Clínica Del Trastorno De Estrés Postraumático
Introducción.
Tipificación: El trauma psíquico o la clasificación diagnóstica oficial del TEPT fue reconocido oficialmente en 1980, en el DSM III de la APA. Este reconocimiento sirvió para facilitar la comunicación, la investigación y la práctica sobre este trastorno. La revisión posterior del DSM-III-R produjo los criterios diagnósticos que aún persisten relacionados con el TEPT.
Otra modificación entre las versiones del DSM-III y DSM-III-R fue que el criterio de estrés postraumático agudo (dentro de los seis meses posteriores al evento traumático) que aparecía en el DSM-III no fue incluido en la revisión posterior. En 1994 apareció la cuarta versión del DSM-IV (APA, 1994) y en el 2000 se le hizo una ligera revisión; se estudió entonces si el criterio de estresor debería ser modificado o abolido.
Desarrollo.
En términos generales el planteamiento que se está estudiando para el diagnóstico del TEPT en el DSM-V va a incluir modificaciones en el (criterio A), pues se ha visto que el TEPT puede desarrollarse después de experimentar una serie de eventos que no amenazan la vida (por ejemplo divorcio, problemas económicos). De la misma manera, estudios recientes han frecuente la aparición de síntomas de TEPT en el individuo depresivos que no han experimentado él y entre personas con fobias sociales que responden a situaciones en las que tienen una ejecución fallida.
Sintomatología:
Carvajal, (2002) comenta que en la tríada clínica del trastorno de estrés postraumático se encuentran los invasores, la evitación y respuestas hiperalertas en los fenómenos invasores se refiere a experimentar los síntomas que se vivió durante el hecho traumático queda fuera del control de las personas en los cuales aparecen imágenes, pensamientos, sensaciones, ruidos u olores relacionados con el trauma estos pueden ser espontáneas o necesitar de un impulsado o gatillero el cual, a través de un estímulo que recuerdan los sucesos traumáticos. Los fenómenos mencionados ocurren durante la vigilia o durante los sueños presentándose como pesadillas, los recuerdos invasores vienen acompañados muchas veces con síntomas como taquicardia, polipnea, temblor fino generalizados, variación de la temperatura,
al intentar reducir o eliminar la aparición de los fenómenos invasores se produce conductas de evitación siendo esta el segundo elemento de la tríada clínica las cuales son que las personas no salgan de su casa por temor a volver a vivir el evento traumante o evitar pasar por lugares donde tuvo un evento traumante también evitan mirar TV o escuchar noticias relacionadas con el evento traumático además de que el paciente se aísla socialmente y evitar conversaciones respecto a al evento traumante Shemesh E, Rudnick A, Kaluski E, Milovanov O, Salah A, Alon D et Alabama. 2001. Añaden que algunas de las personas evitan exámenes médicos que recuerden al evento traumante como ir al ginecólogo, personas que sufrieron de violación lo cual se considera una conducta de evitación, otros de los fenómenos que comenta Carvajal; el estado de hiperalerta manifiesta por trastornos del sueño en los cuales se encuentran el insomnio de conciliación, interrupción del sueño superficial, fallas en la concentración, fácil irritabilidad a veces incluso reacciones violentas, hiperestesia sensorial con una respuesta de alerta exagerada además de un estado de hipervigilia por último es menester añadir que estímulos neutros como cerrar una puerta o la caída de algún objeto pueden transformarse en estímulos amenazadores y el paciente reacciona con síntomas autonómicos y pueden desencadenar gatillando fenómenos invasores
Prevalencia:
La prevalencia del TEPT en la población mundial es de 1 a 4% (7). Varía según factores como el tipo de evento estresante, la edad o el sexo (8-9). Savin y cols., 1996 (10), reportaron en Tailandia una prevalencia de TEPT de 71,7% en niños camboyanos del campamento de refugiados, mientras Sack y cols. (11), reportaron una prevalencia de TEPT de 50% en niños de igual procedencia. En Colombia hay pocos estudios de prevalencia de TEPT; el 2 ° Estudio Nacional de Salud mental y consumo de sustancias psicoactivas de 1997 (12) mostró una prevalencia de TEPT, alguna vez en la vida, en jóvenes de 4,3%. Si el TEPT no recibe tratamiento adecuado puede evolucionar un deterioro permanente del funcionamiento individual y social (13-14).
En una investigación más reciente, kessler Al (2005) realizaron un estudio de comorbilidad nacional con 9200 sujetos entrevistados, y hallaron que la prevalencia de TEPT era del 6,8%. Este estudio incluyó individuos que no habían experimentado trauma. Dichos hallazgos son similares al 7,8% de prevalencia de la población encontrada en el estudio de Kessler et al.
Conclusiones.
El centro para el control de enfermedades en un estudio comenta que en estudios realizados en veteranos de Vietnam encuentran una comorbilidad del 66% con trastornos afectivos o de ansiedad citado en Carvajal, 2002); así mismo el equipo de Kessler RC, Sonnega A, Bromet E, Hughes M, Nelson CB. Encontraron que el estrés postraumático en un 51.9 se asocia con el abuso de alcohol en los hombres además de un 48% presentaba depresión mayor, un 43.3% presentaba trastorno de conductas en los hombres, 30% presentaba fobia simple y 28% fobia social un 27.9% de las mujeres tenían abuso de alcohol además de un 22.4% de mujeres presentaban agorafobia.