Causas de Desigualdad de Ingresos en Argentina
INTRODUCCIÓN
El objetivo del presente trabajo es estudiar la variable tasa de actividad. Para ello he recolectado datos a través la página del INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos). Las variables macroeconómicas nos ayudan a entender las diversas situaciones que se dan en un país y en el mundo. Debido a su importancia es que fue elegida para ser estudiada.
Dentro del documento se define la variable, se desarrollan los factores que influyen e intervienen en ella, dicha información se presenta en forma de corte transversal y se aplica el análisis correspondiente.
Los fundamentos expuestos en este informe se basan en los contenidos aprendidos en la materia Macroeconomía, cursada durante el segundo año de la Tecnicatura Superior en Administración de Empresas.
A continuación se plasman los temas mencionados.
DESARROLLO
La tasa de actividad indica qué porcentaje de población de un país participa activamente en el mercado laboral. Se calcula como el cociente entre la población económicamente activa y la población total de un país. La población económicamente activa (PEA) está compuesta por todas las personas que aportan su trabajo (lo consigan o no) para producir bienes y servicios económicos durante un período determinado. Es decir, son parte de ella tanto las personas ocupadas como las desocupadas.
Esta variable resulta de gran valor para conocer el crecimiento económico de un país durante un periodo de tiempo y depende de diversos factores tales como: la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, la creación de empleos flexibles o de tiempo parcial, la urbanización, etc., estos tienden a generar un aumento en ella. Por el contrario, la reducción en la tasa de fertilidad, el aumento en la esperanza de vida y la rigidez en los contratos de trabajo, tienden a actuar en sentido inverso.
Según el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de la República Argentina), la tasa de actividad para el segundo trimestre del año 2020 es del 38,4%, esto quiere decir que de 100 personas, 38 tienen empleo o lo están buscando de forma activa. Con relación al primer trimestre de 2020, la tasa de actividad y la tasa de empleo han sufrido variaciones estadísticamente significativas, la primera presenta una disminución de 8,7 puntos porcentuales (p.p.), pasó de 47,1% a 38,4%, mientras que la segunda disminuye 8,8 p.p. (42.2% al 33,4%).
Otra variable que también sufrió variaciones en el segundo trimestre fue la tasa de desocupación, mostró un aumento de 2,5 p.p. en relación al mismo trimestre pero del año anterior, dicho incremento se debe al aumento del número de personas que no pudo trabajar, aunque activamente buscó trabajo, y a la disminución de la PEA total.
Estos resultados reflejan el impacto que tuvo la pandemia por el COVID-19 sobre el mercado laboral. Además de las restricciones en determinadas actividades, la inflación es otro factor que ha influido en los ingresos de las personas. Los asalariados y jubilados son los más perjudicados, ya que reciben sus ingresos sin ajuste de acuerdo a la inflación. Esto hace, en muchos casos, que los integrantes de las familias que no trabajan, tengan o no la edad de trabajar, salgan a buscar empleo para poder llegar a satisfacer sus necesidades básicas. Otra consecuencia de la inflación es que aquellas personas que trabajan media jornada laboral busquen un empleo adicional al que actualmente tienen, o busquen activamente cambiarlo con el objetivo de aumentar sus ingresos.
Dejando de lado la pandemia, unas de las causas más importantes de la caída de la tasa de actividad es la informalidad laboral. El principal problema de contar con bajos índices de empleo registrado son las excesivas y asfixiantes cargas sociales, estas representan casi la mitad de los sueldos (31% aportes y contribuciones y 9% de obra social). Una gran contribución para solucionar este problema sería la aplicación de una reforma tributaria que incentive la registración de los trabajadores, así como también sería conveniente avanzar en acuerdos sectoriales, dándole especial énfasis al empleo rural, doméstico y en la industria de la construcción, ya que son los principales que registran trabajadores informales.
A través del INDEC, también se puede visualizar que la tasa de actividad en las mujeres es del 41,2%, mientras que para los hombres es del 58,0%. Estas estadísticas demuestran que la posibilidad de participar en el mercado de trabajo difiere entre hombres y mujeres, ellas enfrentan mayores restricciones a la hora de buscar un empleo, lo hacen en peores condiciones y con remuneraciones más bajas que sus pares varones. Según la OIT, el déficit porcentual del salario medio de las mujeres frente al de los varones se ha reducido en el tiempo, pero no se ha resuelto. La desigualdad de la remuneración por hora en función del género, en algunos países es aproximadamente del 45%. [1: Organización Internacional del Trabajo. (2016). Las mujeres en el trabajo.]
