fuerza es la energía acumulada o la que se percibe, esto se refiere a lograr una percepción de fuerza y poder en la oposición. Siempre que se entable un conflicto discretamente, la victoria se gana por sorpresa. El orden y el desorden son cuestión de organización, la cobardía es una cuestión de valentía y la de ímpetu (precepción), la fuerza y la debilidad son cuestión de la formación de la batalla. La fuerza de ímpetu se tiene que cuando existe entusiasmo, convicción, orden, organización, recursos y compromiso.
El sexto capítulo se nombra “Sobre lo lleno y lo vacío”, expone que los buenos guerreros hacen que sus enemigos vengan a ellos, tu fuerza siempre estará llena, y la de ellos vacía. Se extremadamente sutil y discreto, misterioso y confidencial, así podrás dirigir el destino de tus enemigos. En el caso de que un enemigo este en una posición favorable, debes cansarlo, confundirlo y llenarlo de incertidumbre; esto quiere decir que cuantas más defensas induces a que adopte tu enemigo, más debilitado queda. Siempre debes hacer una valoración sobre tu enemigo para conocer sus planes, así podrás determinar una estrategia para vencerlo con éxito. Induce a tu enemigo a adoptar formaciones específicas para conocer sus puntos débiles.
El séptimo capítulo es designado “Sobre el enfrentamiento directo e indirecto”, sostiene que, si una persona finge estar lejos, empieza su camino y llega antes que su enemigo. “Utilizar el orden para enfrentarse al desorden, utilizar la calma para enfrentarse con los que se agitan.” Si la persona conoce cada detalle de la condición del terreno en el que se efectuara el conflicto, puede maniobrar y guerrear. Vence el que conoce primero la medida de lo que está lejos y lo que está cerca, esta es la regla principal de la lucha armada. Evitar la confrontación contra formaciones ordenadas y no atacar grandes batallones constituye el dominio de la adaptación.
El octavo capítulo se denomina “Sobre los nueve cambios”, cuando una persona se encuentre sobre un terreno cerrado, debe hacer una estrategia y moverse de ahí, si se encuentra en un terreno mortal, no queda más que luchar. Si se es capaz de cambiar la estrategia conforme al ímpetu de las fuerzas, entonces la ventaja no cambia y el único perjudicado es el enemigo. Cansa a este manteniéndolo ocupado y sin dejarlo respirar. La regla general de las operaciones militares consiste en no contar con que el enemigo no se acerque, sino en tener los medios de enfrentarse a él, poseer lo que él no tiene para ser atacado. Es importante recordar y estar atento al peligro aun y cuando se esté a salvo, y el caos en tiempos de orden, aunque no tenga forma; evítalos antes de que se presenten.
El noveno capítulo se titula “Sobre la distribución de los medios”, enseña que siempre se debe combatir estando cuesta abajo y nunca cuesta arriba. Nunca camines contra corriente, ni contra el viento. Siempre se debe ubicar en la mejor parte del terreno, y aprovechar todos sus factores beneficiosos, ya que esto te otorga una ventaja. Si el enemigo ve una ventaja y no la aprovecha, es que está cansado; si actúa aisladamente, significa que carece de estrategia y terminara siendo derrotado. Ser violento al principio y terminar temiendo, significa ineptitud. Dirige a las personas humana y benévolamente, y unifícalas mediante reglamentos, así, si se les da una orden, la aceptarán. Cuando las órdenes son razonables, justas, sencillas, claras y consecuentes, existe una satisfacción recíproca entre líder y grupo.
El décimo capítulo se llama “Sobre la topología”, dice que algunos terrenos son fáciles, cuando es así, se el primero en establecer tu posición; otros difíciles, si tu enemigo no está preparado, vencerás, en cambio, si está preparado, tendrás muchas dificultades para volver; algunos neutros, lo cual significa que el terreno es desfavorable tanto para el enemigo como para la persona; otros estrechos, en lo que si eres el primero en llegar, debes ocupar el terreno totalmente y esperar al enemigo; accidentados, que deben ser ocupados en sus puntos altos; o abiertos, aquí la fuerza del ímpetu se encuentra igualada. No calibrar el número de fuerzas, la ausencia de un sistema claro de recompensas y castigos, la insuficiencia de entrenamiento, la pasión irracional, la ineficacia de la ley ordenada y el fallo de no seleccionar a las personas fuertes son diversas formas de ser derrotado. Es importante destacar que cuando te conoces a ti mismo y conoces a los demás, la victoria no es un peligro, cuando conoces el cielo y la tierra, la victoria es inagotable.
El undécimo capítulo es nombrado “Sobre las nueve clases de terreno”. Existen diferentes clases de terreno, como el de dispersión, en el cual los intereses locales luchan entre su en su propio territorio; el ligero, en donde se adentra en un terreno ajeno, pero no profundamente; el clave, el cual es ventajoso si lo tomas; de comunicación, que es accesible para todos; de intersección, el cual está rodeado por tres territorios rivales y es el primero en proporcionar acceso a todos, sé el primero en ocuparlo; el difícil, que es cuando se adentra profundamente en un territorio ajeno; el desfavorable, cuando es difícil de atravesar; el cercado, en donde el acceso es estrecho y la saluda tortuosa; y el terreno mortal, en el cual se puede sobrevivir luchando en el con rapidez. “No combatas un terreno de dispersión, no te detengas en un terreno ligero, no ataques en un terreno clave, no dejes que tus tropas sean divididas en un terreno de comunicación. En terrenos de intersección, establece comunicaciones, en terrenos difíciles, entra aprovisionado, en terrenos desfavorables continúa marchando, en terrenos cercados, haz planes; en terrenos mortales, lucha”. En conclusión, si obtienes la ventaja del terreno y conoces los planes de losenemigos, puedes vencerlos. Entérate de lo que pretende, adáptate y anticípate a él.
El duodécimo capítulo se denomina “Sobre el arte de atacar por el fuego”, el fuego se utiliza para sembrar la confusión en el enemigo y así poder atacarlo. Actúa cuando sea beneficioso, en caso contrario, desiste.
El decimotercer capítulo se titula “Sobre la concordia y la discordia”, aborda a los espías nativos, espías internos, agentes dobles, espías liquidables y espías flotantes. El punto destacable de ellos es que una persona brillante y sabia utiliza a los más inteligentes para el espionaje, y así estará seguro del triunfo.
El texto es un interesante sumario de instrucciones y consejos sobre cómo dirigir una guerra y que hacer para vencer al enemigo, empleando recursos, acoplándose a las circunstancias, obteniendo una ventaja sobre él, actuando inteligente y astutamente. El conflicto es una característica innata de la persona, y siempre prevalecerá en cualquier lugar.
Realmente es interesante y entretenido, te envuelve totalmente cuando comienzas a leer sus páginas, con él se explica el origen de un conflicto y los tipos de soluciones para poder vencerlo. Puede ser aplicado a cualquier contexto de nuestra vida cotidiana, e incluso en nuestra profesión de Licenciado en Derecho, ya que el contexto de guerra no sólo se centra únicamente en una batalla o lucha armada, abarca ampliamente un sentido. Es una inmensa orientación sobre cómo actuar, guiar, coordinar y organizar para resolver problemas y situaciones.