Discriminación de Minorías Étnicas En Tiempos De Pandemia
Introducción.
Mucho se ha hablado a lo largo de los últimos años sobre la discriminación. Desde la aceptación del tema como un problema que se debe abordar, hasta las múltiples campañas, políticas de estado y movimientos sociales que buscaban su erradicación de la cultura popular, la discriminación ha sido un tema relevante a nivel mundial.
La transformación de la sociedad en una con mayor sensibilidad hacia las minorías étnicas, una mejora sustancial en la educación sobre este tema y generaciones actuales desligadas de los prejuicios sostenidos por las anteriores han ayudado a palear los síntomas adversos que esta levantaba para los grupos discriminados. Sin embargo, en tiempo de crisis se ha podido apreciar el regreso de una costumbre arraigada en el carácter grupal del humano, la cual aflora en momentos de riesgo.
La crisis generada por el Covid-19, no solo se deja ver en planos como los económicos, sino que también involucra fuertemente el plano social. La discriminación de grupos étnicos asiáticos, provenientes del que hasta ahora es el continente señalado como el foco de origen y propagación del virus es cada vez más visible.
La Universidad Estatal de San Francisco descubrió un incremento del 50 por ciento en el número de artículos informativos relacionados con el coronavirus y la discriminación contra los asiáticos entre el 9 de febrero y el 7 de marzo. Desde expresiones tales como “el virus chino”, pasando por ataques verbales a comunidades asiáticas en distintos países, rayados xenófobos contra restaurantes de comida china o cualquier negocio cuyo dueño sea asiático.
Desarrollo.
La discriminación y estigmatización de un grupo étnico en tiempos de crisis no es algo relativamente nuevo. En el siglo XX, a la nueva gripe H1N1 se le bautizó como gripe española por ser el país que mayor libertad de prensa tuvo respecto al virus, esto llevó a una estigmatización del pueblo español aun cuando no fue el foco de propagación, ni la zona de origen.
Anterior a eso, en medio de la peste bubónica que azoló Europa, la población judía fue señalada como responsable de los múltiples contagios, ocasionando linchamientos masivos a cualquier individuo perteneciente a este grupo étnico. También podemos recurrir a casos más contemporáneos, donde las personas pertenecientes a una minoría social como lo es la comunidad LGTB eran declaradas culpables de ser las únicas contagiadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Los antecedentes anteriormente expuestos suponen una base para poder aseverar con toda seguridad, que la raza humana en momentos de crisis tiende a caer en los hombres de la discriminación. La búsqueda de un responsable es el primer paso de un proceso que acaba con la creación de un enemigo claro y reconocible al cual apuntar.
En momentos de crisis global, la unidad racial cede ante la segregación. No importa el avance social que haya logrado el entorno en estos temas, ni la aceptación de que somos “mejores personas” en comparación con generaciones pasadas. Cuando se trata de crisis, caemos en la ignorancia supina de la cual aún no hemos podido desprendernos como especie.
En la crisis actual ocasionada por la pandemia del Covid-19, el grupo étnico más golpeado por la discriminación es el chino. Al ser el primer país que sufrió con el brote del nuevo coronavirus, China ha sido señalada como la responsable de esta pandemia. Aunque aún no se puede asegurar una ciencia cierta ni el origen del virus ni el lugar donde se originó, el gigante asiático ha llenado el vacío de culpables que demanda la población mundial. Así es como China y su población se han visto bajo el ojo del huracán en medio de esta crisis, siendo acusados de ser propagadores del virus. Esta visión ha sido alimentada por diferentes figuras a nivel mundial, entre ellas el presidente de la nación más importante de Occidente, En los Estados Unidos,
La población china residente en otros países ha sufrido el acoso social aun cuando no han visitado su patria en años. Los ataques a sus viviendas y lugares de trabajo con mensajes que les incitan a volver a China son recurrentes en todo continente. Desde periódicos europeos tildándolos de peligro amarillo hasta ataques que involucran vejaciones tales como escupitajos por recorrer espacios públicos en países americanos como Estados Unidos. Los ciudadanos de origen chino se han visto envueltos en un peligro constante, siendo sus victimarios personas comunes.
Tras la propagación de COVID-19 desde Wuhan, China, la discriminación hacia los chinos ha aumentado. Esto incluye actos individuales de micro agresión o violencia, formas colectivas, por ejemplo, que se prohíba a los chinos acceder a los establecimientos. Nuestro país no se ha visto exento de la fiebre de discriminación hacia ciudadanos chinos.
Conclusión.
El comportamiento de la población hacia la comunidad china en Chile ha dejado mucho que desear en cuanto a respeto y recato. El diario nacional La Tercera compiló en un artículo múltiple relatos de ciudadanos chinos, los cuales cuentan cómo la población local ha caído en discriminaciones arbitrarias y acusaciones de estar contagiados solo por sus rasgos asiáticos.
Según la información local, hasta la fecha se han detectado y confirmado en el país número contagios de los cuales ninguno proviene de China. A pesar de los datos objetivos, las personas asiáticas acusan sentirse discriminadas como comunidad, debido a ideas infundadas pero arraigadas fuertemente en la conciencia colectiva de la población chilena.
Se ha visto que el acoso y discriminación mundial contra la comunidad china ha ido en alza. Los ejemplos de esto no son escasos, por lo que es preocupante la situación que se está instaurando en plena pandemia. Los ejemplos históricos sobre este tipo de reacciones hacia un pueblo o grupo en específico son un recuerdo constante de que este tipo de situaciones no han sido superadas y nuestros intentos de abandonar viejos resabios han sido infructuosos. Por más que se masifiquen eslóganes tales como el virus no discrimina, tú tampoco la sociedad se encarga de dejar en claro que las frases se pueden malear y degenerar en significados más adecuados a la situación real: el virus no discrimina, nosotros sí.