Comentario Crítico Sobre La Paz Imperfecta Desde La Paz Neutra

 

El presente ensayo es un trabajo realizado para la asignatura de Diálogo de Civilizaciones para el Máster de Cultura de Paz, Educación, Resolución de Conflictos y Derechos Humanos de la Universidad de Granada. En este ensayo trataré de exponer una pequeña valoración crítica constructiva sobre el concepto de ‘paz imperfecta’ desde el concepto de ‘paz neutra’, basándome principalmente en las lecturas de Francisco Jiménez Bautista y Tiziano Telleschi.

El concepto de ‘paz imperfecta’ fue desarrollado por Francisco Muñoz, un historiador, profesor de universidad e investigador de Paz. Este término reconoce la paz como una realidad, inacabada y dinámica. Esta propuesta de paz no aboga por la desaparición total de los conflictos, sino por aprender a convivir con ellos de la mejor manera posible, intentando conseguir el máximo pacifismo posible dadas las circunstancias sociales y personales del conflicto. Se reconoce al ser humano como altruista y solidario, pero a su vez como conflictivo e incluso violento en ciertas ocasiones. Se llama imperfecta precisamente porque a pesar de que gestiona pacíficamente los enfrentamientos, a la vez convive con ellos.

Por otro lado, el concepto de ‘paz neutra’ fue originalmente desarrollado como una alternativa a la violencia cultural por Francisco Jiménez Bautista, miembro fundador del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada. El concepto principal de esta idea es que la paz es un concepto gradual definido por elementos como la educación o el lenguaje. Las estrategias de actuación ‘neutra’ parten de la empatía con el otro y la atención al lenguaje, y se abordan a través del diálogo sincero y constructivo entre seres humanos.

Francisco Jiménez Bautista plantea tres críticas principales al concepto de paz imperfecta, siendo estas:

  1. La negación del legado de Johan Galtung.
  2. La imprecisión conceptual de la paz imperfecta.
  3. La perpetuación del status quo.

 

El tema principal de la crítica de este pequeño ensayo va a ser “la perpetuación del status quo”, pues esto implica que el ser humano nunca será capaz de realizarse “desde’”y ‘para “la paz”, y esto es algo en lo que difiero especialmente ya que considero que encierra una visión un tanto negativa del ser humano.

Tal y como se ha mencionado anteriormente, el concepto de ‘paz imperfecta’ parte de la idea de que la paz es un proceso dinámico é inacabado , y que precisamente es imperfecta porque intentar conseguir el máximo nivel de pacifismo posible según las condiciones sociales y personales en las que se encuadre el conflicto. La paz imperfecta, por tanto, gestiona las controversias a la vez que convive con ellas y con ciertas formas de violencia. Estas afirmaciones perpetúan el estatus quo, ya que esconden una visión negativa del ser humano, como si no fuera capaz, como si estuviera eternamente ligado al derrotismo y a la destrucción. Esta teoría pasa por alto las múltiples ocasiones en las que los seres humanos se han puesto de acuerdo en situaciones de conflicto y violencia y han llegado a acuerdos de paz permanentes y beneficiosos para ambas partes del conflicto. Tal y como indica Francisco Jiménez Bautista, “la idea de paz imperfecta parece ir en la línea de propiciar la no rebelión contra la injusticia y de aceptar la realidad, olvidando aspectos del ámbito social como la injusticia, el abuso de poder, la corrupción, etc.” Aceptar la paz imperfecta es rendirse a la idea de que el ser humano nunca será capaz de resolver los conflictos, la violencia, los crímenes, y que por tanto todo problema deberá coexistir con la idea de paz, pero ahí seguirá.

Estoy de acuerdo con lo que dice Francisco Jiménez Bautista, cuando señala, en la teoría de la paz imperfecta, la falta que se hable de la necesidad de abordar la paz desde el esfuerzo por atacar y resolver lo que realmente causa violencia, siendo esto la violencia directa, la violencia cultural o simbólica y la violencia estructural. Es decir, hacer un cambio en la sociedad y en el sistema en general para abordar la violencia a la que nos enfrentamos, ir a las raíces de esa violencia y desde ahí trabajar por reducirla y eventualmente eliminarla, desde la comprensión y reconocimiento de la base de los conflictos y el esfuerzo por abordarlos de menos a más.

Por otro lado, Tiziano Telleschi, en su artículo acerca del “alcance filosófico y sociológico de la paz imperfecta” cuestiona el punto de partida de la paz imperfecta, es decir, el hecho de que la teoría de la paz imperfecta no parte de la paz para construir paz. “Descuida responder a esenciales preguntas: ya que la armonía (la paz) no es un punto de origen ni de llegada irrevocable y que hay varias y distintas visiones de ella: ¿cómo mantener un equilibrio entre las distintas visiones del bien?

Esto quiere decir que considera que la idea de paz imperfecta reconoce desde un inicio que la paz como tal no es posible, ni siquiera como fin, y que por tanto hemos de conformarnos con el hecho de que los conflictos, la violencia y los desacuerdos en general seguirán existiendo y poco hay que se pueda hacer al respecto.

Por otro lado, la paz neutra sí que sí que tiene como criterio inicial la paz, a la vez que establece que el fin también lo es. Para Francisco Jiménez, ‘la paz neutra pretende neutralizar en nuestros espacios de convivencia todo signo de violencia cultural y/o simbólica que no significa ser neutral con tales violencias, sino todo lo contrario: supone tomar partido, ser parcial, tener un interés muy concreto por trabajar frontal y radicalmente en contra de ellas (las violencias culturales y/o simbólicas).’

La paz neutra, por tanto, intenta transformar la realidad neutralizando la violencia cultural y simbólica, que son las que terminan conduciendo a la violencia directa, mientras que la paz imperfecta se conforma con la paz que tenemos, sosteniendo así un sistema que perpetúa la injusticia, las desigualdades, los conflictos y la violencia.

Dicho esto, podemos establecer unas diferencias principales entre el concepto de paz imperfecta y el de paz neutra. Mientras que la paz imperfecta trabaja directamente sobre un futuro imperfecto, de modo que contribuye a la perpetuación de las situaciones de violencia e injusticia que acontecen en el mundo, la paz neutra tiene una meta clara que consiste en transformar poco a poco la realidad para eventualmente reducir significativamente la violencia simbólica, cultural y directa, mediante la aplicación de valores como la tolerancia, la empatía, la libertad, la justicia, la neutralización de símbolos violentos, y la construcción de un modelo educativo donde se enfatice en el diálogo y, en general, se busque neutralizar la violencia lo máximo posible para alcanzar la paz.

Referencias

  1. Muñoz, Francisco A. (2001). «La paz imperfecta ante un universo en conflicto». La paz imperfecta (Granada: Universidad de Granada).
  2. Muñoz, Francisco A.; Ubric, Purificación; Jiménez, Juan Manuel [et al] (2013). «Paces imperfectas ante un mundo diverso y plural». Filosofías y praxis de la paz (Barcelona: Icaria editorial).
  3. Jiménez Bautista, Francisco (2014) «Paz neutra: Una ilustración del concepto», en: Revista de Paz y Conflictos. Universidad de Granada.
17 Jun 2021
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