Conceptos Más Caracteristicos De Violencia En Colombia
Uno de los conceptos que ha caracterizado más a Colombia es la violencia, fenómeno que oprime, humilla y mata, buscando como objetivo obtener poder o defender sus derechos; por esta razón, en los años 60 la literatura en Colombia, se promovió la creación de obras con percepción a la realidad del país. Como por ejemplo, una de las novelas más sobresaliente escritas por Mario Mendoza es Satanás, de esta surge diferentes trabajos enfocados en la verdad de la nación, como Polifonía y contrapunto en la novela Satanás de Mario Mendoza, la violencia como estética y temática en la obra Satanás de Mario Mendoza, entre otros.
Ahora bien el tema que se abordará es ¿Cómo se puede evidenciar de los personajes de la obra Satanás la violencia en Colombia en los años 80? Teniendo en cuenta que las anteriores investigaciones acerca del libro tienen puntos favorables como lo es la violencia en Colombia, la particularidad sobre cada personaje de la obra y una critica a la novela sobre la literatura de la violencia.
Antes de examinar este tema a fondo es conveniente la importancia del mismo puesto que narra hechos donde esta el mal entre los humanos, creando una visión de Colombia para los años ochenta donde resalta la toma del palacio de justicia, la erupción que arrastro Armero, la masacre de Pozzetto. Una maldad que recorre al individuo, experimentando emociones de culpa, odio, opresión y dualidad.
Por lo cual, el presente trabajo se estudia la violencia como temática de la obra de Satanás de Mario Mendoza en relación con Colombia en los años 80, que se basa en la vida de unos ciudadanos que viven en Bogota y que son afectados por la violencia en Colombia, analizando la novela de la literatura latinoamericana, que se conoce como literatura de la violencia, teniendo en cuenta la violencia que viven los protagonistas, con el fin de discutir sobre el tema de la violencia que ejercen los personajes y como es un reflejo de Colombia en los años 80.
Los países latinoamericanos, en especial Colombia, han sido intensamente marcados por la violencia; desde la política, con la guerra entre los partidos liberales y conservadores en el siglo XIX, la masacre de las bananeras al comienzo del siglo XX, el cual marcó la historia del país, un hecho donde los trabajadores de la compañía United Fruit Company buscando una óptima condición de trabajo recurren a una huelga, la cual termina por la decisión del presidente Miguel Abadía de manera violenta y fue masacrando a centenares de trabajadores. Otro hecho que marcó la violencia, fue la muerte del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán, cuyo hecho se relaciona con el “Bogotazo”, que desató un disturbio popular destruyendo y saqueando no solo a Bogotá sino también ciudades principales del país.
Para los años 50, se constituye el Frente Nacional, pacto entre el partido Liberal y Conservador para parar los enfrentamientos que habían entre estos dos grupos como ejemplo la Guerra de Villarrica, sin embargo, la clase obrera no tardo en enterarse que el gobierno no iba a mejorar sus condiciones de vida, forjándose a adentrarse a la selva para formar las guerrillas.
Es por ello, que nace una nueva oleada de violencia en los años 60, el surgimiento de nuevos movimientos políticos armado, en los que se encuentran el Movimiento 19 de abril M-19, las Fuerzas Revolucionarias de Colombia FARC y el Ejercito de Liberación Nacional ELN, protagonizando la toma del palacio de justicia en 1985.
Ya que el narcotráfico se vuelve el representante de la violencia en esta nación, a pesar de que este negocio estaba instaurado en la década de los 60, desde los 80 toman más fuerza debido a sus grandes cabecillas que se encuentran en diferentes departamentos del país, cada uno quiere ser el líder de este negocio, desatan conflictos internos y guerras entre los carteles, conllevando a atentados violentos y colocando al país como el líder del narcotráfico y la violencia de Latinoamericana.
Como lo dice Virginia Capote “Colombia es un país en guerra contra el terror que busca ansiosamente una solución a sus males.” (Capote, 2012). Esto conlleva a que en los últimos años, los presidentes que han gobernado Colombia han hecho inmensos esfuerzos para sanar las dos grandes sufrimientos que presenta el país: principalmente las guerrillas e instantáneamente el narcotráfico.
A pesar de ello, no son suficientes los esfuerzos, puesto que las guerrillas siguen secuestrando y matando personas, por otra parte, los narcotraficantes aunque ya no estén sus grandes cabecillas siguen produciendo droga, ya que es el organismo económicamente más poderosa del país. Además se debe tener en cuenta que “Tanto los grupos revolucionarios de izquierda como los paramilitares tienen como primera fuente de financiación los beneficios obtenidos a través de sus relaciones con el narcotráfico.” (Capote, 2012) convirtiendo estos organismos apoyándose uno al otro para estar en contra del gobierno y afectando a la nación.
“la violencia es uno de los fenómenos cotidianos que más contribuyen al deterioro de la calidad de vida del hombre, no importa su contexto social y cultural.” (Gonzáles y Molinares, 2010), centrándonos en Colombia, este fenómeno ha sido utilizado para oprimir y lograr propósitos particulares como lo es obtener el poder.
