Eichmann En Jerusalén Por Hannah Arendt
Resumen
En este libro, Arendt delibera ante la verosimilitud de elaborar juicios morales e históricos y sobre cómo estos trascienden al puro juicio legal, cultivado a través de esta obra de la filósofa alemana. De igual forma, se ahonda en la teoría arendtiana de la banalidad del mal y la conexión que esta tiene con los distintos tipos de juicio implícitos en el proceso de Jerusalén. Así como la ineptitud de ejercitar un juicio, y las consecuencias a las que eso conlleva al obstaculizar la reflexión y las respuestas propias ante los conflictos morales. También se relaciona el juicio histórico con la incógnita sobre el impacto de las acciones individuales en la historia.
Desarrollo
El motivo de mi elección del libro “Eichmann en Jerusalén” es debido al concepto de “la banalidad del mal”, la cual Hannah hace alusión y en la que esta afirma que cualquier persona sana mentalmente hablando puede llegar a planear los crímenes más terroríficos cuando forma parte de un sistema totalitario. Personas de este tipo actúan dentro del reglamento del procedimiento al que se somete sin deliberar sobre sus actos, y no se inquietan por los resultados de lo que originan, únicamente por el cumplimiento de los mandatos.
Hannah hace alusión asimismo en su obra a la verdadera dificultad de la personalidad del ser humano. Eichmann no expuso durante el juicio ningún tipo de sensación de culpa o de remordimiento. Solo expresó que se ciñó a hacer su trabajo y a cumplir órdenes. Ella no compartía el pensamiento de que los delincuentes fuesen desequilibrados y distintos de la gente normal.
Según Hannah Arendt, el ser humano es una esencia consciente de sus actos y que ejerce autónomamente (Eichmann actuó en función de su deseo). Por ello, la culpa influiría solamente sobre ciertas personas y prescinde la idea de una culpa general del pueblo alemán.
Reflexión
Hannah Arednt habla de la diferencia entre los hechos y las intenciones, las cuales son la base del texto y las que puede generar una discusión moral en torno a esto. Trae una idea muy interesante en la que se basa la filosofía en general (la filosofía del derecho), que es el origen del mal, que lo vincula a la pérdida de la conciencia, la falta de pensamiento. Ella defiende que no todo mal es intencionadamente, pero en este caso el mal sería la ausencia del pensamiento, del criterio y de la moral, y también se pregunta por los juicios históricos. Otra de las ideas interesantes que se puede extraer de este texto es que gracias a que no se delibera (porque no existe ese pensamiento consciente), pues no habría ni resentimiento ni venganza, por tanto no habría culpa. Hannah defiende que la responsabilidad solo se da si hay conciencia, por lo que el propio concepto tiene adjetivo: es jurídica, es moral. En este caso, la responsabilidad como concepto en el mundo contemporáneo nunca es individual, ya que no tenemos acciones individuales, todas las acciones que hacemos acaba repercutiendo finalmente.
De las intenciones que hablé al principio de este apartado nos surge una pregunta, que es si los resultados son positivos cuando tenemos malas o nulas intenciones. Si fuese así, nos preguntaríamos el cómo jugaría ahí la moral esto, es decir, si es por el resultado o si es por la intención. Finalmente nos encontramos con la “normalización de acciones inmorales”, que sería complicado hacer entender a Arendt que esas acciones son inmorales.
Conclusión
Como conclusión es cierto que la banalidad del mal sigue siendo hoy en día un tema bajo el punto de mira, y los infinitos puntos de vista muestran la dificultad de las reflexiones arendtianas. De igual forma, es más que evidente la actualidad de la unión de la misma con realidades que superan los intereses asociados con lo sucedido durante la Segunda Guerra Mundial. Finalmente, la intención que tenía Arendt verdaderamente es la de ofrecernos los distintos acontecimientos que se encuentran en función al problema del mal y su obra.