Chatarra Electrónica, Problemática Ambiental

La fabricación y la utilización de equipos electrónicos aumentan de manera acelerada a nivel mundial en todos los ámbitos en los que se desenvuelve el ser humano, ahí es donde aparece la industria electrónica; es principalmente la que se encarga de la producción de los aparatos electrónicos; Este sector es el que constituye actualmente el sector de mayor crecimiento en los países desarrollados.

Para nadie es un secreto que estos aparatos conllevan a grandes beneficios que se obtienen de la utilización de estos aparatos electrónicos, pues contribuyen en no sólo al desarrollo científico, tecnológico e industrial de una sociedad sino que además le brindan comodidad y seguridad.

Pero así como el aumento del consumo de los aparatos electrónicos ha sido vertiginoso a nivel mundial, así también ha ido aumentando la producción de deshechos de este tipo de productos ocasionado por la sustitución, renovación o eliminación por el desarrollo de los mismos. “Anualmente se generan entre 20 y 50 millones de toneladas de basura electrónica al año” Se calcula que el volumen de la chatarra electrónica está creciendo entre un 16% y un 28% cada cinco años” (Duery, 2007), lo que le convierte a este desperdicio en el de mayor crecimiento en los últimos años. Ya sean considerados como desecho, como basura, como chatarra o como desperdicio. Actualmente uno de los principales y graves problemas es el desechar este tipo de basura, porque la mayoría de aparatos electrónicos contiene elementos tóxicos que al no ser correctamente tratados en su eliminación producen grandes daños al medio ambiente y la salud.

Según algunos expertos: cualquier equipo que necesita de la electricidad para su funcionamiento adecuado es un equipo electrónico. La nomenclatura Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) y también WEEE (Waste Electrical and Electronical Equippament), han sido utilizadas para designar la clase de residuos que abarca una gran diversidad de productos, de los domésticos a los profesionales, que abarca los televisores, monitores, ordenadores, scanner, impresoras, equipos de audio, DVD, vídeo cameras, teléfonos móviles, juguetes electrónicos, herramientas eléctricas, lámparas fluorescentes e todos os electrodomésticos ( US EPA, 2001). Generalmente, son compuestos por metales, vidrio, diversos tipos de plásticos e por otros componentes peligrosos que necesitan un tratamiento especial.

Los productos electrónicos son constituidos de una combinación de módulos. Los módulos básicos, comunes a la mayoría de aparatos eléctricos y electrónicos, son los conjuntos de circuitos impresos, cables, conductores flexibles, alambres, plásticos con o sin retardantes de llama, aparatos visualizadores, tales como tubos de rayos catódicos, y pantallas de cristal líquido, acumuladores y baterías, medios de almacenamiento de datos, elementos de generación de luz, capacitancias, resistores y relés, sensores y conductores. (Comisión de la Comunidad Europea, 2000)

La convención de Basilea por su parte define la chatarra electrónica como todo equipo o componente electrónico incapaz de cumplir la tarea para la que originariamente fueron inventados y producidos:

Los aparatos electrónicos fuera de uso presentan una preocupación ambiental por los motivos siguientes:

• El espacio que están ocupando en los vertederos;
• El consumo insostenible, desaprovechamiento de recursos naturales y energía utilizada en su producción, pues el reciclado es difícil, de baja rentabilidad y contaminante para el medio ambiente y también para las personas que se encargan de esta actividad. Las sustancias nocivas que contienen pueden dar pie a problemas medioambientales si no hay un tratamiento adecuado o se eliminan de forma incontrolada, el resultando es la contaminación de los vertederos, del suelo, del agua hasta del mismo aire, presentando un deterioro a la salud humana y al medio ambiente.

En la actualidad más del 90% de estos residuos se depositan en vertederos, se incineran o se valorizan sin ningún tratamiento previo y, por lo tanto, buena parte de los diversos agentes contaminantes que se encuentran en el flujo de residuos urbanos proceden de ellos (Comisión de la Comunidad Europea, 2000). Por lo anteriormente expuesto se muestra evidente el negativo impacto ambiental que pueden tener los equipos eléctricos y electrónicos cuando son desechados al final de su ciclo de vida.

Sustancias peligrosas

Con relación al potencial de peligrosidad de los RAEE, la publicación “Waste from electrical and electronic product. A survey of the contents of materials and hazardous substances in electric and electronic products” del Consejo de Ministros Nórdico (1995) recopiló distintos estudios, cuyas informaciónes reproducimos abajo:

Las sustancias más problemáticas desde el punto de vista medioambiental contenidas en estos componentes son los metales pesados, tales como el mercurio, plomo, cadmio, y cromo, substancias halogenadas, tales como clorofluocarbonos, bifenilos clorados, cloruro de polivinilo y algunos retardantes de llama bromados, así como amianto y arsénico. (Nordic Council of Ministers, 1995).

Cadmio

Se sabe que en placas de circuitos impresos, el cadmio está presente en determinados componentes, como resistencias de chips SMD, semiconductores e detectores de presencia. Los tubos de rayos catódicos más antiguos contienen cadmio. Además el cadmio ha sido utilizado como estabilizador en PVC. Más del 90% es encontrado en las pilas recargables.