Aun así, cómo se demuestra en el capitulo anterior sobre la contextualización de la violencia en Colombia, ¿Qué es la literatura de la violencia? Se puede definir según Augusto Escobar en la novela de la violencia como el testimonio que impone el comunicado directo de la experiencia de la inhumanidad y la barbarie sobre una experiencia, que va dentro de un discurso histórico y se desarrolla linealmente el relato, pero también deja a un lado lo estético de una obra y da una mirada sobre un fenómeno donde denuncia los efectos de la violencia sobre los sujetos y su entorno.
La literatura de la violencia llega a Colombia en el año 1859 con El Carnero y en 1924 con la obra La Vorágine. Para los años 50 se toma escriben textos de violencia social y política con documentales que desencadenó Ciudad enloquecida (1951), Tierra sin Dios (1954), entre otras.
Ya en los años 60, se deja atrás la parte documental y testimonial, y abre paso a la parte periodística, donde se denuncia el sadismo, la atrocidad y los asesinatos. Estos novelistas colombianos contemporáneos muestran la violencia en toda su dificultad, dando a entender que es una problemática que nos afecta a todos. En el cual los personajes son víctimas y a su vez verdugos, impactando en todos los ámbitos sociales: ciudad, creencia, linaje, relaciones entre pareja, arte, lenguaje, etc. Autores que han instaurado en Colombia novelas violentas como Rosario Tijeras (2010), La virgen de los sicarios (2002), Delirio (2004) y Satanás (2002).
Oscar Osorio en Siete estudios sobre la novela de la violencia en Colombia una evaluación critica y una nueva perspectiva plantea cuatro formas en las que podemos abordar la literatura d la violencia en Colombia. La primera, acercarse a un hecho de historia porque prima sobre un hecho literario; la segunda, se debe distanciar un poco sobre el hecho histórico para escribir una obra novelística; la tercera, donde la violencia aparece como un telón de fondo, es decir, imponer mas lo literario que lo histórico; finalmente en el cuarto se llega a un equilibrio entre lo literario y lo histórico.
En conclusión esta literatura ha llevado a emplear temas como la marginalidad, tortura, odio, venganza, traición, exilio y muerte, situaciones que están presentes en Colombia, llevando a que los escritores, en medio de sus relatos denuncien lo que sucede en las zonas políticas, sociales y económicas de la nación, teniendo en cuenta la riqueza literaria.
El escritor Mario Mendoza realizo un trabajo meticuloso sobre la violencia en Colombia y cómo afecta en los ámbitos de la política, la justicia, y sobre todo supervivencia en las ciudades. En obras como La ciudad de umbrales (1992), Scorpio City (1998), Relato de un asesino (2001), Satanás (2002), Cobro de sangre (2004), Buda Blues (2009) y Apocalipsis (2011). En las anteriores obras Mendoza trata temas de la política, la maldad, la injusticia, la doble moral, entre otros; relacionados con la violencia.
Una de las obras más destacadas de Mario Mendoza es Satanás (2002), esta obra se centra en la crisis que habita en la ciudad de Bogotá causada por el mal, donde sus personajes no dominan su miedos, que los lleva a una autodestrucción porque son seres inconformes, rechazados, culpables, que deambula con un mundo caótico que debe volver a su orden. Entre esos individuos que circulan por Bogotá se encuentran María, Andrés, el padre Ernesto y Campo Elías.
María es un joven atractiva cuya ocupación era vender bebidas en el mercado central de la ciudad, este trabajo apenas le aportaba para subsistir. “Hasta cuándo tendrá que aguantar las obscenidades y las groserías de los trabajadores de la plaza, sus insinuaciones descaradas,, sus pagos tardíos y humillantes, sus miradas lascivas y lujurias” (Mendoza, 2016, pag 17) María consciente de lo que sucedía en su alrededor decide aceptar el trabajo de un amigo, el cual se refiere en pocas palabras el narcotráfico, aunque en primera instancia María es insegura con la decisión del “proyecto” aunque al saber que “Tendrás un sueldo inicial de setecientos mil pesos al mes, más ropa y joyas que nosotros te compraremos. Vivirás sola en un buen apartamento” (Mendoza, 2016, pag 23) Teniendo en cuenta ella todas sus nuevas condiciones que podría adquirir decide aceptar “Listo, estoy con ustedes” (Mendoza, 2016, pag 24). La condición social humilde, carencia de económica puesta con la ostentación de los adinerados, un sistema que oprimía a los ricos sean más ricos y los pobres sean más pobres. Así como también se verifica en la polifonía de contra punto “Lo que mueve a María es el cotejo entre el confort, el dinero, la ostentación y la comodidad que representaba el trabajo que le ofrecían y el vilipendio, pobreza, ascosidad de su vida actual figurada en el beso del carnicero” (Rincon, 2003, pag 82)
