El Avance Dentro De La Cultura Machista
El machismo se define como una ideología que abarca una serie de conductas, actitudes prácticas sociales, y creencias destinadas a promover la superioridad del hombre sobre la mujer. Esta doctrina ha sido evidenciada desde tiempos remotos por medio de poemas, relatos, historias, películas, entre otros; sin embargo, no se puede negar que esta ideología radical ha ido desvaneciendo a lo largo de la historia, hasta el punto que numerosas personas de hoy en día ven esta situación como algo totalmente ajeno. No obstante, en el mundo actual es posible percibir la preferencia de género en diversos ámbitos cotidianos, como en el aspecto laboral, pues la diferencia salarial entre géneros es del 23% a favor de los hombres, y enfocándonos en la tasa de desempleo colombiana, los hombres llegan al 9,8%, mientras que las mujeres al 16,9%, cifra preocupante teniendo en cuenta que las mujeres son la mayor población en el país.
En importantes hechos históricos, ha sido posible registrar el machismo, en aspectos sociales, culturales, científicos y políticos; de igual manera en la vida cotidiana de las personas, la cual siempre se vio afectada por esta ideología.
En el campo científico un ejemplo conocido de esta situación lo podemos encontrar en la vida de Marie Curie en el siglo XVIII, una científica reconocida por sus numerosos descubrimientos y aportes sobre la radioactividad, la cual logró ser una figura celebre a pesar de estar dentro de la cultura ya mencionada. Sin embargo, esta mujer no fue la excepción a esta discriminante doctrina, pues fue marginada en distintos aspectos; los más notorios fueron por parte de la Real Academia de las Ciencias de Suecia la cual se negó a otorgarle a Marie Curie un premio Nobel por ser mujer. No obstante gracias a su esposo Pierre Curie, el comité decidió incluirla en la nominación, ya que el científico amenazó con rechazar el Nobel por la discriminación contra Marie. El siguiente fue por parte de la universidad de Cracovia al rechazar su ingreso para realizar un doctorado también por ser mujer. Ahora, ubicándonos un poco más en la vida de una mujer del común de esta misma época, podemos conceptualizarla en torno a la crianza de sus hijos, atender el hogar, llevar la economía doméstica, y mantener una relación pacífica y a gusto con su esposo, debido que por la carencia de protección y derechos de las mujeres, se llegaban a ejecutar separaciones matrimoniales que conllevaban al peligro de muerte de la esposa, esto se denominaba “divorcio por riesgo de vida” estos trágicos acontecimientos se registran en el Archivo Histórico provisional de Córdoba que recogen denuncias anónimas de testigos de episodios de violencia de género. En lo mencionado anteriormente fue posible observar que en esta época todos los campos en su totalidad fueron influidos por esta cultura y ninguna mujer era la excepción de ser víctima a esta ideología.
Aunque es indudable el progreso que ha tenido la sociedad en cuanto a la superación de esta doctrina, la civilización actual aún posee una cultura machista que ha sido difícil de modificar tanto en el pensamiento de los hombres como en el juicio que poseen las mujeres ante la misma y con la que actualmente convivimos en menor magnitud. Esto se vio documentado en 2015, pues según la macro encuesta, el 44% de las mujeres no denuncian por considerar que la violencia que sufren no es lo suficientemente grave, es decir, porque piensan que esa violencia es «normal» dentro de las relaciones de pareja. Y el 70% de las mujeres asesinadas nunca denunciaron a su agresor. Demostrando esto, como la mujer aún percibe la violencia de género como algo totalmente natural para su juicio.
La presencia de esta ideología también se vio atestiguada por el gobierno colombiano en 2018, año en el cual se registraron 166.961 denuncias por violencia de género en el país; una cifra preocupante teniendo en cuenta que según organizaciones internacionales estiman que solo se denuncia el 30% de las víctimas por violencia de género.
Teniendo en cuenta esto, la responsabilidad de que el machismo aún exista, no radica en su totalidad en un solo género, sino en la influencia de la mentalidad de las generaciones pasadas, afectando los comportamientos y pensamiento de las sociedades actuales.
En conclusión, aun cuando el machismo se ha ido disipando a medida de los años, en la actualidad, sigue estando presente en menor intensidad, haciéndose casi imperceptible a causa de la costumbre que hemos ido adoptando ante esta cultura; la cual en el pasado afectó la totalidad de los campos del diario vivir y persiste en algunos del presente. En mi opinión el esfuerzo que debemos hacer para lograr la eliminación de esta ideología en su totalidad requiere de un cambio de pensamiento de ambos géneros de una misma sociedad.