Dictadura Y Sufrimiento Vivido En Alemania
Introducción
Durante la Alemania nazi, en el país se impuso el discurso del odio y de la xenofobia. Muchos alemanes aprobaron esta reflexión y las llevaron al día a día. Así, Alemania vivió bajo la dictadura de Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Siempre existe la “otra cara” de la moneda, en este caso, esa cara fueron alemanes que lucharon contra lo que creían injusto en su país. Entre estos personajes destacan algunos como Oskar Schindler o Sophie Scholl, personas de distinta clase, pero que buscaban un mismo objetivo dentro de sus posibilidades y que, cada cual, ayudó de la mejor forma que supo para acabar con la dictadura que estaban viviendo en sus carnes.
El cine realiza una especie de homenaje a estos personajes del siglo XX, con historias con distintos géneros y formas, pero las cuales tienen un mismo objetivo: dar a conocer la realidad de la época. Nosotros hemos visto y estudiado cuatro películas que reflejan historias diferentes, la primera, “Sophie Scholl: Los últimos días”, donde el personaje que da nombre a la película es una joven luchadora que, junto a su hermano y amigo, difunde un mensaje que todo el mundo debía escuchar, el mensaje que contaba la realidad que vivía el país. Así, el trío que formaba parte del movimiento “La Rosa Blanca”, un movimiento pacífico antifascista, fue detenido y condenado por alta traición.
Desarrollo
Después de que los hermanos fueran pillados en la Universidad repartiendo diversas octavillas. Este filme se centra en narrar los tres días (18, 19 y 20 de febrero de 1943) que Sophie Scholl pasó en la cárcel, a la vez que en diversos interrogatorios. El personaje de Sophie no se aleja de lo que esta fue en la realidad, una jovencita que luchaba por sus ideales, una muchacha con carácter y valor de más, que la llevó a la muerte en la guillotina. Encontramos en otra película de hechos ficticios, “El último beso del káiser”, un tono más romántico, pero que al igual, cuenta la historia de un joven militar, perteneciente al régimen nazi.
Al cual se le encomienda ser el guardaespaldas de Wilhelm II, ex emperador alemán, ya que se teme que un espía aliado pueda atentar contra la vida de este. Así, Stefan Brandt (el joven militar), se instala en la finca del káiser. El cine refleja en esta película la existencia de alemanes no nazis mediante un romance. Brandt se enamora de una judía, por lo que deberá esquivar su afinidad al partido nazi para poder salvarla. También observamos la figura del Káiser Guillermo II, el cual ayuda en esta trama a salvar a la joven judía. De este modo observamos como, con una historia artificial, el cine vuelve a encarnar la figura de “el otro alemán”, el cual redirige el camino.
Supuestamente está destinado a recorrer, hacia uno que se sustenta en las bases del humanismo. Volviendo a hechos verídicos, nos encontramos con “La lista de Schindler”, una película basada en el libro “El arca de Schindler” y que cuenta la historia de un empresario alemán afín al partido nazi de la Segunda Guerra Mundial. Oskar Schindler y su historia son llevados al cine, esta vez, con un género dramático-histórico. El empresario es un personaje redondo, cuyo pensamiento va cambiando con el transcurso del tiempo. Oskar Schindler llegó al gueto de Cracovia con una finalidad, aumentar su capacidad económica beneficiándose de la mano de obra judía.
A diferencia de Sophie Scholl, este alemán tenía una ideología compartida con el régimen nazi, al cual servía, como el protagonista de la segunda película mencionada, pero que, con el transcurso de diferentes situaciones, su mentalidad da un giro de 360 grados. Las brutalidades que se dieron durante la Segunda Guerra Mundial en Alemania contra los judíos, hicieron ver a Schindler que lo que ocurría no estaba bien, y que él debía hacer algo al respecto. Así, con la excusa de su fábrica y la barata mano de obra judía, protegió a más de mil judíos de las garras del régimen nazi, manteniéndolos vivos hasta el fin de la guerra.
Para lo que se sirvió principalmente de sobornos a los cargos de la SS. Aquí podemos observar como cada uno se valía de los medios disponibles: Sophie Scholl disponía de octavillas y Schindler de dinero, pero su objetivo era común. Así, el cine rinde homenaje a Oskar Schindler, narrando su historia, junto con un gran gesto, los verdaderos pertenecientes de la lista de Schindler, depositando una piedra en la tumba del empresario. Por último, nos encontramos con una sátira, “El Gran Dictador”, una película de Charles Chaplin coetánea a la Segunda Guerra Mundial y al nazismo. En esta película vemos una parodia sobre lo que se sabía que ocurría en el régimen nazi de Hitler.
Conclusión
Con nombres inventados, Chaplin cuenta la historia, por una parte, de un barbero judío, y por otra la de Hynkel (parodia de Hitler). Con esta película se busca denunciar el nazismo, fascismo y en general, las dictaduras. Aunque no tenga el mismo protagonismo que en las otras películas, en esta existe un oficial de apellido Schultz, el cual pertenece al régimen nazi, pero que empatiza con el barbero judío, el cual le salvó hace años en la guerra, y acaba en el gueto intentando ayudarle, a él y a los demás judíos. La película termina con un gran discurso contra el odio, por parte del barbero.
Al cual confunden con Hynkel. Así, el cine muestra la “otra cara” de la Alemania nazi, la cual luchó por una Alemania mejor, en la que todas las personas eran simplemente, personas. Externos al cine, cabe destacar figuras como Friedrich Olbricht, que ideó la operación Valkiria, un intento de golpe de estado contra Hitler. También Irena Sendler, una enfermera que logro salvar la vida a más de dos mil quinientos niños de ser víctimas del Holocausto nazi.