La tasa de actividad para mujeres de 14 a 29 años es del 29,8%, mientras que para las de 30 a 64 años es del 57,9%, esta diferencia se puede atribuir a que la primera agrupación posterga su presencia en el mercado laboral debido a la maternidad y las tareas de cuidado y a que generalmente a esa edad se encuentran realizando sus estudios secundarios, terciarios o universitarios. Y con respecto al segundo grupo, a medida que aumenta la edad de los hijos, aumenta su participación en el mercado, a diferencia de lo que ocurre con los varones, su participación es independiente de la edad de los hijos.
Las mujeres que participan en el mercado están representadas en sectores y ocupaciones particulares. Su presencia en actividades primarias o de la construcción es baja, las principales fuentes de empleo son el trabajo doméstico remunerado, la enseñanza y los servicios de salud. Por lo tanto, se deben impulsar medidas políticas destinadas a mejorar la igualdad de género en el mundo laboral, ya que la inclusión de las mujeres en la vida económica también es clave para el crecimiento de un país, por eso se debe continuar trabajando para reforzar el rol de ellas dentro de dichos mercados, mejorando las condiciones y oportunidades a las que pueden acceder.
Otro factor que influye en la tasa de actividad de nuestro país, es el complejo escenario laboral para los jóvenes. Argentina no cuenta con un buen nivel educativo, eso hace que ellos tengan una inserción precaria con respecto a otros grupos sociales, estén expuestos a mayores niveles de incertidumbre económica y social y a encontrar empleos de baja calidad y con bajos ingresos. Los jóvenes también, tienen un período de búsqueda más largo y tasas de desempleo más altas que los adultos, quizás porque sus aspiraciones laborales son incoherentes con la realidad del mercado de trabajo. Esta situación de desigualdad se agrava aún más según el estrato social al que pertenezcan.
El desempleo juvenil se concentra en los grupos sociales más vulnerables: entre los jóvenes son las mujeres y los menos educados los más afectados por el desempleo. A su vez, la mayor parte de los jóvenes desempleados provienen de hogares de escasos recursos, muchos de los cuales se encuentran en situación de pobreza. Se genera con ello un círculo vicioso de transmisión intergeneracional de la pobreza. [2: Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. (2017). Diagnóstico del desempleo juvenil. Buenos Aires. ]
Son diversos los factores que participan en la tasa de actividad de la Argentina, esta tiene igual o mayor importancia que la productividad de un país, por lo que es fundamental: determinar medidas eficientes para combatir y/o contrarrestar la inflación, diseñar políticas que garanticen un nivel de educación superior y brinden las herramientas necesarias para que las personas tengan las posibilidades que merecen en el mercado laboral. Será imprescindible que este mercado cuente con los instrumentos necesarios y la mejor tecnología existente para asegurarle al país un alto nivel de productividad que mejore los niveles de vidas de las personas.
CONCLUSIÓN
La tasa de actividad en Argentina se ve influencia por diversos factores, principalmente en el año 2020 fue afectada en gran parte por el Covid-19, el cual causó estadísticas alarmantes. Dejando a un lado la inesperada pandemia, las causas más importantes en la caída de esta variable son la informalidad laboral en el país, la desigualdad de género en el mercado de trabajo y la compleja inserción laboral para los jóvenes.
Considero que para que un país pueda crecer, es necesaria la participación de todos sus ciudadanos. Por parte del Estado, su obligación es brindar un buen nivel educativo para todos los jóvenes, independientemente de la posición que tengan en el estrato social. Debe diseñar y poner en marcha políticas para mejorar las condiciones y oportunidades laborales, para beneficiar tanto a empleadores como empleados.
La inclusión de las mujeres en la vida económica también es clave para el crecimiento, se deben implementar leyes que fomenten la inserción laboral femenina y contribuyan a detectar con mayor facilidad la discriminación de ellas.
BIBLIOGRAFÍA
- Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de la República Argentina. (2017). Año del Trabajo Decente, la Salud y Seguridad de los Trabajadores. Buenos Aires.
- Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de la República Argentina. (2020). Trabajo e ingresos: Tasas e indicadores socioeconómicos (EPH) Segundo trimestre de 2020. Buenos Aires.
- Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. (2017). Diagnóstico del desempleo juvenil. Buenos Aires.
- Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. (2017). Las mujeres en el mercado de trabajo. Buenos Aires.
- Organización Internacional del Trabajo. (2016). Las mujeres en el trabajo.
- Roberto, V. B. (2019). Tasa de actividad. Obtenido de https://economipedia.com/definiciones/tasa-de-actividad.html