Plomo

Considerando todas las aplicaciones del plomo (procesado/consumido), entre 1,5% e 2,5% son utilizados en aparatos electrónicos. Puede ser encontrado en más del 90% en las baterías, con pequeñas contribuciones por parte de las soldaduras, lámparas y tubos fluorescentes. Una lámpara eléctrica contiene un 0,3 e 1 g de plomo en la soldadura y 0,5 a 1 g de silicatos de plomo en el vidrio.

Oxido de plomo

Es utilizado en el vidrio de los TRC (Tubos de Rayos Catódicos) – cerca de 80% mientras que el resto procede de las lámparas y los tubos fluorescentes. Los tubos de rayos catódicos de un ordenador personal puede contener cerca de 0,4 Kg. de plomo e un televisor contiene cerca de 2 Kg. de plomo.

Mercurio

La liberación global de mercurio para la atmósfera provocada es de cerca de 2000 a 3000 toneladas por año .Se estima que el 22% del mercurio consumido anualmente al nivel mundial es utilizado en aparatos electrónicos y eléctricos (RAEE)- Más del 90% del mercurio de los RAEE procede de las pilas y sensores de posición con una pequeña contribución por parte de los relés y tubos fluorescentes.

Bario

Bario es un metal plateado utilizado en los paneles frontales de los tubos de rayos catódicos, para resguardar los usuarios de la radiación. Estudios han demostrado que las exposiciones al bario han causado aumento y endurecimiento del cerebro, flaqueza muscular, daños al corazón y al hígado (The Basel Action Network (BAN), Silicon Valley Toxics Coalition , 2002)

Según informe inicial de la Comisión de La Comunidad Europea (2000), la totalidad de residuos eléctricos, electrónicos e informáticos, con origen industrial y doméstico para el conjunto de la Europa, era del orden de los 3,5 millones de toneladas. El volumen de estos residuos crece tres veces más rápidamente que el promedio de los residuos urbanos, como mínimo a razón de un 3% a un 5% anual. Esto significa un aumento entre un 16% y un 28% en el plazo de cinco años y, por tanto, que llegará a duplicarse en sólo doce años.

En Francia, estimase que en 2000, fueran generados 1,5 millones de toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, siendo el crecimiento anual cerca de 3 à 5% (ADEME, 2001). Más de 50 % de los residuos generados fueran provenientes de las residencias (13 Kg./hab. Por año).

El informe ‘Exporting harm: the high-tech trashing of Asia’ realizado en febrero de 2002 por los grupos BAN (Basel Action Network) y SVTC (Silicon Valley Toxics Coalition), apoyados por Greenpeace China, Toxics Link India y SCOPE de Pakistán, traen denuncias de donde afirman que el 80% de los residuos de aparatos electrónicos generados en los Estados Unidos son exportados para China, Pakistán e India para ser reciclados, donde las tareas se realizaban en malas condiciones ambientales y sin ninguna precaución a la salud de los trabajadores. La preocupación por el riesgo de traslado de la basura electrónica por los países desarrollados hasta los países en desarrollo fue objeto de observación y recomendación en una sesión de análisis del proyecto de la Directiva 2002/06/CE:

‘Incentivar la reutilización de aparatos es muy positivo. Todavía, los riesgos de los RAEE serán desechados en los países que no hacen parte de la Comunidad Europea, a título de reutilización no es una fantasía. Por esto los Estados miembros deben cuidar para que solo los equipos eléctricos y electrónicos susceptibles de utilización sean exportados a los países que no sean de la UE y que los mismos sean efectivamente reutilizados’.

Esta es una preocupación real pues los países en desarrollo tienen generalmente frágiles políticas cuanto a la disposición de residuos urbanos y de materiales peligrosos y por otro lado ahora los países desarrollados tienen políticas restrictivas, con metas de recogida de RAEE, con costo para los productores.

El aspecto ambiental más evidente de la problemática se manifiesta por medio de sus residuos, debido a la contaminación ambiental y la salud humana. La discusión va más allá y necesariamente debe pasar por la cuestión del consumo voraz e insostenible, por el desaprovechamiento de los recursos naturales no renovables y la energía consumida en su producción. El sector de la industria electrónica es lo que más ejemplifica el desarrollo insostenible.

El enfrentamiento del problema debe ir a la discusión de sus residuos, de su recogida de las técnicas de reciclado. Hay también que envolver todos los sectores de la sociedad que están directamente implicados en el problema: sector productivo, los formuladores de políticas, consumidores, recicladores, comerciantes y técnicos de reparo.

Por otro lado la formulación de políticas con la finalidad de enfrentamiento del problema, solo ocurrirá cuando la sociedad comprenda que esta es una cuestión importante. Eso está directamente relacionado a la concienciación de ellos acerca de las consecuencias nefastas de todo ese avance tecnológico. Esa conciencia depende de la información y de la producción de conocimiento con amplia divulgación de informaciones de lo que ya ha sido desarrollado en otros países, que se encuentran en una etapa más avanzada con relación a políticas, experiencias y estudios.