Edulcorantes Artificiales: Tipos de Endulzantes
Que el azúcar no es bueno para la salud no es ninguna novedad. Sin embargo, a todo el mundo le gusta el sabor dulce. Por este motivo se buscan alternativas a este ingrediente, con el objetivo de garantizar la buena calidad organoléptica pero de forma que no repercuta negativamente en el funcionamiento del organismo. A continuación te vamos a hablar de los tipos de endulzantes.
Algunos de los edulcorantes artificiales están bastante controvertidos en la actualidad. Han salido a la luz ciertas investigaciones que sugieren que podrían ser negativos a medio plazo. Está claro que impactan en la microbiota intestinal, algunos de ellos incluso incrementan el riesgo de cáncer en animales.
Tipos de endulzantes
En el primer lugar en la lista de los más usados se encuentra el azúcar. Este ingrediente ha demostrado ser nocivo para la salud cuando se consume en exceso, sobre todo en poblaciones sedentarias. En el caso de los deportistas se puede tolerar una cantidad más elevada de la sustancia, debido a que es un sustrato energético prioritario para ciertas actividades.
En detrimento del azúcar, se comenzó a usar la sacarina, un edulcorante artificial que ya lleva años en el mercado. Esta es cancerígena en ratas, aunque en humanos no ha conseguido demostrar un potencial negativo en este aspecto. Sin embargo los expertos aseguran que su impacto sobre la salud metabólica es considerable, ya que reduce la resistencia a la insulina a partir de una alteración de la microbiota.
Los edulcorantes de nueva generación incluyen la estevia y el aspártamo. La primera, a pesar de ser natural, suele encontrarse rebajada con grandes dosis de sacarina. En el caso de la segunda, existe bastante discordancia al respecto. A pesar de que existen ensayos que sostienen que no se metaboliza, otros aseguran que es capaz de afectar negativamente a la flora intestinal. Un ejemplo es el publicado en la revista Advances in Nutrition.
Por último, podemos destacar la opción de la miel, del sirope de arce o del azúcar de coco. Todos estos productos contienen una gran cantidad de azúcar en su composición, por lo que no se diferencian tanto del azúcar de mesa. Realmente no ofrecen ninguna ventaja significativa y no existe ningún motivo para priorizarlos, más allá de su sabor. Por lo tanto, es muy difícil elegir el endulzante más sano.
¿Entonces qué hacer? Ninguna de las opciones para edulcorar los alimentos parece muy saludable. El azúcar ha evidenciado propiedades negativas y los edulcorantes artificiales podrían dañar la flora intestinal a medio plazo. Todavía hay ciertas dudas al respecto. Por este motivo lo más recomendable es la prudencia.
De cara a salvaguardar un correcto estado de salud, cabe destacar la necesidad de reducir el consumo de alimentos dulces. A la hora de edulcorar las preparaciones, lo más adecuado resulta utilizar trozos de fruta, ya que de esta manera se compensa la fructosa con la fibra, disminuyendo así su impacto sobre el organismo.
Prioriza siempre los frescos
Lo que es indudable es la necesidad de escapar de los alimentos dulces procesados. Estos, además de contener azúcares y edulcorantes, presentan grasas trans en su composición y aditivos. Dichas sustancias consiguen enfatizar los efectos negativos de los glúcidos, originando así un estado de inflamación sistémica nocivo para la salud.
La mejor idea siempre es priorizar los alimentos frescos. Si te gusta el sabor dulce, incluye más frutas en la dieta. No olvides la importancia de garantizar la variedad en la dieta.
Cuidado con los endulzantes
A la hora de hablar de los tipos de endulzantes hay que ser muy cauto, sobre todo en el caso de los artificiales. Estos productos de laboratorio no han sido lo suficientemente estudiados como para asegurar su inocuidad a largo plazo. De hecho, las investigaciones más recientes no recomiendan su consumo.
De todos modos, existe un estilo de vida en el cual es menos nocivo el consumo de azúcar como tal. La práctica de ejercicio físico de forma habitual consigue reducir la resistencia a la insulina y el riesgo de diabetes. Por este motivo, si eres deportista puedes permitirte una cantidad diaria de azúcar ligeramente mayor que en el caso de los sujetos sedentarios. Aunque tampoco te pases. Recuerda que, en este sentido, lo más adecuado consiste en realizar deportes de fuerza, de este modo se usará la glucosa como combustible principal.