Desigualdad de Ingresos y Desigualdad Laboral entre Géneros

“La desigualdad tiene su origen en la desigualdad del hombre dentro del Estado social” (Rousseau, s.f.), empiezo con esta frase, que encierra de una forma u otra la realidad que se ha venido escribiendo a lo largo de la historia del cumplimiento de los derechos y principalmente la igualdad entre todos los individuos sin importar su raza, sexo, credo, entre otros aspectos. Mas sin embargo los hechos han demostrado un sinfín de injusticias donde predomina la desigualdad social y la violación de los principales derechos fundamentales de la humanidad que ha ocasionado el surgimiento de grandes problemáticas como la falta de oportunidades económicas laborales que a su vez han agudizado la pobreza, el desempleo, la violencia y lo peor aún ha ocasionado una gran diferencia entre los países desarrollados y los de economías emergentes.

Este problema, es mucho mas profundo y escabroso de analizar, ya que en este participa un sinfín de factores económicos, políticos, sociales y culturales que no deja bien librada a la mujer, ya que, a diferencia de los hombres, estás han luchado día a día por su participación activa en el desarrollo de la sociedad, así como también su participación laboral en las industrias y empresas. Ahora bien, ¿Por qué las sociedades han rezagado el papel de la mujer como individuo activo en el desarrollo y sostenimiento económico y social de la sociedad como tal?, pues bien, llegar a la respuesta no es una tarea fácil, por lo que es necesario contextualizar y analizar detalladamente datos que se han obtenido en estudios sobre el porqué de la desigualdad social, económica y laboral entre hombres y mujeres.

Siguiendo, de acuerdo a la ONU, los hechos demuestran que las mujeres se encuentran en un mal posicionamiento en todos los indicadores de desarrollo sostenible, ya que, según los datos obtenidos entre 89 países, arrojo que hay aproximadamente 4,4 millones de mujeres que viven en una pobreza absoluta y a esto se le suma, que muchas de ellas son madres cabezas de familia, con esto se resalta que muy a pesar que los gobiernos, entidades e incluso

la ONU busquen a través de la planeación de proyectos políticos y económicos mitigar a futuro la pobreza, siempre se va a mantener este circulo vicioso, ya que no tienen en cuenta que aquellas mujeres que juegan el rol de cabeza de hogares con grandes precariedades económicas y de salubridad, se convierten en focos principales del surgimiento de inseguridad y violencia. Pero muy a pesar de esto, la desigualdad entre hombres y mujeres ha aumentado de una forma abismal, por ejemplo, de acuerdo al informe anual del WEF que analiza la paridad entre géneros en 114 países, establece que muy a pesar de las constantes luchas de las mujeres en la participación laboral, se presenta que la desigualdad entre las mujeres y hombres no desaparecerá antes de 2234.

Mas, sin embargo, en algunos países como Suecia, e incluso países latinoamericanos, se ha logrado un avance de cambio en el pensamiento de la sociedad, donde ven a la mujer como un factor importante para el desarrollo de un país, y esto es notorio en la política, muy a pesar que esta se caracterice por un ambiente machista. Estos hechos se demuestran a través del informe del 2019 realizado por el Programa De las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNDU), el 75% de las personas piensan que el rol de la mujer no solo se limita a ser la responsable del cuidado del hogar, con esto, se puede notar un avance no tan importante pero si significativo con respecto a los resultados obtenidos en la encuesta del 2009, donde el 46% de la población opinaba que la responsabilidad del sostenimiento económico del hogar debía recaer en el hombre y no en la mujer.

Por otra parte, tomando como referencia el informe Bienal del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), la clave principal del proceso de las mujeres en el mundo ha sido gracias a las políticas económicas que se enfocan en el desarrollo humano, y en potencializar entre las mujeres el conocimiento y la competencia de poder de negociación y generación de cambios. Con esto se destaca que no solo hay que realizar cambios en el sistema de las leyes y en el pensamiento colectivo de la sociedad, sino mas bien, empoderar a las mujeres en la generación de ingresos económicos.

Ahora bien, todo lo mencionado anteriormente guarda una relación con lo planteado por Elson, donde establece “el promover la transformación de normas y valores institucionales de las empresas, organismos públicos y la ONG, para que reflejen los patrones de vida tanto de las mujeres como de los hombres, y apoyen no solo la opción individual sino también la justicia económica” (Elson, 2000). con esto, se establece que es necesario que se analice cada caso utópico de la economía de los países de forma colectiva y teniendo en cuenta que cada ente gubernamental, como los organismos públicos, son responsables de las decisiones económicas y de la poca regulación y control de aquellas empresas y organizaciones que incumplen las leyes laborales y dejan de remunerar lo que por ley les toca a sus empleados, principalmente a los trabajadores del género femenino.

Ya para para terminar, es difícil tomar una posición neutral en el análisis de la desigualdad existente en el campo laboral y económico entre las mujeres y los hombres, ya que se evidencia según los resultados de estudios e incluso con el contexto del día a día del mercado laboral, que la mujer se encuentra en una desventaja en el desarrollo de su calidad de vida y bienestar económico con respecto al hombre.

Referencias

1. Elson. (2000). Digital Assets. Obtenido de https://dea.uib.cat/digitalAssets/128/128260_4.pdf
2. Rousseau. (s.f.). Parlamento Cantabria. Obtenido de https://parlamento-cantabria.es/sites/default/files/dossieres-legislativos/Jimenez.pdf
3. Bibliografía
4. Ribas, María (S.F.) ‘ Desigualdades de género en el mercado laboral: un problema actual”. Obtenido de https://dea.uib.cat/digitalAssets/128/128260_4.pdf
5. Banco Mundial (2012) ‘ Igualdad de género y desarrollo’. Obtenido de http://siteresources.worldbank.org/INTWDR2012/Resources/7778105-1299699968583/7786210-1315936231894/Overview-Spanish.pdf
6. PNUD (2015) ‘Informe sobre desarrollo humano 2015. Trabajo al servicio del desarrollo humano’. Obtenido de http://hdr.undp.org/sites/default/files/hdr_2015_report_sp.pdf
7. Vásconez, Alison (S-F-) ‘Crecimiento económico y desigualdad de género: análisis de panel para cinco países de América Latina’. Obtenido de https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42033/1/RVE122_Vasconez.pdf
8. Jiménez, Pedro (2017) ‘La desigualdad de genero en el mercado laboral’. Obtenido de https://parlamento-cantabria.es/sites/default/files/dossieres-legislativos/Jimenez.pdf