Causa Oculta De La Violación Sexual

Introducción

Producto de la coyuntura mundial, el día 16 de marzo del 2020, el presidente de la República, Martín Vizcarra, anunció el Estado de Emergencia y declaratoria de cuarentena; en tal contexto, las personas experimentan malestares físicos, muchos de ellos ocasionado por malestares emocionales, causados por el aislamiento social. Estos malestares pueden ser ansiedad, miedo, temor, tristeza, preocupación, etc., especialmente si las personas no satisfacen sus necesidades; acompañado a todo ello no se desligan los problemas psicosociales que están arraigados en nuestra sociedad, siendo una de ellas, la violencia física y sexual hacia las mujeres y poblaciones vulnerables,

En la etapa actual de confinamiento, la violencia hacia las mujeres y poblaciones vulnerables, es una amenaza que se agrava aún más, prueba de ello, la línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, ha sido el medio más utilizado por las víctimas para el pedido de auxilio, habiendo recibido alrededor de 5,438 llamadas por violencia contra la mujer. Asimismo, se han atendido 43 casos de violación, siendo que, de ellos, 27 fueron perpetrados contra menores de edad dentro de su propio hogar, sin considerar las zonas rurales o amazónicas.

Por otro lado, la cuarentena reduce la disponibilidad de intervenciones psicosociales y de asesoramiento psicoterapéutico de rutina, por tal motivo el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, está trabajando en la prevención de la violencia basada en género durante la cuarentena, a través de productos de comunicación para medios masivos (radio y televisión) y la reedición de la cartilla “No estás sola” que ofrece información sobre los recursos a los que puede acceder una mujer víctima de violencia en estas circunstancias. Tales medidas no son suficientes para erradicar dicho problema psicosocial.

El presente trabajo, tiene como objeto describir, explicar e interpretar la causa de la violencia sexual hacia la mujer y poblaciones vulnerables, desde la perspectiva psicológica.

Desarrollo

 

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La violación sexual estaba presente en las sociedades antiguas, siendo un comportamiento que ha trascendido hasta nuestros días, en tal contexto, no constituía un delito como lo es actualmente.

Según Rangel Con el inicio de lo que sería el Gran Imperio Romano, en principios de derecho, fueron reglamentadas diversas normas que establecían castigos para estos actos de violación. A través de los años tales principios de derecho perduraron y formaron las legislaciones que actualmente nos rigen, con una complementación especial en cada país, de acuerdo con sus costumbres, con su realidad y la época en que se vive.

En la edad media, el termino, violación, hacia referencia a la transgresión de la norma, para referirse a violación sexual, las expresiones usadas fueron forzar y cometer fuerza. Dichos actos eran producidos en contra del grupo de mujeres con escasos recursos económicos, siendo frecuente, las empleadas domésticas, victimas constantes de violación sexual por parte de los señores.

Con el régimen feudal, era común el término derecho de pernada conocido en latín como ius primae noctis, reconocido jurídicamente, con este privilegio un señor feudal podía pasar la primera noche de bodas con la esposa de su vasallo. Actualmente podríamos comparar este echo con la esclavitud sexual.

En el territorio nacional, durante la conquista española, no solo hubo violencia fisca, muerte y humillación a los denominados indios, también se ejerció violencia sexual se expresó por el poder ejercido del vencedor hacia los vencidos. En otras palabras, el más fuerte, en este caso los españoles, tenían el poder completo y absoluto sobre quienes eran considerados débiles, es decir sobre la tribu sometida. Era una época brutal en donde la justicia penaba más matar a un caballo que violar a una nativa o una esclava.

A lo largo de la historia peruana, existe documentación de algunos hechos trascendentales de violación sexual ejercida por uno o más símbolos de autoridad, como es el caso de las mujeres provenientes de Manta y Vilca, en 1983, Sendero Luminoso arribó a los distritos de Manta y Vilca donde empezó a captar militantes y simpatizantes, este grupo, ejerció una serie de violaciones de derechos contra la población, especialmente en contra de las mujeres de manta. Las mujeres eran violadas sexualmente tanto en las bases militares, como en ámbitos de sus esferas privadas. Los militares se sentían ‘legitimados’ para ejercer su poder sobre ellas en todo espacio.

