Educacion Como Derecho Fundamental
La instrucción es uno de los derechos fundamentales para una sociedad ya que para avalar los demás derechos tales como los civiles, mercantiles, formativos, entre otros, se solicita un mínimo de instrucción. La carta de Derechos de los Estados Unidos no habla concretamente sobre el derecho a la instrucción, pero si habla de encomendar a los estados las representaciones que no han sido ilícitos por la constitución y estos dominios se ven manifestados en la ley ESEA.
El 10 de diciembre de 2015 fue firmada la Ley cada estudiante triunfa (ESSA), por el aquel entonces presidente Obama, la misma avala paralelismo de procedencias pedagógicas para alumnos en desventaja económica, alumnos de educación especial y con restricciones lingüísticas. La ley ESSA compromete de alguna forma a cada estado a vigilar los beneficios de los alumnos y nivelar las escuelas con bajos niveles de estudios y de este modo establecer habilidades para mejorar las comunidades escolares con problemas. ESSA es una adaptación reautorizada de la ley ESEA. Según el presidente Lyndon Baines Johnson, quien firmo la ley ESEA, la pertinencia pedagógica total correspondería ser nuestro primer fin nacional.
Las escuelas publicas y privadas de Puerto Rico permanecen amparadas bajo la ley ESSA. De acuerdo con la sección 1117 de la ley ESSA, demanda que el Departamento de Educación suministre a los alumnos elegibles de los colegios privados, beneficios como los que se le proporcionan a los de escuelas públicas de la isla. La ley ESSA avala que aquellos alumnos de academias privadas que así lo merezcan tomen servicios igualitarios con los de escuelas publicas tales como materiales pedagógicos y terapias, entre otros servicios. Al nivel de pobreza y desempleo en Puerto Rico no se le puede echar la culpa por la falla de procedencias pedagógicas, por otra parte, si se le puede atribuir a la administración corrupta de estas oportunidades pedagógicas. En la actualidad, el desinterés de parte de los alumnos los lleva al rezago académico.
Es por esta razón que requerimos salir de la rutina y establecer habilidades para mantener estos alumnos dentro del ambiente escolar. Nuestra isla recibe los fondos necesarios para una instrucción atrayente y de eficacia, pero exigimos lideres transformadores que utilicen esos fondos sabiamente. La necesidad económica muchas veces lleva a los estudiantes a ser desertores escolares para integrarse al campo profesional. Es importante brindarles oportunidades motivadoras para hacer ambas cosas. “Puerto Rico tiene los recursos para salir airosos y brindar una educación de excelencia; lo que nos falta por ver es que el gobierno abra las puertas dejando la voluntad política a un lado para una educación de calidad por el bienestar de los estudiantes que son los futuros profesionales de nuestra isla.”