Definición del Término "Delincuencia Juvenil"
Introducción
El término delincuencia, generalmente se emplea para definir las conductas antisociales tipificadas por la ley como delitos y que pueden relacionarse con un deterioro de la capacidad de las personas para adaptarse a las normas establecidas por la sociedad; como se plantea La Delincuencia es la conducta resultante del fracaso del individuo en adaptarse a las demandas de la sociedad en que vive
El término juvenil, en este caso, puede generar confusión, ya que las leyes que regulan la responsabilidad de los menores de edad pueden variar en dependencia del país de que se trate, por lo que este no debe ser entendido por su significado etimológico, sino que debe asumir desde una perspectiva socio-histórica, sin adentrarse en lo alusivo a toda la juventud sino tomando como referente específico a la adolescencia, período que varía según las diferentes fuentes de estudios científicos y psicológicos, pero que en sentido general, se situar los 11 y 13 años de edad hasta los 19 años.
Desarrollo
La Delincuencia Juvenil, por tanto, se puede definir como un conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas por individuos que tienen una edad inferior a la que la ley de un país determina como de responsabilidad penal. Se trata de acciones frecuentes que van en contra de lo estipulado por la Ley y de las buenas costumbres establecidas por la sociedad. Es un fenómeno actual que tiene implicaciones negativas a escala social, económica, personal, entre otras, y que perjudica tanto a los propios sujetos infractores como al entorno que les rodea.
Estudios realizados, señalan que la delincuencia juvenil, se deriva tanto de la teoría como de la legislación que la regula, entendiéndose por delincuente, a aquel individuo menor de edad comisor de actos que violan las normas establecidas legalmente. Algunos autores la han definido como un fenómeno social, constituido por el número de conductas delictuosas que perpetran los jóvenes delincuentes, en un lugar y tiempo determinado. Básicamente, se asume que la delincuencia juvenil se refiere a aquellas conductas que trasgreden la ley y las reglas de convivencia social, perjudicando tanto al propio sujeto que las comete como al entorno que les rodea.
Influencia de la sociedad actual sobre la delincuencia juvenil
La delincuencia juvenil de nuestros tiempos aparece dada como parte de los nuevos estilos de vida de la sociedad actual, donde el fácil acceso a las drogas, la escasez de oportunidades, la desintegración de las familias, la influencia de los medios de comunicación, la necesidad de que niños y jóvenes se incorporan desde edades tempranas al trabajo, la excesiva competitividad, la tendencia a la marginación social, siendo muchos de estos sujetos considerados incapaces de adaptarse al medio social en que viven, se tiende a demonizar a la juventud, propiciando todo ello que, en muchas ocasiones, estos chicos opten por tomar la delincuencia como alternativa de sobrevivencia.
La sociedad en la que hoy se vive es incongruente, desorienta a los jóvenes y les genera confusión, propiciando que se conviertan en sujetos inadaptados, víctimas de la discriminación, de la ruptura de los vínculos afectivos de las familias y del desamparo social. En tales circunstancias, los adolescentes no siempre se encuentran aptos para entender, aceptar y finalmente insertarse en el mundo que les ha tocado enfrentar, carente de principios éticos, de comunicación afectiva, de empatía, etc. placer y el consumismo.
Según Nateras, el paradigma de la juventud es excluyente, pues deja de lado a gran parte de los jóvenes evitando que estos puedan insertarse de manera funcional en la sociedad, ya que esta no dispone de la suficiente capacidad para acogerlos, convirtiéndose así en su enemiga.
De acuerdo con esta afirmación, se hace necesario tener en cuenta que los jovenes son actores sociales que no permanecen estáticos, sino que tienen diversas maneras propias de actuar, envidenciando así su naturaleza social variable. Muchos de estos sujetos interiorizan de manera diferenciada los esquemas prestablecidos por la sociedad vigente y persiguen el desarrollo de sus identidades. A propósito de esto, investigaciones llevadas a cabo desde el siglo pasado, tienen una clara visión que expone a la juventud como un grupo o generación valorada desde la perspectiva de su integración a la sociedad, sin reconocer su contradición con el mundo adulto y con el orden social establecido, sin el reconocimiento a su condición de agentes de cambio social.
