El Aleph Analisis y la Influencia de Dante en la Obra de Borges
La relación de Carlos Argentino Daneri con la casa de la Calle Garay se basa en dos razones diferentes que la de Borges. En primer lugar, considera este edificio su hogar, puesto que eso es donde pasaba gran parte de su juventud. En segundo lugar, esa es la casa en cuyo sótano encuentra por accidente el Aleph durante su niñez; a pesar de que le prohibieron que bajara al sótano, descende la escalera y se cae. El descubrimiento del universo interior del Aleph es lo que lo estimula escribir un poema sobre el mundo que ha visto. Eso es porque se pone desesperado cuando recibe las noticias según las cuales Zunino y Zungri van a demoler la casa de Beatriz para ampliar su negocio. Le da miedo que tal vez no será capaz de llevar su poema a cabo sin el Aleph, que se destruirá junto con el edificio.
En su estudio, Barrenechea plantea la cuestión del universo incoherente en la obra de Borges, afectado por varias filosofías y creencias religiosas. Por ejemplo, lista la filosofía de Berkeley, el platonismo, la fe cristiana, religiones orientales y las leyendas. La autora también propone que el idealismo de Berkeley fue la influencia más destacada de ellas y menciona dos maneras en que aparece esto: los sueños y los objetos capaces de causar algún cambio en el mundo ordenado si están rechazados (313). El Aleph que aparece en el sótano es uno de estos objetos dado que, según Carlos Argentino Daneri, es “uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos” (64). Por un tiempo extendido, él es la única persona que sabe del Aleph. Solo le cuenta sobre él a Borges, quien duda no solo de la existencia del Aleph, sino también de la salud mental de Carlos Argentino. A pesar de su incertidumbre, lo sigue al sótano obscuro para ver el Aleph.
Este fenómeno solo se puede ver desde un ángulo específico, por eso Carlos Argentino le explica a Borges dónde buscarlo y de qué posición; le dice que se tumbe y mire el decimonono escalón. Aunque el Aleph es solo de unos centímetros de largo, Borges observa que un mundo entero existe dentro de él sin ni un cambio de tamaño. Como lo ha hecho antes, Borges escribe una lista detallada sobre lo que ve.
A pesar de que Carlos Argentino afirma que es posible viajar el mundo por el Aleph, este viaje no se considera un viaje físico, sino uno mental. Todo el tiempo que Borges observa el Aleph, su cuerpo no sale del sótano por ni un momento; está en el suelo, siguiendo las instrucciones de Carlos Argentino. En su mente explora todos los puntos del universo escondido dentro del Aleph, pero nunca entra físicamente en este mundo. Por eso, mientras que la casa de la Calle Garay se considera un espacio físico, el Aleph no lo es, sino es un punto que permite que el narrador vea el mundo completo, pero es imposible entrar físicamente en él.
Otro aspecto que contrasta el Aleph con la casa, es la cuestión de la infinitud. Como cada objeto físico, los edificios también tienen sus límites físicos, como la superficie edificada, la altitud y la anchura. Por lo tanto, no hay espacio infinito dentro de ellos. Sin embargo, parece que el Aleph no sigue esta regla. Siendo un objeto mágico, pesar de ser sólo dos o tres centímetros largo, todo el universo cabe en su interior sin distorsionarse o disminuir tamaño.
A pesar de estas diferencias entre los dos espacios, no es posible separarlos completamente. Aparte de que el Aleph se encuentra en el sótano, la existencia del Aleph depende de la existencia de la casa. Por esta razón, cuando la demuelen, el Aleph también desaparece.
Ortega argumenta que el espacio que aparece en el “El Aleph” es la versión reversa del de la “Divina Comedia”, dado que el narrador recuerda a Beatriz al principio del cuento, pero sigue olvidándola. En la ciudad vacía, un necrópolis dinámico, se derrumban los edificios para que los nuevos surjan. La destrucción de la casa de la calle Garay y la perdida del Aleph resultan un trauma para Carles Argentino Daneri, porque él, como lo comenta Ortega, necesita el Aleph para recuperar lo que ha perdido. Eso es así, añade Ortega, porque su obra es incoherente; Carlos Argentino representa la literatura genealógica y escribe sobre un mundo que ya existe (por eso, el Aleph del cuento se considera una alegoría literaria) (Ortega 457-460).
La duración del cuento abarca varios años. Las fechas más concretas son la muerte de Beatriz Viterbo (febrero de 1929), el descubrimiento del Aleph por Borges (1941) y el momento de escribir el postdata (uno de marzo, 1943). “El Aleph” comienza con la descripción del período inmediato después del fallecimiento de Beatriz. El narrador expresa sus sentimientos de pérdida y ofrece una descripción de las numerosas imágenes de Beatriz que encuentra en su casa. En esta parte, el argumento no se desarrolla; el narrador solo elabora una lista, describiendo lo que se ven en las fotografías.
