Codigo De Ética del Profesional de Economía
Introducción
La ética es un componente de elevada relevancia en todas las profesiones, ya que sirve como una guía para el buen actuar. Existen normas que determinan los deberes mínimamente exigibles a los profesionales en el desempeño de sus funciones y para que las mismas sean aplicadas se elaboran códigos.
Los profesionales del ámbito económico también tienen su propio código, ya que es una profesión que debe tener en cuenta la labor social dentro de su labor. Para ahondar más en el tema principal de este ensayo, se prestará la debida atención al significado de la palabra código. En el derecho se conoce como código al conjunto de normas que regulan una materia expresa.
Por lo tanto, un código de ética, es el conjunto de reglas que regulan las conductas de las personas en un espacio de la sociedad o cualquier lugar donde un profesional desarrolle sus funciones. El objetivo de dicho código es conservar una línea de comportamiento uniforme y al dictar estas pautas por escrito, no es necesario que sean recordadas a cada instante, en el caso de una empresa u oficina, por ejemplo.
A pesar de que la ética no impone penas legales por el incumplimiento de las normas de su código, presume una normativa de cumplimiento obligatorio que ocasiona un mejor desenvolvimiento en la convivencia de la sociedad y las normas mencionadas en los códigos de ética pueden estar vinculadas a normas legales.
Desarrollo
La ética no solo impone deberes y normas a los profesionales, esta también supone los derechos que protegen a los mismos. Cuando el individuo irá a elegir su profesión, esta elección debe ser completamente libre y sin ningún tipo de presión, ya que esto influirá posteriormente en el momento en que esta sea ejercida. Como la finalidad del trabajo profesional es el bien común, las capacitaciones siempre deben estar avocadas a mejorar y optimizar el rendimiento de las actividades profesionales lo cual desembocará en un beneficio tanto para la sociedad como para el profesional.
Este último se beneficiará porque tiene derecho a percibir utilidades a cambio del ejercicio de sus funciones, después de todo, es un trabajo y el mismo precisa de ingresos para poder subsistir y satisfacer sus necesidades y deseos, por lo que se recomienda que a la hora de seleccionar una profesión se tenga en cuenta el agrado y la remuneración. El agrado porque supone dedicar tiempo y esfuerzo en gran cantidad de horas diarias y la remuneración porque cada persona tiene sus expectativas salariales y si estas no se cumplen se entra en un estado de decepción, desgano e infelicidad.
Los profesionales deben conocerse a sí mismos para poder brindar un servicio óptimo a la sociedad. Deben reconocer sus capacidades intelectuales, saber hasta dónde pueden llegar y brindar su ayuda en forma de conocimientos al cliente que está recurriendo junto a él, ser sinceros y honestos cuando un caso escapa de sus posibilidades, reconocer que no son capaces de resolver esa situación y en todo caso, comprometerse a capacitarse para brindar su ayuda, debe recordar que el cliente no solo invierte confianza y esperanzas en el profesional, sino también tiempo y dinero.
El profesional debe conocer su capacidad moral, el valor que tiene como persona y no solo porque este sea remunerado significa que pierde todo derecho y respeto que cada persona merece recibir. También debe reconocer sus limitaciones físicas, tanto su salud corporal y mental deben ser consideradas y la codicia o necesidad no deben permitir que estas sean dañadas. Ya mencionados a grandes rasgos los derechos, también serán expuestas las obligaciones o deberes que recaen en el profesional al ejercer las actividades especializadas.
El secreto profesional, por ejemplo, arrebata el derecho de divulgar información que se le fue confiada para llevar a cabo la labor, no solo por el cliente, sino también por otros entes o personas relacionadas con el caso y se debe asegurar que tanto él como sus colaboradores cumplan con este deber moral y en muchas ocasiones legales.
Los principales deberes profesionales son la honradez, cortesía, honestidad, independencia, el estudio, la puntualidad, la investigación y la solidaridad. En cuanto a la vida personal del profesional, este debe vivir con austeridad, veracidad, lealtad, tolerancia, perseverancia, patriotismo y abnegación, ya que esto se ve reflejado en él su actuar diario. Básicamente, todos los profesionales deben ejercer los deberes y derechos mencionados, pero también existen varias especificaciones de acuerdo a la profesión y ámbito en el que se esté desenvolviendo.
La economía es la ciencia que estudia la administración del hogar, según su significado etimológico. Se encarga de satisfacer las necesidades y deseos ilimitados con la correcta administración y asignación de recursos escasos. Es una ciencia social por su estrecho relacionamiento con las personas y para poder relacionarse y convivir en un ambiente armónico se deben poner en práctica valores morales y códigos éticos. La economía como tal hace relación a cómo actúa el hombre y las decisiones que toma, y la ética dentro de la economía hace relación al comportamiento de las personas.
Conclusión
El economista es el profesional preparado académicamente en materia de economía. Este usualmente posee las siguientes características: disfruta de la investigación, tiene un enfoque metódico para la recopilación y análisis de información, es capaz de resolver problemas, y utilizan todos sus conocimientos y para el asesoramiento, ya sea personal o industrial, privado e incluso gubernamental, sobre condiciones económicas y hasta políticas.
La profesión de economista es tan importante como cualquier otra, ya que se confía a este profesional los recursos que son fruto de esfuerzo y dedicación en cuanto a las finanzas personales, y ni qué decir del sector gubernamental, en donde el economista se encuentra manejando los recursos del país, por lo que se podría decir que el futuro económico de la nación se encuentra en sus manos.
Si se expone la labor del economista de ese modo se puede obviar que es imprescindible que el profesional se rija por un código de ética y que actúe de forma ética y moralmente correcta.