Los procesos socializadores actuales exponen a los jovenes a la desviación y al peligro, haciéndose extensivo desde las zonas más industrializadas hasta los rincones más precarios, involucrando desde las familias más acomodadas hasta las de más bajos recursos. Por ejemplo, la inadaptación como una forma de conducta desviada, que se manifiesta a través de comportamientos que transgreden las normas sociales establecidas, es una consecuencia propia del rol que ha asumido la sociedad a través de sus variadas formas de exclusión, la disfunsion social tiene una gran influencia en la gestación de conductas transgresoras en los adolescentes y jovenes de hoy, provocando la búsqueda por parte de estos sujetos, de compensaciones en ámbitos que resultan perjudiciales. Esto se corrobora en la siguiente afirmación La juventud ha perdido la confianza en el futuro, en el Estado y en la sociedad. Y una juventud sin futuro es una generación que nace muerta, sin porvenir, sin esperanza. La droga, el alcohol, la delincuencia y el vandalismo callejero son síntomas muy expresivos.
La multicausalidad del fenómeno de la delincuencia juvenil ha sido motivo de numerosas investigaciones, sin embargo, se destaca la influencia de la sociedad y el papel que desempeñan las familias como primer modelo de socializacion donde se adquieren las conductas básicas, así como el rol de los centros educativos. Dependiendo de estos vínculos se determinará en gran medida, el comportamiento prosocial o antisocial de los invidividuos.
Sociedad de la información
Actualmente, los jóvenes se encuentran inmersos en una sociedad de la información, llamada también sociedad del conocimiento o de la comunicación, donde las formas de interacción social están mediadas por el uso y consumo de las nuevas tecnologías, estableciéndose un proceso de transformación que influye decisivamente en las prácticas sociales de los individuos.
Estas tecnologías posibilitan el desarrollo de nuevas habilidades a través de las diferentes vías de transmisión, recepción y procesamiento de la información donde el aprendizaje se está renovando constantemente, presentándose esto como un nuevo desafío que se debe asumir de manera responsable. La aparición de las nuevas tecnologías a mediados de los años 90 supuso una gran revolución social que garantizó nuevas formas de comunicación y de acceso a la información que antes eran desconocidas, y proporcionó una nueva manera de construir conocimiento.
Son los jóvenes y adolescentes quienes mantienen un vínculo más estrecho con estas nuevas tecnologías, ya que les facilita la información y supone una nueva forma de interacción, de socialización, de ocio, etc. disponibles, sino que ofrece la posibilidad de compartirlos, reproducirlos, redistribuirlos, etc. nuevas habilidades, favorecen las relaciones sociales, el desarrollo de las capacidades de creatividad, comunicación y razonamiento, etc.
Sin embargo, estas nuevas tecnologías también traen consigo una serie de riesgos y factores negativos relacionados con varios comportamientos inadecuados que presentan los adolescentes, como es el caso del aislamiento social, el absentismo escolar, la aparición de conductas desviadas como el ciberbullying o la comisión de delitos leves y graves. Es importante profundizar un poco más sobre este tema en particular para lograr una visión más clara del problema y guiar la búsqueda de herramientas y estrategias que sirvan de prevención.
A través del ordenador, el móvil, y en especial mediante el acceso a Internet, se establece una relación entre el sujeto y el entorno que puede llegar a ser perjudicial en función de la manera que se asume el uso de estos recursos. Las redes sociales, los chats, entre otros, a la proliferación de la información y en muchos casos, dependiendo de las características de los usuarios, puede suponer la aparición de nuevas formas de conductas desviadas. Tal es el caso de los delitos de acoso como un fenómeno que ha tomado auge con el soporte de las nuevas tecnologías. El acoso o maltrato escolar ha existido desde otras épocas, sin embargo, en la sociedad actual se ha extendido llegando a manifestarse en otra forma, lo que se conoce como ciberbullying. El ideal de la Sociedad de la Información y de la Comunicación, han hecho que los objetivos iniciales pretendidos se hayan contaminado con nuevas aplicaciones ilícitas de las potencialidades que ofrecen. Ver año del pdf nuevas formas de violencia en la sociedad del conocimiento
Las nuevas tecnologías fueron concebidas con la finalidad de acceder a una mejora de la calidad de vida de la sociedad, orientada al desarrollo de habilidades. Existen estudios que evidencian que los videojuegos pueden ser utilizados para trabajar la capacidad de superación, el trabajo en equipo, la tolerancia ante el fracaso, la concentración, el razonamiento lógico, la capacidad de abstracción o la toma de decisiones. Otras aportaciones plantean que los chats mejoran el rendimiento en escritura y lectura; así como el uso de blogs que constituyen herramientas didácticas en el sistema educativo, entre otras. No obstante, de acuerdo con lo citado anteriormente, esta idea de una sociedad de la información ha sufrido cierta deformación en cuanto al uso indebido que algunas personas hacen de estos recursos informáticos.
