Cómo Se Previene La Delincuencia Juvenil
Introducción
La prevención de la delincuencia son términos íntimamente que tenemos que tener en consideración y que no se deben confundir y que no tienen el mismo significado entre la prevención y la delincuente. Existen las causas o motivaciones de la delincuencia juvenil son múltiples y la importancia de unas u otras es un factor variable en cada caso, difícilmente reconducidle a un denominador en común.
Unas, delas prevenciones más satisfactorias son el estrecho vínculo que se produce entre padres e hijos, una buena comunicación, supervisión y control de los hijos, o una disciplina adecuada, reducen el riesgo de delincuencia juvenil. Junto a la familia, la escuela aparece como un factor determinante en la correcta educación y socialización de los jóvenes, operando como un inhibidor de la delincuencia, ya que el éxito académico y buenas actitudes hacia la escuela reducen la delincuencia, aunque en algunos casos el fracaso escolar o un temprano abandono escolar opera en sentido contrario como un facilitador de la delincuencia.
Desarrollo
El grupo de amigos es importante en el desarrollo psicosocial al ofrecer a los adolescentes un sentido de pertenencia, un soporte emocional y normas de comportamiento señalándose como un factor de gran influencia en la delincuencia juvenil, hasta llegar a afirmarse que la asociación con amigos delincuentes es el mejor predictor de la delincuencia. Evidencias empíricas sugieren también una fuerte relación entre el consumo de drogas y la delincuencia sustentándose, a su vez, que los factores de riesgo que utilizan al consumo de drogas son los mismos o muy similares que los que influyen en la delincuencia. Factores sociales y comunitarios parece que también tienen influencia en la delincuencia juvenil, aunque es el área más controvertida de las examinadas.
De todas formas, aunque su influencia directa sea menor, sí parece que el estatus socioeconómico aspectos ecológicos y ambientales del barrio donde se habita, viviendas sin las condiciones adecuadas de habitabilidad, etc., pueden influir en la delincuencia juvenil. Como también el enfoque transforma el papel primordialmente reactivo de la policía en un modelo proactivo, en el que se busca identificar los problemas subyacentes que podrían atenderse para reducir la violencia y la delincuencia desde la raíz.
Funcionarios de varias instituciones incluidas la policía, los fiscales, los proveedores de servicios sociales y los líderes comunitarios diseñan respuestas focales dirigidas para reducir la delincuencia entre los infractores reincidentes ya identificados como alto riesgo. La estrategia consiste en informar a los infractores crónicos de una variedad tanto de sanciones como de recompensas, diseñado para generar incentivos claros que los disuadan de continuar involucrándose en actividades delictivas. Varias revisiones sistemáticas concluyen que las intervenciones de disuasión focalizada son altamente efectivas para la reducción de la violencia y la delincuencia.
Conclusión
Existen diferentes programas de disuasión focalizada analizados para combatir y reducir la violencia y la delincuencia con efectos de moderados y fuertes. La terapia familiar multisistémica utiliza un enfoque intensivo multifacético que se centra en abordar los factores del contexto que impactan a los jóvenes infractores, por ejemplo, la escuela, la familia y los amigos, al desarrollar estrategias para ayudarlos a lidiar con ellos mejor. La terapia familiar multidimensional para adolescentes es una alternativa para jóvenes infractores que, en lugar de ser enviados a un centro de tratamiento residencial, son colocados en familias con padres adoptivos capacitados, al mismo tiempo se imparte terapia familiar para los padres biológicos y terapia de apoyo para los jóvenes.
El agresivo modelo de tolerancia cero generé reducciones significativas en la delincuencia porque el solo hecho de incrementar las detenciones por delitos menores puede perjudicar las relaciones dentro de las comunidades urbanas de bajos ingresos, donde existe una profunda desconfianza entre los ciudadanos y la policía. Por otra parte, los programas de control del desorden orientados a la resolución de problemas y con énfasis en las comunidades parecen generar mejores resultados en términos de prevención de la delincuencia, ya que emplean estrategias que buscan prevenir situaciones propicias al delito y así incrementar el riesgo percibido de los infractores.