En los últimos años, estos de casos de violaciones, siguen en aumento, en el año 2018 la Policía Nacional del Perú, ha registrado 7 mil 789 casos de violencia sexual.

En el 2020 se han atendido 43 casos de violación, siendo que, de ellos, 27 fueron perpetrados contra menores de edad dentro de su propio hogar. Los casos de VIOLACIÓN SEXUAL tienen mayor incidencia en los siguientes departamentos: Lima 530 casos, La Libertad 150 casos, Arequipa 126 casos, Junín 113 casos, Cusco 89 casos, Ancash 85 casos, Ica 71 casos, Huánuco 62 casos, Callao 56 casos, San Martín 56 casos, Tacna 52 casos, Loreto 46 casos, Puno 45 casos.

Las violaciones sexuales a través de la historia, especialmente a las personas con escasos recursos económicos, son ejercidas en contra la mujer, a pesar de las medidas de protección, de prevención , estas cifras cada año van en aumento. No se trata de un solo trastorno psicologico, sino que son las consecuencias de múltiples factores, un abusador tiene una patología del comportamiento, no es congénito ni genético, sino cultural y conductual, aunque no se descarten cuestiones patológicas del sistema nervioso.

CONCEPTOS DE VIOLENCIA SEXUAL Y AGRESOR SEXUAL

• Violencia sexual

Según el Observatorio Nacional de la Violencia Contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), la violencia sexual comprende todas las acciones con naturaleza sexual que se cometen contra una persona sin su consentimiento o bajo coacción. Esto incluye actos que no involucran penetración o contacto físico, así como todo acto que vulnera el derecho de las personas a decidir voluntariamente sobre su vida sexual o reproductiva, a través de amenazas, coerción o intimidación.

la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que la violencia sexual es todo acto sexual (o tentativa) no deseado, así como los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados. De acuerdo con la OMS, la violencia sexual también incluye las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción. Se considera violencia sexual independientemente de la relación entre víctima y victimario y del ámbito en el que se realiza la agresión.

El artículo 170 del Código Penal peruano, establece que una persona comete el delito de violacion sexual si con violencia (física o psicológica), grave amenaza o aprovechándose de un entorno de coacción o de cualquier otro entorno que impida a la víctima dar su libre consentimiento, la obliga a lo siguiente: 1) tener acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal; 2) realizar cualquier otro acto similar introduciendo un objeto o parte del cuerpo por alguna de las dos primeras vías (vaginal o anal). Para este delito, la pena privativa de libertad es no menor de 14 ni mayor de 20 años. (Enterarse, s.f.)

Entonces, violencia sexual, es el acto perpetrado por una persona que ejerce dominación sexual sobre su víctima, existiendo, en caso sea varón o mujer, penetración en los órganos sexuales, mediante el uso de la fuerza, coacción o mediante uso de drogas en su víctima, en muchos casos, incluso el agresor, es cercano a la victima y por ende la relación de cercanía puede ser clave para cometer estos actos.

• Agresor sexual

Un agresor sexual, es aquel que vulnera la libertad sexual de otro individuo a través del uso de la violencia física o de amenazas. Su objetivo, es siempre el mismo: dominar a su víctima de forma sexual.

Características del agresor sexual

Teniendo en cuenta que no son determinantes en todos los casos, pero sirven de referente

1. Dificultad para establecer relaciones de pareja adecuadas, duraderas y satisfactorias con personas del otro sexo.
2. Experiencias sexuales precoces con niños de su edad o han sido abusados por adultos o niños mayores.
3. Madre represiva, posesiva, excesivamente crítica, que anulaba sus iniciativas o intentos de independencia.
4. Ausencia de una imagen paterna adecuada que le proporcione reglas de comportamiento apropiadas, así como el ejemplo de un varón capaz de relacionarse acertadamente con las mujeres.
5. Frustraciones importantes que los han conducido a depresiones o frecuentes estados de mal humor, expresados en estallidos de violencia.
6. Dificultades para encontrar satisfacción en las relaciones o situaciones normales o cotidianas.
7. Pobre capacidad de autocrítica; pueden parecer severos y serios, pero al momento de controlar o juzgar la propia conducta tienen excesiva indulgencia

 

Deduciendo de ciertas características, podemos señalar que los factores psicosociales y la educación sexual, son factores causales para la existencia de la violencia sexual. Una adecuada intervención en el agresor sexual desde temprana edad, podría reducir los índices de violaciones.

