Crisis Bancaria Española en el Año 2008
La crisis económica- financiera repercutió en el aparato productivo de España, donde el PIB, el empleo y la cantidad de horas trabajadas comienzan a disminuir significativamente a partir de 2008, afectando todos los segmentos de la población, regiones y sectores económicos, especialmente aquellos que se caracterizaron por sus constantes niveles de productividad como el industrial y el energético. Es por ello, que la evolución del PIB y los costes salariales no han tenido el mismo impacto en el empleo en diversos sectores productivos, considerándose como un elemento que afectó las diferencias existentes en las actividades económicas y en el equilibrio en los niveles de desarrollo.
Los costes en el sector público
La crisis económica ha generado costes económicos en el sector público, los cuales han ascendido a más de 29 mil millones de euros para el 2013, lo que significa una disminución del -5,9 % con respecto al 2009, entre las medidas asumidas para aminorar el déficit en el sector público se encuentra la reducción de los gastos no financieros, recortes en inversiones, entre ellas se encuentra la investigación y la disminución de la remuneración de asalariados que disminuyó un 8%. Adicionalmente, se establecieron impuestos y recortes en gastos públicos, estos recortes estaban destinados a viviendas y servicios comunitarios, cultura, protección del medio ambiente, servicios públicos como la educación y sanidad.
En el caso de la educación, el gasto se redujo de 49.7 mil millones de euros en 2009 a 42.4 mil millones en el 2013, lo que equivale a un 14% de empleo y una reducción de 22,3 mil personas. Con respecto a sanidad los recortes alcanzaron un 9.9 mil millones de euro, que significa un 13,4%, representando en empleo una disminución de 13,9 mil personas entre el 2008-2013.
De acuerdo a lo anterior, tanto los sectores de educación y sanidad fueron los que mayor disminución presupuestaria tuvieron, entre las medidas adoptadas se encuentra el incremento del número de alumnos por aula, así como de las horas lectivas por profesor y la matricula universitaria, y por otro lado, se disminuyó el número de becas, la cobertura por bajas de personal, ayudas escolares como transporte y comedor. En referencia a la sanidad pública, se impusieron más restricciones para la asignación de prescripciones de determinados medicamentos, se impuso el copago farmacéutico, se clausuraron algunos servicios hospitalarios, todo esto acompañado por el incremento de las listas de esperas. Teniendo en cuenta que en las comunidades autónomas los principales servicios que se ofrecen son educación y sanidad, siendo estás las que mayor recorte sufrieron.
Los costes en el sector privado
Con respecto a los efectos generados por la crisis en el sector privado, estos han tenido gran impacto, que al igual que el sector público, estuvo caracterizado por el paro y la precarización del empleo, así como las desigualdades salariales, lo cual incrementó la diferencia entre la renta y la riqueza entre las clases sociales, efectos que se encuentran presentes en los trabajadores que actúan por cuenta ajena, como aquellos que se encontraban sometidos a convenios colectivos. Sin duda, con la crisis el nivel de pobreza aumentó considerablemente.
De acuerdo a Fernández (2016), los costes del sector privado se reflejaron básicamente en la estructura salarial, como se puede observar en la siguiente tabla, la diferencia salarial entre 2008 y 2012 no fue significativa, el SMI ha aumentado un 6,9%, al igual que el sueldo medio y mediano aunque en menores proporciones, manteniendo el mismo salario entre estos años que fue 15.500 euros. En relación a la estructura salarial, como se observa en la siguiente tabla, la misma ha presentado una disminución, esto se debe porque el número de trabajadores que cobraba hasta dos veces el salario mínimo interprofesional se ha reducido en un 9,9% entre el 2008-2012, lo mismo ocurre con la otras estructuras, donde la diferencia de un año a otro se ha incrementado superando hasta 7 veces el SM. Es importante señalar que en el 2012 el 12% de los trabajadores que actúan por cuenta ajena contaban con salarios que no alcanzaban el SMI, que en comparación con el 2008 este sector representaba el 8.8%. Esto es un reflejo de que la pobreza se ha incrementado entre los ocupados, además de aumentar las diferencias salariales por sexo, donde las mujeres para el 2012 percibían un salario medio de 76,1% con respecto a los hombres, que para el 2008 era de 78,1% Se puede indicar que el sector de trabajadores más afectados, sin mencionar a los parados, se encuentran aquellos que percibían remuneraciones inferiores a la escala salarial. Sin embargo, existían trabajadores que no se vieron tan afectados con la crisis, como aquellos que se encontraban en estratos superiores y que su salario superaba el SMI, por lo general eran aquellos que trabajaban en multinacionales o empresas del IBEX.
Cabe destacar otro sector afectado fue el relacionado con la mano de obra, que al inicio de todo alcanzó niveles muy altos, para luego caer durante la crisis económica, generando consigo desbaratamiento de empleos de manera significativa, dentro del sector privado hubo perdidas de empleos que llegaron a los 568.000 de puestos, lo que representó más del 30% de empleos perdidos, efecto que también se presentó en el sector industrial perdiendo más de 520.000 puestos de trabajo, suponiéndose un 28 % del total de empleos. Esto sin duda demuestra que la crisis alcanzó sectores privados que se consideraban históricamente productivos, debilitando gravemente al modelo económico del país.
Por otra parte, se encuentran los servicios privados, afectando directamente los puestos de trabajo en diversas regiones del país como la Comunidad Valenciana donde se redujo 112.800 de empleos, Cataluña con pérdidas de 111.700 puestos de trabajo, Andalucía con 87.200, Canarias reportó 68.600 y Madrid 59.300 empleos.
De lo anterior, se resume que el factor común de la crisis en todos los sectores fue la caída del empleo que afectó todo ámbito productivo, repercutiendo principalmente en la construcción y los servicios privados, así como aquellos destinados a la venta y la industria, consecuencia que impactaron en regiones de gran importancia por su nivel de desarrollo económico como Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid, entre otras. También sectores como el manufacturero, agrario e industrial también presentaron pérdidas significativas durante este periodo.