Tal es el caso del ciberbullying, este es un tipo de acoso que emplea los medios informáticos para fines hostiles como amenazar e intimidar a una persona reiteradamente y se caracteriza por darse entre menores. Tiene como instrumento a las nuevas tecnologías de la información y según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Ciberseguridad, la mayor parte de los menores navegan por internet sin que sus padres limiten los contenidos a los que acceden, lo que propicia que este fenómeno se dé frecuentes y de diversas formas, ya que los adolescentes carecen de una supervisión adecuada. El ciberbulying posee distintas modalidades en función del medio, por ejemplo, a través de las redes sociales, a través del correo electrónico, a través de páginas web y del teléfono celular.
En sentido general, dentro de las consecuencias negativas de la Sociedad de la Información se encuentra la tendencia hacia la comisión de delitos o comportamientos desviados como parte del riesgo que supone el uso de las nuevas tecnologías por parte de los adolescentes. Estos sujetos son sensibles al momento y al entorno social en que viven y como consecuencia de ello pueden aparecer conductas inapropiadas que son ocasionadas en gran medida por la falta de control y del uso indebido de las nuevas tecnologías, afectando gran parte de la vida de la persona.
Insuficiencia en la transmisión de valores
En la actualidad, el auge del cambio social ha dado lugar a un sistema de valores cuyos principales determinantes son la competitividad y el individualismo.
Avances tecnológicos como la televisión, transmiten los valores a través de un proceso de imposición manipulativo e irreflexivo que hace que suframos un proceso de internacionalización de estas características que influye radical y decisivamente en que los rasgos básicos de la identidad y de la voluntad de los seres humanos se dirijan, cada vez más hacia el deseo y la búsqueda del tener más como la base de la felicidad, considerándole como valores esenciales la rentabilidad, el dinero, el sentido de la propiedad y el consumo.
Varios expertos han afirmado que las acciones que guían la conducta de un individuo están condicionadas por los valores, por lo que resulta de gran importancia analizar como la ausencia de estos conlleva a los adolescentes al mal comportamiento. Existen varios contextos socioeducativos implicados en la transmisión de valores a niños y adolescentes, pero indudablemente los más importantes son la familia, como primer núcleo de convivencia del individuo y la escuela. Tanto la una como la otra están involucradas en la formación de sujetos con una conducta individual y social adecuada, con suficientes criterios para la elaboración y consecución de sus propios proyectos de vida, capaces de hacer parte de una sociedad respetuosa.
El valor apunta siempre hacia algo que nos transciende, que está más allá. Valor es aquello que hace a una cosa digna de ser apreciada, deseada y buscada, son, por tanto, ideales que siempre hacen referencia al ser humano y que este tiende a convertir en realidades o existencias.
La existencia de una crisis de valores en los jóvenes de hoy está asociada a la falta de compromiso del hogar que prioriza otras actividades a la transmisión de valores, así como al fracaso de los sistemas educativos condicionados por una sociedad que se caracteriza por una fuerte competitividad que provoca la búsqueda del bienestar individual sobre el colectivo y la pérdida del sujeto como modelo social, dificultando que los valores como el respeto, el compromiso, la generosidad, la honestidad, entre otros se encuentren relegados.
Conclusión
En resumen, a lo largo de este apartado se ha explicado que la Sociedad en los ultimos años ha sido impactada por un importante rompimiento de los esquemas convencionales, pasamos de una sociedad industrial a una revolucion tecnológica, los valores morales han ido en detrimento, ha disminuido la comunicación afectiva, se han alterado los estilos de convivencia y las dinámicas intrafamiliares, etc., y ante tales circunstancias, se ha provocado que nuestros adolescentes se sientan inseguros y desorientados.
La falta de empatía y de comunicación, así como la tendencia a actitudes rebeldes por parte de estos individuos, es en gran parte, consecuencia de los profundos cambios sociales sumamente hostiles, en especial para sujetos que ya están condicionados por el complejo período de readaptación personal que les transcurre. En otro apartado,
Es necesario el establecimiento de un claro compromiso para el diseño de pautas y la puesta en marcha de herramientas educativas, que garanticen el desarrollo moral y social de los niños desde edades tempranas, que le enseñen a vivir de manera adecuada y a combatir las amenazas del medio que les rodea. Estas enseñanzas se transmiten mediante la cooperación y la participación planificada y organizada de todos los sectores involucrados, familia, escuela, estado y sociedad.