CAUSAS DE LA VIOLACIÓN SEXUAL

A continuación, se presentan lo que considero, causas de la existencia de la violación sexual por parte de un varón, no se puede desvincular que exista carga genética para que un varón cometa actos sexuales, sin embargo la intervención cultural y educativa adecuada durante su formación, es trascendental para inculcar en él, comportamientos aptos para ejercer su sexualidad satisfactoriamente sin necesidad de emplear la fuerza.

La cultura

La cultura influye en el comportamiento y modelos a seguir frente a diversas circunstancias del día a día, entre ellas, el comportamiento sexual.

En 1974, la terapeuta sexual Helen Singer Kaplan describió algunos aspectos de la sexualidad infantil y las respuestas que a menudo provocan en nuestra sociedad:

Los niños parecen ansiar el placer erótico. Los bebes de ambos géneros suelen tocarse los genitales y expresar gozo cuando reciben estimulación durante el cambio de pañales y el baño, y tanto los niños como las niñas se estimulan ya sea el pene o el clítoris tan pronto como adquieren la coordinación motriz necesaria. Al mismo tiempo, en nuestra sociedad, a la expresión sexual le sigue sistemáticamente la desaprobación, el castigo y el rechazo

Las consecuencias son por lo regular un sentimiento de culpa por el placer sexual de tocarse los genitales; desde temprana edad se inicia en la persona un conflicto con el placer erótico.

Una investigación descubrió que mientras más rígidas en su ortodoxia eran las parejas casadas pertenecientes a las iglesias judía, protestante y católica, experimentaban más inhibiciones, ansiedad, culpa, vergüenza y repugnancia ante los actos sexuales.

Masters y Johnson observaron que la influencia sociocultural con mucha frecuencia coloca a la mujer en una posición en la que debe adaptarse, sublimarse, inhibirse o hasta deformar su capacidad natural de funcionar sexualmente. El lado masculino aprende con frecuencia que las conquistas sexuales son una medida de su masculinidad.

A pesar de los derechos y la igualdad de la mujer y el hombre, o de los derechos sexuales que actualmente existen, En el proceso de desarrollo y aprendizaje hay factores que el género masculino va adquiriendo por influencia cultural y socialización, de modo que es necesario entender el papel que se le ha asignado al hombre en nuestra sociedad, desde muy pequeño, al hombre se le inculca que debe imponerse por la fuerza; que debe conquistar sus triunfos activamente; que es superior a la mujer en todos los sentidos, que debe mantener económicamente a la familia y, en consecuencia, dedicar gran parte de su energía a ser productivo en el área laboral. Al hombre se les enseña a no expresar sus emociones, no se le permite llorar, arrullar a un bebé, o mostrar sensibilidad, miedo; tampoco se le permite servir a una mujer o ayudarla en los quehaceres domésticos.

Según Giraldo, la ideología machista esta tan arraigada en nuestras culturas que tanto el hombre como la mujer creen firmemente en la superioridad del hombre en muchos aspectos. Estas enseñanzas de una cultura machista combinada a la violencia también aprendida, genera verdaderos problemas en la personalidad de un individuo.

La tolerancia de la violencia y su estimulación como método de resolución de conflictos, especialmente entre los jóvenes, ha sido una forma de relación aprendida en los espacios de socialización más comunes. Desde pequeños, los niños aprenden a responder agresivamente y se entrenan en aspectos activos como ganar, luchar, competir, apoderarse, imponer; mientras que las niñas aprenden a ceder, pactar, cooperar, entregar, obedecer y cuidar.

Las expectativas sociales convierten al hombre en un agresor sexual, mientras que a la mujer la hacen pasiva y receptora.

Es común, que muchas veces, el padre lleve a sus hijos a un prostíbulo para que se

inicien sexualmente con una sexoservidora. Este hecho, genera la idea social de que, los hombres, pueden tener experiencias sexuales, sin necesidad de afecto y no considerar a la mujer, como persona sexual.