Borges no detalla qué pasa entre el día en que fallece Beatriz en 1929 y el treinta de abril de 1941. Solo provee a los lectores con un Resumen breve en que cuenta que cada año regresa a la casa de Beatriz y allí conoce a Carlos Argentino. En Resumen, el énfasis es en la repetición de la acción de seguir volviendo a la Calle Garay. Por eso solo destaca algunas ocasiones, por ejemplo, cuando una lluvia torrencial no le permite salir la casa y por eso lo invitan para cenar con la familia.
En las próximas dos escenas el argumento empieza desarrollarse. Después de que Borges y Carlos Argentino Daneri tomen un coñac, Carlos Argentino decide hablar sobre su trabajo en proceso: un poema sobre el mundo entero y continúa recitando unas estancias de la obra. Según la opinión de Borges, el poema de Carlos Argentino es aburrido y, por lo tanto, sale de la casa a medianoche.
Dos semanas pasan, y los dos hombres se encuentran otra vez en una cafetería. Carlos Argentino llama a Borges por teléfono y lo invita para tomar unos cócteles con él, el narrador acepta la invitación con renuencia. Le da miedo que tal vez Carlos Argentino solicite que escriba el prefacio para su obra. En la cafetería, Carlos Argentino sigue releyendo los fragmentos de su poema que había revisado y le pide a Borges que sea su portavoz y hable con Álvaro Melián Lafinur. Desea que él prologue su poema. Después de despedirse, Borges opta por no decir nada a Álvaro. Se teme que Carlos Argentino le llame otra vez, pero eso no sucede. Aquí, es digno mencionar lo que Oviedo aclara sobre la producción de Borges que se divide en dos etapas, destacando la primera de ellas y comparando dos obras: “Funes el memorioso” y “El Aleph” (29-33). En ambos relatos, hay un personaje distinto (Funes y Carlos Argentino Daneri, respectivamente), el narrador se llama “Borges” y el autor se refiere a unos personajes existentes para que no sea posible distinguir la realidad y la ficción inmediatamente (Oviedo 33-34). Cuando el narrador se refiere a Álvaro Melián Lafinur, en realidad se está refiriendo a una person existente en el mundo “verdadero”.
Carlos Argentino le llama en octubre (elipsis) para decirle a Borges que su casa va a ser destruida y por eso él no llevará a cabo su poema por la pérdida del Aleph. Borges, aunque no cree lo este que dice sobre el fenómeno inusual, visita la casa de Beatriz, baja al sótano y ve el Aleph.
No es claro, cuánto tiempo pasa Borges mirando el Aleph, pero tampoco es significante. En cuanto al tiempo, Ortega apunta que la vida humana es incomparable con el tiempo transcendente, es decir, las décadas que los seres humanos son capaces de vivir resultan insignificante al compararlas al tiempo infinito del universo (Ortega 457-460). El universo es una entidad sin límites de espacio y tiempo; no se sabe cuándo comenzó existir y cuándo dejará de existir. El tiempo y el espacio infinito es imperceptible para los seres humanos, y por eso, después de su encuentro con el Aleph, Borges se convence que no le quedan sorpresas en el mundo; ha visto todas las caras, todos los sitios y todos los fenómenos naturales. Sin embargo, más adelante empieza a olvidar. Sin embargo, la mente humana no es tan finita como el vasto universo y, por lo tanto, no puede memorizar toda la información. Por esta razón, el narrador comienza a olvidar todo lo que ha visto en el sótano, incluida su amada Beatriz.
La postdata de 1943, con lo que se termina el cuento, es una prolepsis que dice que pasará después de los acontecimientos de 1941. Carlos Argentino gana segundo lugar con su poema finalizado y planea escribir una obra épica, mientras que el trabajo de “Borges” es casi completamente ignorada por los jueces. Aunque la postdata no forma parte del cuento, la epifanía se reemplaza por la duda. El narrador afirma que el Aleph en la casa de Beatriz es falso y debe existir otro, el verdadero Aleph. No obstante, Ortega no está de acuerdo y argumenta que no es posible que un Aleph sea verdadero y el otro no; todos son verdaderos y milagros de Dios (461-464). A pesar de que el narrador concluye que el Aleph es falso, le pregunta a los lectores si el verdadero Aleph existe o no, permitiéndoles tomar la decisión ellos mismos
En conclusión, no es posible negar el efecto que Dante tiene en la obra de Borges. No solo es el apellido Daneri una referencia a él, sin que el narrador Borges ve y critica a Carlos Argentino de la misma manera que Dante vería y criticaría al autor (Montano 316). No obstante, aparte de las similitudes que comparten, las dos obras tienen sus diferencias también. Por ejemplo, Beatriz aunque sea un personaje positivo en la “Divina Comedia”, es profundamente extrañada por el narrador al principio del cuento, sin embargo él sigue olvidándola después de ver el Aleph. Considerándolo todo, “El Aleph” es un cuento de un mundo místico e incoherente cuyo tamaño asusta pero también inspira. El universo, a pesar de que ser incomprensible, sigue inspirando y sorprendiendo. A través de Carlos Argentino, el autor critica a sí mismo por escribir lo que ya existe, y tal vez todos los artistas que siguen recitando viejas ideas en lugar de buscar nuevas. Después de todo, la mente humana, aunque nunca coincidirá con el infinitud del mundo entero, es una fuente inagotable de creatividad e ideas.