La educación sexual

La educación sexual corresponde tanto a la familia como a la escuela, en un régimen de coeducación. Otros canales de socialización y educadores de la sexualidad son la religión, los amigos, los medios de comunicación masivos, las leyes y las normas de higiene.

La educación sexual, inicia con la curiosidad innata del niño por explorar y conocer su cuerpo, es en esta etapa como mencionaba Helen Singer Kaplan Los niños parecen ansiar el placer erótico, ante este hecho los padres, suprimen estos actos ejerciendo violencia, gritos, palabras, que confunden la psique del niño. La educación sexual, consiste, en que los padres, respondan las dudas o preguntas que vayan formulando

los niños. Es muy importante que los padres estén bien preparados, que sepan crear un ambiente de confianza en el cual el niño pueda expresar sin temor su curiosidad y sus opiniones, o reafirmar lo que ya sabe.

Tanto en el pasado como en la actualidad, la sexualidad se ha considerado como pecaminosa, por eso muchas generaciones crecieron y siguen creciendo asociando el sexo con sentimientos de culpa, vergüenza y miedo. Si la sociedad actuara sin tabúes, cultivando valores morales y patrones de conducta alrededor de la sexualidad, podríamos llegar a tener una sociedad de desenvolvimiento sexual adecuado, reduciendo en gran medida los índices de violencia sexual.

Una adecuada educación sexual, produce la comprensión sincera del propio cuerpo, contribuye a la formación de la personalidad y la afectividad del ser humano. Un niño que es educado con un conocimiento sexual saludable crecerá seguro de sí mismo y no tendrá problemas relacionados con la sexualidad durante la juventud ni en la edad adulta.

Es posible que un niño no reciba por parte de su familia toda la educación sexual que requiera para su desarrollo, y que esta tarea deba completarse en la escuela. Por ello, lo ideal es que los profesores y la familia ayuden al niño a controlar sus pulsiones sexuales y a aceptar y canalizar adecuadamente su sexualidad.

Una cultura, donde existan los mismos deberes y derechos, en papel y en la práctica, tanto para hombres y mujeres, forjaran una adecuada educación sexual desde niños, generando comportamientos acordes a su etapa de desarrollo, y viviendo una sexualidad plena, sin la necesidad de ejercer dominio sobre los demás. Todo ello provocara que los índices de violencia sexual se vean disminuidos.

Conclusiones

Las violaciones sexuales, existen por que existen factores ambientales, como son la misma sociedad, que estereotipa los roles del hombre y la mujer. La educación sexual, poco desarrollada, sin información adecuada ni oportuna prohíbe al niño aprender desarrollarse sexualmente, sin temor ni prejuicio. 

El agresor sexual o violador, desvía su formación integral desde la etapa de la niñez, producto de una familia disfuncional, maltratos físicos y psicológicos, donde se ejercía autoridad con violencia, creando una personalidad introvertida, antisocial; dañando las etapas psicosexuales, ocasionando una baja autoestima sexual por lo que recurre a la violencia para satisfacer sus necesidades, dichas necesidades son la de dominación, autoafirmación, competitividad o poder lo que conlleva a una distorsión cognitiva. Estos pensamientos en el agresor, hace que auto justifique su conducta, y pueda, inclusive repetir el acto, vulnerando los derechos de su víctima, lo que ocasiona comportamientos sexuales impropios, ejerciendo dominación sexual sobre la mujer en pos de calmar o aminorar sus necesidades.

En esta coyuntura de aislamiento social, es poca la ayuda que se puede ofrecer a las victimas de violencia, sin embargo, la ayuda y asesoría terapéutica no puede faltar en estas situaciones, mas aun, orientar a las madres para que velen por la salud mental de los niños, y que no se repita ni se vuelva un circulo vicioso de violencia sexual.

La psicología, interviene de manera óptima, no solo en analizar el comportamiento del individuo, sino también determinar las causas de dicho comportamiento, e intervenir oportunamente para que tales comportamientos no se realicen o no se repitan.

Por ende, es necesario que nuestra sociedad imparta desde temprana edad, los conocimientos básicos de la sexualidad, sin temor ni miedo en que se esté contribuyendo a pensamientos pecaminosos ni precocidad en el menor.